La idea brotó del entusiasmo, como la mayoría de las ideas. Del entusiasmo y del desconocimiento, como la mayoría de las ideas imposibles. Recopilar una serie de posts publicados, aquellos que no dependieran de la inmediatez sino de su calidad literaria o su análisis político-cultural, y editarlos en una especie de "Diarios".
Por supuesto que, pese al entusiasmo, la terca realidad invita al pesimismo. No confío en que me lluevan las ofertas de publicación. No confío ni en que chispeen.
He hecho un buen trabajo y creo que con eso ya puedo estar satisfecho, me gustaría tenerlo encuadernado y bien editado, me gustaría que alguien lo distribuyera e incluso pudiera ganar dinero con ello. Yo podría intentarlo pero mis fuerzas -y mi dinero- están enfocados por completo a "Gente Rara". Para esto, definitivamente, necesito ayuda.
Y la he tenido: de Lara, de Arcadi, de Ángeles Martín. Todos encantadores, animosos, con buenas palabras en la boca y la misma conclusión a la que yo llegué mientras concebía el proyecto: es muy difícil. Nadie se atreve a pronunciar "imposible", es una norma del sector editorial desde John Kennedy Toole, pero claro que lo pensamos.
Así que va a ser verdad, pero... ¿y si estamos todos equivocados? ¿No hay nadie que se atreva a demostrarlo? Se buscan valientes.
«Más que una pregunta, tengo un eructo», confiesa una periodista
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Momentos de incomodidad se vivieron ayer por la tarde en la librería Alibri
de Barcelona durante el turno de preguntas de la presentación de un libro.
Cuan...
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