Uno de los titulares más repetidos a principios de semana y que seguro que recuerdan es aquel de "El Premio Nobel Paul Krugman vaticina un corralito para España e Italia". Impactante, ¿verdad? La noticia llamó tanto la atención que no solo saltó a las portadas sino que incluso provocó artículos adheriéndose a la opinión del economista estadounidense, firme defensor de políticas de incentivo del consumo frente a las políticas de austeridad, y otras tantas columnas criticando que un hombre de su responsabilidad comparara España con Argentina, hasta el punto de que el propio ministro Montoro ha tenido que salir a rebatirle en público.
Bien, aquí tienen lo que escribió Krugman en realidad,
en su blog:
"
Some of us have been talking it over, and here’s what we think the end game looks like:
1. Greek euro exit, very possibly next month.
2. Huge withdrawals from Spanish and Italian banks, as depositors try to move their money to Germany.
3a. Maybe, just possibly, de facto controls, with banks forbidden to transfer deposits out of country and limits
on cash withdrawals.
3b. Alternatively, or maybe in tandem, huge draws on ECB credit to keep the banks from collapsing.
4a. Germany has a choice. Accept huge indirect public claims on Italy and Spain, plus a drastic revision of strategy — basically, to give Spain in particular any hope you need both guarantees on its debt to hold borrowing costs down and a higher eurozone inflation target to make relative price adjustment possible; or:
4b. End of the euro.
And we’re talking about months, not years, for this to play out."
El punto de la discordia es el 3a), que paso a traducir: "Quizás, solo como una posibilidad, controles de facto que impidan a los bancos transferir depósitos al extranjero y límites en la retirada de efectivo".
Creo que de "Quizás, solo como una posibilidad" a "Krugman vaticina..." hay un abismo. De hecho, parece que el propio Krugman se inclina hacia la opción 3c) que consiste en pedir dinero al BCE para evitar el desplome de los bancos.
Como ven no hay ninguna referencia al corralito como tal ni mucho menos a Argentina. No soy un experto en economía pero sé inglés y eso ya es algo. El corralito en Argentina tuvo que ver con la co-existencia real de dos monedas, el dólar y el peso, la devaluación de la segunda y la consiguiente limitación de retirada de efectivo en dólares, que no en pesos, para evitar la fuga de capitales. Lo horroroso de aquello no fue el corralito en sí, es decir, la imposibilidad de retirar cierta cantidad de dinero en dólares sino el hecho de que muchos ahorradores, cuyo ingreso había sido hecho en pesos, perdieron el 80 o el 90% del valor de su dinero.
No parece que ese sea el escenario de Krugman, que simplemente contempla una cierta limitación en la retirada de efectivo para evitar un traspaso de capital al extranjero, en concreto a Alemania. Que este país tiene mala pinta lo sabemos todos. Que los periódicos a veces parece que estén deseando que las cosas empeoren, también. Ahora bien, que un ministro salga a rebatir algo que no se ha escrito empieza a ser desagradablemente frecuente.