jueves, enero 06, 2011

Barcelona 2011. Dani Flaco y los hoteles de lujo


Me asusto cuando veo que Bud Spencer es Trending Topic en Twitter. Eso suele significar muerte y como fan de Bud Spencer -camiseta con su cara incluida- me vería obligado a escribir una necrológica que me da una pereza absoluta. No era para tanto: simplemente están echando una de sus clásicas películas con Terence Hill y el humor de puñetazos coincide con el humor de Twitter y da estos sustos.

Locutorio paquistaní en la calle Numancia. Vengo de hacer un re-desayuno con Dani Flaco. En principio la idea era tomar una paella en el Port Olimpic pero no todo es posible, menos un día de Reyes familiar. Dani está calmado y a la vez excitado ante los tres conciertos que tiene este fin de semana con Pancho Varona en Hospitalet: viernes, sábado y domingo, prácticamente todo vendido. Hablamos del Fuera de Contexto, es normal, y de lo absurdo que es que él no tenga ahora mismo discográfica y yo no tenga editorial. Cuánto talento desperdiciado y estoy harto de ir de modesto por la vida.

Ayer me llevé otro buen susto en el Sports Bar de las Ramblas. Le tengo cierto cariño al sitio: ahí vi con Fer Cabezas varias pruebas de los Juegos Olímpicos de 2008 y me tragué en 2009 la final de Wimbledon con Sandra Martínez. Todo hacía presagiar un lleno absoluto con ambiente futbolero para ver el Athletic-Barcelona pero no fue así: pantalla gigante pero poca gente. Noche de Reyes y partido televisado en TV3, eso explica muchas cosas. Nunca había visto un partido del Barcelona en Barcelona y no se distinguió tanto de los gloriosos partidos en el irlandés de Tribunal.

El susto al que me refería llegó cuando empató Llorente. A mí me cae bien el Athletic de Bilbao, como a casi todo el mundo. Pero, en fin, quería que ganara el Barça. Solo faltaría: primer partido aquí y van y palman, con lo serio que se toman estas cosas. No pasó a mayores: 1-1 y el equipo clasificado. No puedo decir que la ciudad fuera una fiesta, o no al menos en las Ramblas, copadas como siempre por turistas generalmente extranjeros y que aprovechaban los 10 grados de temperatura para cenar en terrazas.

Estoy pasando estos días en el NH Constanza, aquel lugar idílico donde pasé una semana más allá de la resaca en el verano de 2008. Realmente, es un hotel increíble, mucho más cuando está de oferta ridícula como estos días. Barcelona tiene unos hoteles maravillosos. Puede que Madrid también, pero obviamente yo no voy a hoteles en Madrid, solo en ocasiones muy especiales. Para follar, vamos. Y cuando no tenía casa propia.

El caso es que mis primeras dos visitas aquí fueron al Le Meridien de Las Ramblas, lugar decadente con piano bar y todo. Pasé por algunas pensiones cucarachiles del Barrio Gótico y me establecí en lo mejor de Solmeliá, con especial querencia por el Meliá Barcelona. Escribí un relato sobre un tipo que se suicidaba en el Meliá Barcelona, de hecho, me parece uno de los lugares ideales para morir, especialmente en la planta 18ª o 19ª. Por cuestiones de amistad, me pasé a NH. Belagua, Les Corts, Calderón y sobre todo, ya digo, Constanza. La habitación es como mi casa de grande y la cama solo es como mi cuarto de baño aproximadamente. No consigo convencer a Laura de Pedro para que me acompañe.

Dani es en rigor la primera persona conocida a la que veo y me parece bien empezar por ahí. Quiero descansar pero me parece estúpido pagar el dineral del AVE y de un hotel por muy de oferta que esté para tumbarme en calzoncillos y ver el especial de los 550 partidos de Xavi. Así que esta tarde volveré a bajar Diagonal desde L´Illa, pasando por Francesc Maciá hasta el cruce con Paseo de Gracia y de ahí bajaré hasta el Zurich, donde he quedado con José María Albert de Paco.

