Hoy debería haber sido el día, y sin embargo... Libros en la Carretera de Vallecas con Villaverde y una ausencia palmaria de coche. Trabajo que se acumula en distintos ámbitos. Demasiados. Parece ser que todo se retrasará hasta el lunes, aunque el problema de los retrasos es que las nuevas fechas, a su vez, no son de fiar.
Y, luego, la ansiedad, claro: demasiados meses esperando este momento.
Le comentaba a Chica Abril hace poco que quizás sea lo mejor. Quizás el libro al final haya sido un desastre de edición e impresión y no saberlo hasta el lunes sea una manera de ahorrarme un disgusto, o, al menos, aplazarlo dos días.
Empezar el lunes con una buena noticia sería algo maravilloso. Empezarlo con una mala entra dentro de la tradición cultural. No tengo por qué preocuparme, creo que todo va a ir bien y que con creerlo basta para que se cumpla.
(Demasiado tiempo siguiendo a los políticos, me temo, empiezo a preocuparme...)
La fiesta del aguafiestas
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[La Brújula (Opiniones ultramontanas), 3:05]
Buenas noches. Mi aguafiestismo profesional me obliga hoy a la tarea,
ciertamente desagradable, de arremete...
Hace 5 horas