El Ministerio de Educación nos sorprende con una nueva iniciativa al estilo LOGSE: eliminar el cero de las notas de la ESO. Según los expertos, el cero es imposible en una evaluación continua, salvo que el alumno directamente no se haya presentado. Es una idea muy optimista, implica que el crecimiento siempre ha de ser positivo y nunca puede estancarse ni retroceder.
Efectivamente, podría darse el caso de un alumno que no sólo acabe sabiendo lo mismo que cuando empezó el curso sino menos. No sólo eso: su conducta podría ser peor, su colaboración en clase, más deficiente y su trato a profesores y alumnos, más conflictiva.
La idea de que el cero es imposible -más bien, la legislación del cero como imposible- parece una antesala a la siguiente idea antropológicamente optimista: el suspenso es imposible. De acuerdo que esa es la base de la LOGSE, pero hasta ahora ha funcionado de manera implícita. Bueno sería que un experto nos explicara alguna de esas razones metafísicas y lo determinen de una vez por decreto: los alumnos son buenos y no suspenden.
Y punto final. Basta ya de tonterías.
La fiesta del aguafiestas
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[La Brújula (Opiniones ultramontanas), 3:05]
Buenas noches. Mi aguafiestismo profesional me obliga hoy a la tarea,
ciertamente desagradable, de arremete...
Hace 2 horas