Si Albert de Paco no es el mejor periodista español vivo, está en el top 5. En ese top estamos también Ana Boyero, a la que veré mañana, y yo. Cada uno en su franja de edad, con respeto.

miércoles, enero 05, 2011

Pancho Varona y Zahara en el Fuera de Contexto


Parece algo ilógico que nadie hubiera conseguido juntar hasta ahora a Pancho Varona y Zahara Gordillo en un mismo escenario, teniendo en cuenta que se conocen desde hace años y su relación es casi familiar. Cuando yo se lo propuse, sabía que contaba con la complicidad de lo novedoso, pero sinceramente no daba un duro. Suponía que mi tío aceptaría pero no sabía si tendría fechas libres entre giras sabineras nacionales e internacionales, karaokes, conciertos acústicos... Mucho más complicado era que su tiempo libre coincidiera con el de Zahara, que no solo está  también de gira constante sino que vive en Barcelona.

Y ya saben que el Fuera de Contexto es algo así como la camiseta del Athletic de Bilbao: todo gratis, casi como un gesto de estética.

Así que lo milagroso no es ya que les convenciéramos, sino que les convenciéramos dos veces, porque el concierto de ayer tendría que haberse producido el 2 de noviembre. Estaba todo ya cerrado para que fuera así cuando el Ayuntamiento obligó a la Sala Costello a hacer unas obras justo en la planta de abajo y el recital hubo de cancelarse. No importó. Revisamos fechas y el 4 de enero nos cuadraba a todos. Insisto: que nosotros lo hagamos gratis es algo que ya empieza a resultarme dudoso, viendo la calidad de lo que ofrecemos, pero que dos músicos de su categoría acepten no solo tocar sin cobrar sino incluso perdiendo dinero me parece la leche.


El éxito del Fuera de Contexto sería un fenómeno a analizar si yo no estuviera tan involucrado, claro. Ayer, como era de esperar, no solo se llenó el aforo sino que se quedó gente fuera. A mí me duele cada persona que se queda fuera y por eso no le dimos apenas publicidad al evento. El encanto de volar bajo radar. Se ve que la cosa no solo gusta a los espectadores, lo cual me parece comprensible, sino que gusta a los artistas que nos vienen acompañando desde junio de 2010: Pablo Ager, Álvaro Vázquez, Alfon, Emite Poqito, Mäbu, Jorge Marazu, Patricio B., Álex Martínez, Pancho Varona y Zahara.

Casi nada.

Después de cada actuación nos miramos satisfechos y casi eufóricos, con esa sensación de "lo hemos bordado" que es inigualable y tan reconfortante. El silencio de la sala escuchando a Z. o  a Pancho pero también a Laura o a mí, nuestras poesías y nuestros relatos. La fórmula funciona, eso está claro, y todo se basa en dos conceptos: honestidad y calidad. Supongo que con mercadotecnia la cosa funcionaría igual pero tendría un punto sucio: como quitar a UNICEF de la camiseta y poner una fundación de Qatar.

O Catar. O como se diga.

martes, enero 04, 2011

También la lluvia


Un romántico director llega a Bolivia dispuesto a rodar una película que denuncie las aberraciones del Imperio Español en la conquista de América y el decisivo papel mitigador que tuvo la iglesia en todo ello. Junto a él viaja su despiadado productor. Para ubicarnos, el romántico es el que sonríe todo el rato y el productor despiadado es el que está siempre serio, cabreado y repite la palabra “dinero” o alguna cifra en concreto varias veces en solo los primeros cinco minutos de la película. Por si alguien se pierde.

Una vez allí, descubren que la situación no ha cambiado: en Bolivia los indígenas siguen viviendo esclavizados por otro imperio: los Estados Unidos (y un poco Inglaterra) que quieren quitarles no ya sus tierras sino el más preciado fruto de la pachamama: el agua. Con el recurso del “cine dentro del cine” vamos viendo cómo las injusticias se repiten, los poderosos siguen siendo los mismos y los oprimidos siempre tienen las de perder. Tierra y libertad.

