Recibo, a altas horas de la madrugada -lo que no implica necesariamente que fuera enviado a altas horas de la madrugada- un correo electrónico acusándome de anti-catalán, periodista propio de "El Mundo" o el "ABC" y despreciador de la cultura de Catalunya ("con ny y sin acentos, por si no sabes escribirlo", me avisan).
Aunque el correo está enviado por una sola persona, utiliza el plural, así que supongo que habla en nombre de una comunidad. Quizás una comunidad cultural o una comunidad lingüística. En cualquier caso, se siente (se sienten) atacado(s).
No hay motivos. La entrevista a Dani Flaco no es una entrevista política. La única referencia que se hace mínimamente polémica es el hecho de que tenga problemas para que le emitan las canciones porque están en castellano. Pero eso no es algo que me lo invente yo, es algo que surgió en la conversación sin necesidad de que lo preguntara.
Tampoco digo que Dani no sepa hablar catalán, sólo aseguró no haberlo hablado nunca, que son cosas muy distintas.
En cualquier caso, no sólo es que admire lo que se está haciendo culturalmente en Cataluña -aunque llamarlo sin más "cultura catalana" como una especie de compartimento estanco ya me parece una manera de empobrecerlo- sino que al menos dos de los seis músicos a los que he entrevistado son catalanes y otro vive en Terrassa porque estaba hasta las narices de Madrid.
Es más, me fui hasta Terrassa para poder entrevistarle y créanme que el billete de avión no me lo pagó nadie.
No hablo catalán en la intimidad más que para vacilar a la Chica Enigma. Tampoco creo que necesite justificarme. Andar con este tipo de insultos y amenazas, simplemente, me preocupa. Espero que no sean una expresión del tiempo.
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
Hace 15 horas