jueves, julio 25, 2013

Si la cosa funciona...


Dicen que Woody Allen escribió el guion de "Whatever works" a principios de los 70, es decir, cuando tenía aproximadamente mi edad. La noticia me reconforta porque me había empezado a asustar: no podía ser que estuviera haciendo mías las conclusiones de hombres de 75 años. El caso es que si me preguntaran por mi "filosofía vital" ahora mismo, mi respuesta sería esa: "Whatever works", que en España se tradujo como "Si la cosa funciona..." y no me parece mal porque "Lo que funcione" me suena un poco ambiguo.

En la película, el personaje de Larry David acababa aceptando que la mayoría de las cosas, las decisiones que tomamos en la vida, no son en sí ni "buenas" ni "malas" sino que dependen del momento, de la realidad, de cómo se desarrollen los acontecimientos... algo parecido a lo que decían las abuelas antes: "Hijo, si tú eres feliz...". Supongo que uno de nuestros problemas como sociedad, más aún entre los que desde pequeños hemos sido considerados como gente "brillante", sea eso lo que sea, es la necesidad de juzgar a los demás y sus actos y además hacerlo desde una especie de perspectiva moral universal.

No es que yo vaya a abrazar el relativismo a estas alturas. Hay demasiado hijo de puta suelto como para hacer algo así. Las cosas que están mal, están mal, o, si no quieren ser estrictos, dejémoslo en que las cosas que a mí me parecen mal, me parecen mal, y así lo digo. Lo mismo con las que me parecen bien. Luego está todo lo de en medio, que es la gran parte de lo que nos rodea, y que nos hemos empeñado en tomarnos como si fuera una cuestión de vida o muerte y además dependiera de nosotros. El otro día, viendo el Telediario, uno de estos repelentes tertulianos con opinión sobre todo, criticaba las celebraciones en Inglaterra por el nacimiento del hijo del príncipe Guillermo, y en un principio estuve a punto de darle la razón pero luego vi a toda esa gente tan entusiasmada, sin hacerle daño a nadie, que pensé "¿Y a mí qué más me da?, ¿por qué tengo que tener una opinión sobre esto?"

La vida es mucho más tranquila cuando no se tiene una opinión sobre todo y más aún cuando no nos empeñamos en hacer esa opinión pública. Mientras no haya cadáveres en el armario, la mayoría de las cosas que nos cuenten se pueden ventilar con un "Whatever works" de manual, es decir, que si quien lo ha hecho cree que es lo correcto, pues que lo haga. 

Esto es lo que pienso, ya ven, mientras sigue la distancia infinita con respecto a todo lo demás y la incapacidad de empatía, algo que, según todos los especialistas consultados, terminará tarde o temprano y es normal en mi situación. Supongo que el "Whatever works" en ese sentido es un alivio porque suena mejor que el "mira, a mí déjame tranquilo" o directamente el "¿pero qué me estás contando?". La gente muere, la gente enferma, la gente es liberada después de meses y meses de secuestro, incluso la gente me dice lo mucho que ha cambiado mi vida en estos dos meses y cuando yo me miro, perezoso, digo: "Bueno" pero no puedo llegar más allá.

The Edge lo cantaba mejor que yo: "I feel numb".

Y no es una sensación demasiado agradable.