viernes, noviembre 16, 2012

Bush vs Gore en Florida... y la Noche de Cope




Y así, más o menos, es el guion de un programa de radio como este que puedes escuchar aquí.


Buenas noches, Lartaun, pues no vengo a hablar de Obama y Romney pero sí de unas elecciones presidenciales que pasaron a la Historia como unas de las más apretadas… y más controvertidas. Si lo que acabamos de oír es el “Hail to the chief” “Viva el jefe”, en una traducción algo atrevida, el grupo Radiohead hizo esta versión años después que se llamaba “Hail to the thief” “Viva el ladrón” y que tiene que ver con esta historia de noviembre de 2000.

La canción en realidad se llama “2+2=5” y hace referencia al lío matemático que se montó en el estado de Florida en las elecciones que enfrentaban a George W. Bush y Al Gore. Vamos a ponernos un poco en antecedentes: Gore venía de ser vicepresidente de Bill Clinton durante los ocho años de su administración, que viéndole ahora con sus documentales y conferencias, pareciera que se había pasado esos años en una tienda Quechua acampando en Wall Street, pero no, era el número dos del gobierno estadounidense en los años del Protocolo de Kioto…

Gore era respetado por su elegancia y eficacia… pero era un soso. Ser un soso en política es muy peligroso, porque la política no deja de ser un concurso de popularidad continuo. Con Clinton al lado esa falta de carisma quedaba compensada, pero él solo, bueno con Liebermann como compañero de ticket electoral, hizo aguas en la campaña electoral, de manera que George W.Bush, el hijo del que fuera presidente entre 1988 y 1992, poco a poco le fue comiendo terreno en las encuestas gracias a una actitud muy directa, muy populista, muy “tejana” por decirlo de alguna manera, en su rancho, con su sombrero de vaquero en ocasiones y todo.

Para media América, Bush era un tipo simpático que conectaba con el ciudadano medio mientras Gore simbolizaba la burocracia de Washington. Como bien sabes, en las zonas más rurales de EEUU, el odio a Washington es parecido al “odio a Madrid” que hay en muchas provincias españolas, aunque por motivos distintos. Para la otra media América, sin embargo, Gore era un estupendo gestor mientras Bush era un ignorante sureño hijo de papá con un amplio historial de detenciones y problemas con el alcohol. En definitiva, era un peligro público.

Cuando llegó el martes 7 de noviembre de 2000 –las elecciones siempre se celebran el primer martes después del primer lunes- las espadas estaban en todo lo alto… pero Gore tenía otro problema, y ese problema se llamaba Ralph Nader.

Este es el principio del discurso de aceptación de Ralph Nader como candidato del Partido Verde. Muchos le pidieron que no se presentara porque eso iba a quitar votos a Gore y por lo tanto favorecer a Bush, pero él siguió adelante. Nader tenía 66 años por entonces y toda una vida dedicada al activismo político de izquierdas o “liberal” que se dice en Estados Unidos. El factor Nader fue decisivo en estados como New Hampshire, que Gore perdió por apenas 7.000 votos, una auténtica sorpresa, pero en ningún otro lado como en Florida.

Culpar a Nader de la derrota de Gore en Florida sería injusto, como quizá lo sea echársela a las papeletas mariposa, con candidatos alternados y muy poca claridad en el despliegue, lo que hizo que muchos votantes de Gore alegaran haber votado a Pat Buchanan, un ultraconservador. Nader y las papeletas no fueron los únicos factores: apenas siete meses antes de las elecciones estalló el caso Elián González. Elián era un niño de seis años que había sido llevado por su madre ilegalmente a Miami huyendo de la dictadura cubana. 
Legalmente, el gobierno americano no podía permitir que el niño se quedara y tenía que devolverlo a su padre en Cuba, pero la comunidad latina de Florida se volcó para que eso no fuera así. Cuando Janet Reno dio el ultimátum y las fuerzas especiales, fusil en mano, entraron en casa para llevarse a Eliancito, muchos tuvieron claro que no iban a apoyar a los demócratas en las siguientes elecciones.

El caso es que la noche electoral es de infarto. Gore llega a los 266 votos electorales y Bush se queda en 242. En medio quedan hasta cinco estados decididos por menos de un 0,5% de diferencia: Nuevo México va para Gore por 300 votos, igual que Wisconsin, Oregon y Iowa, también in extremis. Bush, como hemos dicho, se queda con prácticamente todo el sur y el resto del medio oeste, incluido Ohio, pero no le vale si no gana Florida… Solo que en Florida, los primeros recuentos le dan como ganador por un margen que se va reduciendo y reduciendo, un poco como ha pasado este año con la ventaja de Romney sobre Obama en muchos estados.

En un momento dado, la FOX da como vencedor del estado a Bush, dejándole en 271 delegados y convirtiéndole en nuevo presidente de los Estados Unidos. A los pocos minutos, la NBC proclama a Gore vencedor y, con la remontada en Nuevo México, queda como presidente de los Estados Unidos durante una media hora. Al final, la CNN impone cordura y declara Florida y Nuevo México “too close to call”, “demasiado apretados para decidir un ganador”. Empiezan los recuentos y los nuevos recuentos y los abogados y emerge la figura de Jeb Bush, hermano de George, como gobernador del estado. Durante días, Estados Unidos no tiene presidente electo. El voto popular ha ido para Gore por medio millón de votos, pero el electoral todavía tiene a Bush por delante: en Florida, tras el último escrutinio, su ventaja es de 437 votos…. Sobre un total de casi seis millones, es decir, un 0,0092%.

El Partido Demócrata se niega a reconocer la derrota y acude a la Corte Suprema de Florida y luego a la federal, que le viene a decir que no puede seguir contando y recontando porque la legibilidad de las papeletas se pierde. Gore se rinde el 12 de diciembre de 2000, más de un mes después de las elecciones y Bush podrá jurar el cargo en enero.

Como anécdota, decir que Ralph Nader consiguió casi 3 millones de votos en todo EEUU… y casi 100.000 en Florida, un estado que, como decíamos, Gore perdió por 437.