Si soy sincero, últimamente sólo escribo en blogs. Es una putada, porque eso significa que sólo escribo sobre mí, y, joder, cuando uno tiene que convivir todos los días consigo mismo, convertirse además en un personaje de su propia novela es complicado y esquizofrénico...
Pero las cosas han ido cambiando poco a poco. Por ejemplo, el proyecto con Guadalupe Diego parece ir viento en popa. Creo que no puedo decir en qué consiste exactamente, no antes de que ella misma lo anuncie, pero va a estar bien y a ustedes les va a gustar. Seguro. Porque son gente con criterio.
Aparte, mañana mismo le enviaré a Benjamín Prado las sugerencias de reseña para colaborar en Cuadernos Hispanoamericanos, la revista que él dirige. Sé que voy muy retrasado con eso, pero el especial de mi revista de este mes ha acabado conmigo.
El jueves entrevisto a David Testal, que siempre es un acicate para mi curiosidad.
Y, en fin, hoy he conseguido escribir un par de microrrelatos para un concurso de la FNAC. Eran buenos, hasta que me di cuenta de que pedían 150 palabras como mucho. Entonces empezaron a ser completamente incomprensibles, así que salvo que Barthelme haya resucitado en forma de jurado del premio, lo veo completamente imposible. Además, no se podían enviar dos, sólo uno. Pero bueno, algo es algo...
Y hablando de Barthelme he escrito un ensayo de cuatro páginas para las Oposiciones de la EOI sobre literatura norteamericana contemporánea que al menos me ha dejado con una sonrisa en la boca. He pensado en colgarlo aquí, pero es posible que, si lo pulo lo suficiente, consiga mandarlo a algún lado y que me lo publiquen, ¿quién sabe?
Para que vean que no sólo soy un crápula borracho que se gana la vida entrevistando a Dave Batista...
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
Hace 7 horas