No hay nada más en “También la lluvia”. No lo busquen porque no lo hay: indigenismo a lo Manu Chao con un punto “El cóndor pasa”. Como “Avatar” pero con guion a lo Ken Loach, es decir, aún más burdo. Los pobres tienen mirada penetrante y orgullosa, los ricos huyen como cobardes y hablan inglés, la lengua del demonio.

Creo sinceramente que si Icíar Bollaín quería repetirnos lo crueles que fueron los españoles con los indígenas llega un poco tarde. Si quiere demostrarnos lo despiadado y artificial que es “el progreso” y lo puro y honesto que es “la naturaleza misma” llega tarde y que si lo que quería era defender directamente la gestión de Evo Morales –obviamente, su presencia sobrevuela el filme, ambientado cuatro años antes de su llegada al poder-, quizá podría haberlo hecho sin tanto plano de niña llorando, madre desgarrada, trabajadores humillados y ricos occidentales capitalistas disfrutando de su champán.

Así, al menos, no tendríamos la sensación de que nos toma por idiotas. Como si las injusticias no se pudieran contar de manera más sutil y por lo tanto más eficaz o como si no fuéramos capaces de entender las cosas si no nos las explican como a niños de colegios de curas. Los buenos van al cielo, los malos al infierno, o como dice un sacerdote errante en medio de la destrucción de Cochabamba: “Parad la lucha, la tierra es vuestra”, porque obviamente el progresismo rancio necesita al cristianismo rancio como la tierra el agua. Y si mi metáfora les parece pobre, prueben a ver la película.

lunes, enero 03, 2011

Barcelona 2-Levante 1


La gestión de un vestuario, de su día a día, sus egos, sus necesidades… Todo eso se nos escapa a los periodistas y cualquier comentario no es más que una aproximación basada más o menos en el sentido común. Sin duda, Guardiola considera que Messi rinde más cuando se le trata como a alguien especial y los datos le dan la razón. Basta con ver lo que pasa cuando le haces jugar un Mundial entero acompañando a Mascherano en el medio del campo.

Sin embargo, la decisión de Pep de dar más vacaciones al argentino creó dudas durante muchos minutos del partido contra el Levante: ya sin Puyol ni Piqué, en el temido primer partido del año –el propio Guardiola acabó 2010 advirtiendo de su peligro- y teniendo en cuenta que en esta Liga de los 100 puntos no hay margen para el error, la verdad es que dejar que Messi pasara 24 horas más de veraneo en Rosario pareció algo temerario.

Obviamente, cualquier equipo necesita a Messi y el Barcelona también. En la primera parte no supo qué hacer para sorprender, no encontró a ese chico que recibe entre líneas, tira el desmarque, encuentra al compañero o busca la jugada en individual, empieza en la banda y acaba remachando cualquier balón suelto… Ese punto de genialidad, de sorpresa, que al Barcelona le faltó durante 45 minutos hasta que Pedro decidió asumir ese rol.

Y es que Pedro es lo más parecido a Messi que hay en el Barcelona y en el fútbol español. Ya se demostró en aquella semifinal contra Alemania en la que descolocó por completo a la defensa teutona. No es una comparación de talento, por supuesto, pero sí de capacidad de sorpresa. Pedro aparece desde cualquier lado, indetectable, y vuelve loca a la defensa, que no sabe cómo interpretar sus cambios constantes de posición. Dos jugadas suyas con Dani Alves, sacadas prácticamente de la nada, dieron al Barça una ventaja de 2-0 que debería haber sido definitiva con un poco más de acierto local: Villa jugó un partido horrendo y a Iniesta se le vio algo desconectado, aunque con la calidad que tiene, siempre deja algo.

El partido debió acabar 3-0 ó 4-0. No hubiera sorprendido a nadie. Sin embargo, el Levante se aprovechó de la relajación defensiva del Barcelona y del enésimo desencuentro entre sus centrales para acortar distancias. No es que los valencianos llevaran mucho peligro pero sí tuvieron tres o cuatro ocasiones curiosamente similares: balón bombeado desde la banda a media altura justo entre los dos centrales y lejos del portero para que alguien entrara desde segunda línea. Los culés, con su defensa de estreno, Busquets-Abidal, no se enteraron demasiado de la jugada.

