Hablaba ayer de optimismo y pesimismo con Mónica, mi hermano y mi primo y esta mañana despierto con esto . Lo que viene a confirmar:
- Que la gente es optimista en cuanto tiene oportunidad.
- Que las elecciones no son más que plebiscitos de aceptación o rechazo a la política de los sucesivos Gobiernos.
- Que, por lo tanto, si estás en la Oposición, conviene no hacer demasiado el ridículo y no armar tanto ruido. La táctica "lo hacen todo mal" se puede poner en tu contra en cuanto los votantes contrarios tengan la sensación de que su gobierno ha hecho algo bien. Y es estadísticamente imposible no hacer nada bien.
- Que la volubilidad de la opinión pública es, en ocasiones, tan desesperante, que los analistas políticos tenemos que acabar hablando de deporte.
La fiesta del aguafiestas
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[La Brújula (Opiniones ultramontanas)]
Buenas noches. Mi aguafiestismo profesional me obliga hoy a la tarea,
ciertamente desagradable, de arremeter cont...
Hace 3 minutos