La novia cadáver

El Gobierno ha desaparecido. Ese es el mejor verbo en estos momentos, desde luego. Por eso, desde "El País" dan palos de ciego. De entrada, fustigar al PP porque algo habrán hecho. Luego, el abismo entre la realidad y la opinión -tan criticada por el PP por supuesto, tan del PP cuando ocupaba el Gobierno-.

Me refiero a la brutalidad de una terminal devastada, convertida en un montón de ruinas impenetrables, la imposibilidad de hallar, 72 horas después, ningún rastro de los cuerpos de los dos ecuatorianos, muestra de lo que podría haber sido una masacre en toda regla, mucho más que un mero aviso, desde luego.

Y por otro lado, el editorial bienintencionado en el que se apoya a Zapatero: ha hecho bien en no romper el proceso "para no darle el gusto a ETA de acusarle de romperlo". Bien, como niños. Como adolescentes ante su primer amor roto. A nadie, absolutamente a nadie le cabe duda de quién ha roto el proceso, al menos queda la dignidad de tratar a los asesinos como asesinos y no como enamorados.

Hablan de las treguas como de los noviazgos y eso me preocupa. Obviamente, no saben lo que dicen.