martes, abril 30, 2013

Entrevista a Aleix Saló


A sus 29 años, Aleix Saló se enfrenta de nuevo al reto de la divulgación. Desde que saltara a la fama con el vídeo de su libro “Españistán”, Saló es una referencia para muchos ciudadanos que no entienden lo que pasa en su país y en el mundo. Obviamente, eso tiene sus riesgos, como él mismo reconoce: “Al utilizar un lenguaje muy popular, tengo facilidad para manipular muchas cosas… y de hecho quizá lo estoy haciendo sin darme cuenta”. Lo cierto es que en “Euro Pesadilla” intenta ir un paso más allá, sin quedarse tanto en el presente y en el discurso más o menos directo, para explicar, en cambio, siglos y siglos de Europa y su lugar en el mundo. Si por algo destaca Aleix es por su claridad, eso nadie se lo puede negar. Su visión de la progresiva desaparición de la clase media, una clase media acostumbrada a planificar, caracterizada por la estabilidad y que ahora ve cómo todo se tambalea, es brillante. En esta entrevista intentamos alejarle un poco del entretenimiento para aclarar conceptos que pueden quedar perdidos en sus vídeos y sus libros. Otra cosa, como él mismo diría con su constante humildad, es que lo consigamos.

Después de “Simiocracia” desapareciste del espacio público para preparar este libro, ¿qué sensaciones tenías entonces, cuánto había de necesidad de prepararse y cuánto de necesidad de escapar de un estrellato tan repentino?
 
Déjame que ponga en duda lo de “estrellato repentino” porque creo que me viene un poco grande. Tener muchas visitas en YouTube es como un músico que toca en el metro: te pueden oír cien mil personas a lo largo del día y que por la noche nadie se acuerde de ti. De todos modos, mi retiro -que tampoco era tal, porque seguía colaborando en un programa de la SER- era más una cuestión de sensatez, de decir “me tengo que poner con el libro porque si no no voy a cumplir el calendario”. Las redes sociales te quitan mucho tiempo y yo las veo como trabajo. Y también un poco para dosificarme, porque a veces lo de estar permanentemente disponible hace que se devalúe un poco tu trabajo.

¿Qué tecla crees que tocaste con “Españistán” para conseguir un éxito así con el vídeo de un libro que se vendió relativamente poco?

¡Mucha gente me decía “El cómic me ha gustado”, refiriéndose al vídeo, cuando el libro llevaba un mes en las tiendas muerto de asco! Era una apuesta tan arriesgada, basándome en pura intención, que para mí fue un aprendizaje. Aquello fue un golpe de suerte más o menos desordenado, pero yo estoy mucho más contento de lo que ha venido después: con más conocimiento de causa y más opiniones para valorar mi trabajo, he ido redireccionando mi mensaje y quizás ahora me vea menos gente, pero vendo más libros. “Simiocracia” vendió más que “Españistán” y espero que “Euro Pesadilla” venda más aún.

Una vez dijiste “No tengo recetas para el futuro, pero me gusta explicar el pasado”. Sin embargo, la gente pide soluciones inmediatas para el presente, ¿cómo vives esa exigencia?

Es un equilibrio complicado. El análisis del pasado siempre lo he hecho y lo seguiré haciendo, entre otras cosas porque, recalco aunque parezca un pesado, yo no soy un experto: trabajo en una liga inferior y trato de hacer de puente entre el mundo popular y el académico. De hecho, el propio leitmotiv de este libro, el “vampirus ibericus”, es una recreación popular del ya famoso término de Robinson y Acemoglu de “élites extractivas” en su libro “Why nations fail?”(“¿Por qué fracasan las naciones?”). Es como llevar eso al “mainstream”, al cómic. Dicho esto, en serio, dudo que alguien me tome como referencia…

“Cada vez que Alemania se ha propuesto ejercer el liderazgo político, Europa ha temblado”, dices como conclusión en “Euro Pesadilla”, ¿cuándo en la historia ha dejado de temblar Europa y bajo qué liderazgo?

Puedes leer el resto de la entrevista de forma gratuita en la revista UNFOLLOW