domingo, noviembre 25, 2012

Bret Easton Ellis y la narrativa de uno mismo


En la gira de promoción de su última novela, “Suites imperiales”, Bret Easton Ellis luchaba por dejar de parecer un niñato consentido y pulía su imagen sometiéndose a innumerables sesiones de entrevistas, fotos, coloquios… “Está mucho más calmado que otras veces”, concedía la jefa de prensa de Mondadori, como si el escritor se hubiera cansado tanto de sí mismo que hubiera decidido rendirse, entregarse al enemigo, a la cámara de fotos, a la grabadora en pie frente a su sillón acolchado.

Llevaba gafas, pelo muy corto y recordaba a alguien que debió de ser suficientemente guapo y rico en su juventud como para pasarse una vida hablando de belleza y dinero. La primera pregunta que le hice fue sobre una canción de Hole que decía en su estribillo “There is no power like my pretty power” (“No hay poder como el poder de mi belleza”).  ¿Hasta qué punto estaba de acuerdo con la afirmación de Courtney Love? Ellis miró a su alrededor, hastiado, como si quisiera marcharse de allí y entonces recordó que no, que el nuevo Bret Easton Ellis no hacía esas cosas y se limitó a contar una historia muy larga, que empezaba por la noche anterior, un insomnio prolongado y un resfriado persistente.

Algo muy trivial.

Cuando uno llega a una entrevista dispuesto a empezar con una discusión metafísica y acaba escuchando una charla sobre remedios para catarros, obviamente es que ha perdido por completo los tiempos y el poder. Eso lo sabía el entrevistado Bret Easton Ellis porque lo había aprendido del novelista Bret Easton Ellis. Poca gente como él ha sabido mezclar los conceptos de persona y personaje, no ya en la tópica acepción de “¿Cuánto hay de autobiográfico en el protagonista de tu novela?”, que es completamente irrelevante, sino, más bien,“¿hasta qué punto sabe el protagonista de tu novela que está siendo el protagonista de tu novela?” De acuerdo, eso está en Unamuno, pero ahí como agonía; aquí, simplemente, como escaparate. Estética.

La estética de uno mismo. La narrativa de uno mismo. En “Glamorama”, su cuarta novela, Bret Easton Ellis hace que Victor Ward vaya enloqueciendo poco a poco y acabe convencido de que su vida no es sino la película de su vida. Que la persona es el personaje y que no hay manera de diferenciarlos. Victor Ward acaba cansado de ser Victor Ward igual que Ellis acabaría cansado de ser Ellis. Lo mismo podría decirse de Sean y Patrick Bateman o de Clay, especialmente en su segundo advenimiento de 2010. De hecho, diría que “Menos que cero”, publicada en 1985 cuando Ellis no era más que un estudiante de universidad rodeado de amigotes ricos y nihilistas, es la única novela que se salta ese análisis, aunque lo anuncia.

Los personajes de Ellis son básicamente gente aburrida. Estresantemente aburrida, en ocasiones, pero aburrida. Las consecuencias de sus actos no son morales y raramente afectivas, simplemente son estéticas. Lo que queda bonito y lo que queda feo. Cuando uno no vive sino que cuenta su vida puede perder la noción de lo bueno y lo malo, como pierde la de lo placentero y lo doloroso. Los personajes de Ellis escapan a menudo de la convención “hedonista/autodestructivo”. Son otra cosa. Son lo que la cámara –el teclado- decida que son y ellos están ahí, mirando su peinado, su bronceado, su ropa, repasando el plano una y mil veces para intuir lo que la gente va a pensar cuando el director grite “corten”.

De la misma manera, Ellis, en el Hotel Villamagna, cinco estrellas de lujo, Paseo de la Castellana de una ciudad europea en la que la decadencia solo asomaba aún la patita, parecía aburrirse y divertirse y jugaba  a contarte quién era sin que realmente supieras si lo que te estaba contando era verdad o mentira. Simplemente, intentaba que tuviera sentido. Que fuera una buena historia. Que el periodista la pudiera contar en su revista o en su periódico, diciendo “Bret Easton Ellis es así” para que él se partiera de risa en cualquier otro lado, con su traductora rubia al lado, pensando “¿Qué demonios sabrá esta gente de quién es Bret Easton Ellis?”

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