El gol de Stuani puso de los nervios a los locales. Por supuesto, pudo llegar el tercero al contraataque pero curiosamente los de Guardiola se olvidaron de su principal arma: defender con el balón. En lugar de triangular aprovechando la presencia de Thiago, Xavi e Iniesta, prefirieron jugar un partido de ida y vuelta, con numerosas faltas y balones colgados. Ninguno de ellos causó peligro para Valdés pero fue una manera absurda de complicarse la vida.

En definitiva, partido tramposo, apenas tres días antes del decisivo choque de Copa en San Mamés y que el Barça solventa como era de esperar: sin brillo, con despistes, con mucha Navidad aún en la cabeza… pero con victoria, la undécima seguida desde que empatara también en casa contra el Mallorca en un partido muy parecido. El lunes será turno para el Madrid de demostrar en Getafe que sigue en la lucha.

domingo, enero 02, 2011

Algunos apuntes sobre George Orwell


Twitter da para bastante poco, créanme. El nivel de debate es bajísimo, abunda el insulto e incluso es difícil encontrar una "autoridad" con un pensamiento mínimamente agudo y escrito en un castellano correcto. Sin embargo, de vez en cuando surgen conversaciones aisladas que merecen la pena y la última tiene que ver con el concepto de Gran Hermano de George Orwell, y como es principio de año y no hay nada mejor que contarles pues le dedicaré un par de párrafos para combatir su tedio y el mío.

De entrada, todo se basa en una mala traducción. "Big brother" en inglés no es "Gran Hermano" -¿qué demonios es un "gran hermano"?- sino "Hermano Mayor". El hermano mayor te protege, te cuida, te vigila... y te castiga. El hermano mayor te dicta las normas de comportamiento y te recompensa por ello. A un hermano mayor no hay que respetarle ni temerle, hay que amarle. Esa era la obligación del ciudadano de 1984, amar al Hermano Mayor, que siempre estaba en todas las casas, con su sonrisa benévola y su bigotito. El padrecito Stalin, lo llamaban otros. Y es que era un señor tan entrañable...

Orwell vivió el estalinismo de primera mano en la Guerra Civil española. Mientras él se dejaba la vida luchando por la revolución anarco-trotskista del POUM -decir que luchaba por la República, sin más, después de leer su maravilloso "Homenaje a Cataluña" es decir mucho-, los estalinistas en Barcelona se dedicaban a hacer lo que mejor sabian: purgar las milicias y hacer desaparecer a sus líderes. El odio de Orwell hacia Stalin desde entonces, incluso desde antes, solo es comparable al odio del propio Stalin hacia Trostki. Todas las "metáforas" de la narrativa de Orwell están tan claras que uno se pregunta cómo es posible que consiguieran tergiversarse: los Napoleón y compañía de "Rebelión en la granja" son Stalin y sus compañeros, los urdidores del sistema opresor de "Big brother" son Stalin y sus compañeros. Los disidentes, se llamen Goldstein o Snowball, son Trotski.

La neolengua es una burla del "diamat" -dialectischen materialismus- y derivados.


Es curioso que la novela se saque a colación cada vez que Estados Unidos saca una ley o que la ministra Sinde intenta hacerlo. El modelo de Big Brother no es solo un modelo de represión brutal y vigilancia policial. Es un sistema que se basa en el amor, en la amistad, en la unidad. Es socialismo soviético à la Stalin. Te mato para protegerte. Tú te delatas en los juicios sumarísimos por amor a la Revolución. 1984 es mucho más que una cámara en un cruce de calles o una orden judicial cerrando una página web, por dios.

Orwell era un hombre de izquierdas. Tan de izquierdas como para jugarse la vida por su idea de la revolución. Tan de izquierdas como para ser odiado por "la izquierda", ese monolito religioso, hasta el punto de tardar años en conseguir editar "Rebelión en la granja", por miedo a ofender a los rusos, cuando estos eran aliados. Una referencia, en definitiva, y un nombre no a tomar en vano. El concepto del Hermano Mayor es enorme, interesantísimo, no lo convirtamos en un arma barata de ida y vuelta.