No hay nada más terrible que las trincheras para el pensamiento. Nada más odioso que eso que llaman "línea editorial" y que corta como lecho de Procusto todo lo que sobre por arriba o por abajo. Los periódicos ganan por sus disidentes. Un periódico lleno de disidentes sería un periódico hermosísimo.
La decisión -pareciera que personal- de Polanco de entregar a Salomé la cabeza de Hermann Tertsch es una desgracia para el periodismo. Permítanme que me ponga así de dramático.
Supongo que Tertsch seguirá el camino de Arcadi Espada y desembocará en "El Mundo". Es una excelente noticia para los lectores de ese periódico, entre los que me incluyo, pero una malísima noticia para la pluralidad y la posibilidad de existencia de periodistas neutrales, o, al menos, no adheridos.
Por ejemplo, yo. Con modestia. Todos nos miramos en espejos alargados.
Una rata está convencida de que forma parte del grupo de animales del zoo
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Una rata callejera sin nombre, nacida en las inmediaciones del zoológico de
Barcelona y que se alimenta de los restos de comida que dejan los animales
del ...
Hace 17 horas

