martes, abril 12, 2011

Dormir no me hace mejor persona pero tampoco me hace más infeliz


Dormir. Ir en ayunas al hospital y entrar en el tubo de la resonancia magnética: calzoncillos, bata y cascos insonorizantes. Estar muy tranquilo y muy quieto, respiración acompasada al ritmo del ruido. He oído discos de Thom Yorke peores que eso, créanme. Seguir órdenes e instrucciones. Vestirme. No llegar a un pase de prensa, así que elegir un buen desayuno: pulga de tortilla francesa, zumo de naranja, descafeinado y bollo. Premiarse, a veces, y no solo castigarse.

Dormir. Hasta la hora de la comida. Pollo con ensalada. Buen menú, señor. Escribir reseñas que no son reseñas y programar un poco el futuro. El futuro no tiene muy buena pinta, pero de una manera o de otra saldremos adelante. Por ejemplo, durmiendo. Dormir una hora y media más, ahora de siesta, luego bañarme, luego estirar, luego coquetear con otro ataque de vértigo que se queda en nada, luego vestirme e ir a la inauguración de una tienda de ropa con Laura de Pedro y su amiga Eva. Una tienda de ropa en la calle Velázquez, con presentadores de la MTV y chicos y chicas sacados de la portada de una revista de tendencias.

Nosotros, ahí, tan morenos y tan bajitos. Síndrome de Mozambique. Manhattans y copas de vino. 21 grados y un montón de viento. La tienda se llama 11:11, a mí me hace mucha gracia porque me hice amigo de Laura entre otras cosas por un proyecto que giraba en torno a las 11:11 del 11 de noviembre de 2011. El 11 de noviembre de 2011 hará 11 años que me dejó mi novia de los 90 pero eso Laura no lo sabe. A Laura no le interesa. Laura está un poco incómoda, diría, o simplemente no encajamos y lo mejor es irse. Pasear. Goya hasta Colón y Génova hasta Alonso Martínez.

Tomar unas patatas en La Cruz Blanca. ¿Esto por siete euros? Sí, esto por siete euros, y sin terraza ni nada. Hablar sobre preguntas incómodas. La que ustedes ya saben es: "Y tú, ¿a qué te dedicas?", la nueva versión es "¿Y con qué estás ahora?" Preguntas que todos hacemos, por otro lado, ningún escándalo, ninguna conspiración. Despedirse de las chicas en el cruce con Hortaleza y andar hacia Churruca. El mismo calor pero el mismo viento. Ganas de. Una pareja dobla sábanas al otro lado del patio. Recuerdos de la vie à 2, conciencia de que la vie à 2 ya nunca será lo que fue. Navegar un poco, lo justo, volver a estirar, oler a mentol porque el relajante muscular huele a mentol, googlear para qué demonios sirve una resonancia magnética.

Dormir. Y al día siguiente, despertarse.