
Es la típica exposición de la que podremos hablar dentro de quince años cuando Jordan Buschur sea una artista reconocida en todo el mundo y sus cuadros valgan millones.
Y nosotros diremos: "la vimos en la calle Viriato" y sonreiremos felices y canosos. No es habitual ver a jóvenes talentos estadounidenses exponer en Madrid, así que es una oportunidad como para tenerla en cuenta.