El concurso consiste en que un grupo de guapos puede reírse de lo feos que son sus contrincantes mientras éstos se ríen de lo tontos que son los del primer grupo. La idea en sí es perversa, pero podría funcionar: se basa en el odio y todo lo que depende del odio y la burla suele funcionar en televisión.
Sin embargo, la primera media hora del programa está siendo lamentable. Lo que es peor, aburridísima. Estoy dispuesto a perdonarle a la televisión su perversión moral, pero el aburrimiento, no, eso sí que no...
Aparte de que el montaje es lamentable, propio de un programa de verano, por otro lado: todo deprisa y corriendo.
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
Hace 10 horas