Mañanas dedicadas a guiones literarios sobre muertes y eternidades, relatos truculentos, intercambio constante de personalidad desde el autor a los personajes y vuelta. Vida en una especie de esquizofrenia constante. Psicoanálisis nocturno recopilando posts desaparecidos y pensando -temiendo- que la cantidad impide la estructura y que quizás haría falta sacar dos o tres libros y eso no va a ser posible, así que ¿cómo hacerlo?
Lo dicho, una batalla entre el yo autor y el yo personaje. Observador y participante.
Y en medio, el mundo envuelto en recetas de ansiolíticos. Angustia. No se puede correr siempre por delante de la realidad, ya quedó dicho. No se puede correr siempre, de hecho.
Hautacam, imán para lo peor del ciclismo
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Los augurios más nefastos se han cumplido. Hoy se alineaban *muchos
elementos para que fuese una jornada trágica para el ciclismo, y así ha
sido*: un cic...
Hace 6 horas