Concierto intimísimo en el Búho Real, producto sin duda del fin de semana de jolgorio gay en Chueca unido a un principio de vacaciones que se deja notar en la capital. Un muy mal día para dar un concierto, casi peor que el del alirón del Madrid. Sin embargo, Dani y Johnny, de Presidente, dieron el callo.
A Dani se le vio más suelto, claro, más hecho al escenario, al tipo de evento, a lidiar en plazas pequeñas y con un público más bien callado. Parece mentira, pero con el tiempo gana espontaneidad y rapidez. Sorprende por su rapidez, de hecho: la facilidad para soltar la palabra adecuada en el momento preciso y conseguir que todo el mundo se rinda.
Pablo Ager andaba por ahí, para que luego no le digan que no. Toca el día 15, por cierto. A los dos nos volvió a encantar "Princesa del subterfugio", incluso sabíamos lo que significaba el sustantivo.
Johnny -no sé si se escribe así- estuvo algo más cortado. Normal. No es un cantautor sino parte de una banda y esas cosas en acústico y en distancias cortas se notan. Su toque Iván Ferreiro marcó todo el concierto y tuvo dos puntos con los que me ganó:
1) Le dedicó una canción a
Weird Al Jankovic2) Acabó el concierto con una versión acústica de "
Hijo de Puta hay que decirlo más".
En demérito de Dani, hay que decir que no sabía de qué demonios estaba hablando. Le hace falta un buen curso de freakismo chanante.
P.D. Por cierto, la chica de la foto es guapa, pero es la Ester, novia del artista, así que absténganse de hacer comentarios soeces.