El principal problema que tenemos ahora mismo son las fotografías: tenemos seis fotos interiores la mar de bonitas... pero en color. Hacer una edición de 300 ejemplares en color dispararía el precio por libro (queremos mantenerlo en torno a los 10 euros, algo verdaderamente económico, si se compara con la competencia) pero dejarlo todo en blanco y negro puede quedar algo raro. Sobre todo si se tiene en cuenta que, a diferencia de "Pequeños Objetivos", aquí las fotos estaban pensadas para publicarse en color.
Entre Fátima y yo salvaremos el obstáculo, seguro.
Y luego está el tema de la portada. Ahí, tanto Fátima como yo estamos de acuerdo: no engancha demasiado. Así que creo que recurriré al viejo truco publicitario que tan bien funcionó en el anterior libro. ¿Crees que lo que has escrito es una mierda? Coloca a una chica guapa en la portada.
Todo apunta a que la portada será en blanco y negro y tendrá un aspecto parecido a esto:
