domingo, enero 13, 2013

Duran, Güemes... y Felipe V



Cuando a los madrileños se les intenta convencer de que su único problema es Cataluña y a los catalanes se les intenta convencer de que su único problema es Felipe V, pasa lo que pasa, es decir que los CiU, los Güemes y compañía van haciendo sus negocietes lejos de los focos de atención y si al final te pillan y tienes que pactar una indemnización, pues se pacta y punto, que será por dinero.

Esta semana hemos tenido tres noticias importantes en lo que tiene que ver con políticos y prácticas poco nobles. Dos han sido muy malas y una ha sido muy buena. Muy malo es que Unió Democrática de Cataluña reconozca implícitamente que se llevó 200.000 euros de fondos europeos destinados a la formación llegando in extremis a un acuerdo con la Fiscalía para devolverlos. Más allá de si Duran debe dimitir o no después de asegurar que lo haría, la noticia deja a las claras que estamos viviendo algo así como “la edad de oro de la corrupción española”. PP, PSOE y CiU son los Nadal, Alonso y Pau Gasol de nuestra política. En todos los países hay partidos con casos de corrupción, pero tres de esta entidad es complicado encontrarlos.

Y todo hace indicar que la cantera viene apretando fuerte, así que, ánimo, y a acabar con todo.

Casos así le hacen preguntarse a uno adónde va ERC en este proceso independentista. ¿Qué clase de país quiere construir con los del Caso Palau y los del Caso Pallerols?, ¿qué clase de país quiere construir con Felip Puig? “Hacer nación” es algo más que montañas nevadas, esteladas al viento. Si quieren convencer de un proyecto deberían aportar algo más que el título y el tráiler. Formar un país de gobernantes deshonestos y corruptos es algo absurdo cuando ya están en uno al que le sobra de eso.

La otra mala noticia es la que vincula a Juan José Güemes con la empresa Unilabs España, que ha conseguido la concesión de la gestión de análisis en diversos hospitales públicos de Madrid. Está muy bien teniendo en cuenta que Güemes fue el que decidió hace cinco años privatizar esos servicios. Ignacio González y su grupo de “liberales” empeñados en que el mercado no tenga nada de libre sino que todo se quede en casa afirman que no hay delito alguno pues Güemes dejó de ser Consejero de Sanidad hace cuatro años y la ley de compatibilidades establece dos como máximo para intervenir en un sector en el que has legislado. Tienen razón. Lo que preocupa es que pasen las décadas y no haya manera de que los términos “legal” y “político” se separen.

Que algo sea legal no quiere decir que sea políticamente aceptable, y en momentos de privatizaciones masivas de sectores de la sanidad pública, muchas de ellas en beneficio de la omnipresente CAPIO, que ha conseguido quedarse incluso con la gestión del “mamobus” de la Asociación Española Contra el Cáncer, la duda de si esas decisiones son por el bien común o por el bien personal me parece legítima. En dos años lo averiguaremos.

Por último, la noticia buena es la dimisión o cese o lo que sea de Miguel Ángel Villanueva. Sobre Villanueva se ha hablado mucho en esta columna, empezando por sus declaraciones de la mañana inmediatamente posterior a la muerte de tres chicas —por entonces eran tres- en el Madrid Arena. Esas declaraciones, en las que no se representaba a sí mismo sino al Ayuntamiento, es decir, a la ciudad, ya hubieran merecido su cese en cuanto se supo que no contenían sino falsedades para apoyar la versión oficial del empresario organizador, Flores, que resultó ser un “conocido” con el que Villanueva compartía cumpleaños, bodas y puede que incluso vacaciones, según apuntan algunos medios, sin que haya pruebas concluyentes al respecto.

Es lo mismo. Uno puede tener los amigos que quiera, ahora bien cuando uno de tus amigos tiene una concesión en exclusiva de un recinto y queda claro que nadie está controlando lo que hace en ese recinto hasta que no muere alguien e incluso cuando muere tú sales a defenderle, a lo mejor no eres un delincuente, que nadie está diciendo que lo seas, pero un buen político, un político que se marcha “con la cabeza bien alta”, hombre, no. Lo del PP de Madrid empieza a ser tan preocupante que uno ya no sabe ni qué va a ser lo siguiente. Artículo publicado originalmente en el diario El Imparcial dentro de la sección "La zona sucia"

Artículo publicado originalmente en el diario El Imparcial dentro de la sección "La zona sucia"