Conocí a María Ángeles Vázquez igual que conocí a Pedro Martínez: por un ataque de valentía. Ella co-dirigía por entonces la revista Babab y colaboré con una serie de reportajes sobre Bret Easton Ellis, Ray Loriga y José Ángel Mañas, una trilogía asequible. Un par de esos artículos incluso llegaron a ser nombrados como bibliografía recomendada en Babelia.
El caso es que, aunque ella se fue a la revista Omni-bus y yo dejé de colaborar -pereza intelectual-, la relación profesional la seguimos manteniendo. El año pasado, Ómni-bus fue de las pocas en incluir una reseña de "Vampiros, ángeles, viajeros y suicidas" y este año han tenido la gentileza de incluir la primera reseña crítica -aunque tremendamente amable- de "Pequeños Objetivos".
Gracias a María Ángeles y gracias a Óscar Godoy, ese desconocido obligado a seguir la carrera de otro desconocido.
Imagination not found
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soñar con las caras de sus bebés en el último trimestre de embarazo. Que
por ...
Hace 1 hora