Es mi cuarta presentación de un libro. La primera fue en 2005, junto a Raúl, Pedro y Juanjo, en La Champañería de la Plaza de los Vistillas y con un poeta como invitado, algo raro tratándose de un libro de relatos pero que funcionó bastante bien. El bar se llenó de caras conocidas, incluyendo mis abuelos y muchos de mis amigos y fue un momento emocionante, pero nada que ver con lo que pasaría un año después, cuando presenté "Pequeños objetivos", el libro que da nombre a este blog y que nos lo curramos entero entre un fotógrafo, FD Simón, y yo.
Toda la gestación, la edición y la "publicación" de "Pequeños objetivos" sigue siendo lo más bonito que me ha pasado en el mundo editorial, quizá por ese rollo de "hágaselo usted mismo y hágaselo como le dé la gana". Era un libro en solitario y los presentadores fueron mi tío Pancho y mi madre Gloria. Aún más extraño, porque uno es música y la otra es letrista y aquello seguía siendo un libro de relatos. Fue precioso. Lo hicimos en el Viejo Café Colonial, por entonces el epicentro de mi vida social y sentimental y vino tanta gente que casi me ruborizo al pensarlo. Yo nunca tuve tantos amigos, nunca me quisieron tanto. Lo increíble es que todo pareciera tan fácil.
La tercera fue doble, es decir, hablamos del mismo libro pero de dos presentaciones: en Madrid, para dar a conocer "Cuando las cosas dejaron de tener sentido", elegimos la sede de una Fundación de la UGT en la calle Maldonado. Buena elección. La presentadora fue mi gran amiga Lara Moreno, que escribió unas palabras preciosas para la ocasión. También se nos unió el editor, Ángel María Herrera, con quien venía trabajando en otros proyectos durante más de cuatro años. Aquella presentación venía rodeada de un momento vital espantoso: mi abuela acababa de morir y las cosas no iban demasiado bien en demasiados aspectos. Aun así, conseguí volver a llenar la sala y vendimos un porrazo de libros.
Pablo Ager y Emite Poqito pusieron la música. Siempre he pensado que la música ameniza cualquier cosa y que las presentaciones tienden a ser densas. Por eso, cuando repetí experiencia con el mismo libro pero en Barcelona, elegí a Sandra Martínez, periodista, como presentadora, y a Dani Flaco como acompañante musical. Fue una semana maravillosa en Barna. Realmente maravillosa. Una semana de altos y bajos, de amigos inesperados y de besos por la calle Gran de Gràcia. Una semana bohemia, encerrado en el NH Belagua y paseando todos los días las mismas calles en busca de un milagro, tomando doradas con estrellas del rock...
Desde entonces han pasado cinco años casi exactos. Iba a comerme el mundo y el mundo (editorial) me merendó. Hoy volvemos y no volvemos a cualquier sitio sino al Ramiro de Maeztu, donde me crié durante mi adolescencia, donde fui tan enormemente feliz y conocí a tanta gente tan especial que quiero pensar que siguen ahí. El Ramiro de Maeztu y el Magariños, donde en los ochenta iba con mi tío a ver partidos de Pedro Rodríguez y Carlos Montes y donde en los noventa iba a clase de gimnasia o a correr el Test de Cooper. Acompañado por Pablo Martínez Arroyo, uno de mis ídolos de aquella época, y por los periodistas Lartaun de Azumendi y Antonio Rodríguez, dos autoridades en esto del basket.
Que crean que merezco un libro y que merezco que me acompañen para presentarlo ya es un honor. Se hará en la tienda del Estudiantes, a las 13 horas de hoy, lunes 10 de diciembre, un día muy especial por otros motivos aún mejores. Os espero a todos allí, de lo que no cabe duda es de que nos divertiremos.
Para más información sobre el libro, consulta www.ganaresdehorteras.com