sábado, abril 23, 2011

Closing walls and ticking clocks



Para mí, "Clocks", de Coldplay siempre irá ligada al 11-M. No a la investigación del 11-M, no a las manifestaciones del 11-M, no a sus juicios, sus pancartas, sus mentiras, sus editoriales, sus reproches, sus elecciones, sus policías, sus jueces... No, al 11 de marzo de 2004, en torno a las dos y media de la tarde, mi abuela y yo comiendo en casa, la televisión sintonizada en una cadena de vídeos musicales, Onda 6, creo que se llamaba, a punto de llorar, realmente a punto, completamente desbordado, y "Clocks" sonando, con el piano en bucle, me encanta ese piano en bucle, repitiendo las mismas notas una y otra vez, escala arriba, escala abajo.

Lo peor del 11-M, lo he dicho siempre, es que no nos dieron tiempo a llorar ni a hacer luto, al día siguiente ya estaba todo el mundo gritándonos, como si en el fondo, de una manera o de otra, todo fuera culpa nuestra y no nos mereciéramos ni el respiro del dolor.

Del mismo modo, "Domingo astromántico", para mí, es mucho más Zahara que Love of Lesbian y es definitivamente Nueva York. Manhattan con sus avenidas, cualquiera de ellas, rumbo a Times Square o ya pasada Times Square, agosto de 2009, mi iPod y mis cascos y una cierta soledad de varias horas al día recorriendo una ciudad inabarcable y del mismo modo bombardeada. Una ciudad a la que vuelvo dentro de cinco días, aunque aún no me haga a la idea, aunque tenga un poco de miedo de que esto no vaya a ser sino una repetición de aquello: los paseos, la soledad, los rascacielos y los "restrooms" gratuitos. Holden Caulfield.

Ayer, Nueva York se apareció desde lo alto en una película maravillosa: "Inside job". Como documental le debe mucho a "Capitalismo", de Michael Moore, solo que sin símbolos ni demagogia ni tantos chistes. Es más riguroso, ofrece muchos más datos y unas entrevistas que Moore jamás conseguiría solo por la fama que le precede pero a las que el "inofensivo" Matt Damon accede con mucha más facilidad.

Aunque a la quinta pregunta le quieran echar del despacho.

Ambos documentales se centran en la espiral de la crisis del crédito, las hipotecas imposibles, los fondos basura, la especulación, Goldman Sachs, Lehman Brothers, AIG... el desplome del sistema financiero estadounidense y mundial. Lo bueno de "Inside Job" es que tiene un año más de estudio. El año de Obama. Los palos que le caen a Obama por mantener exactamente el mismo grupo de asesores financieros que llevaron a la administración Bush al colapso son notorios. Lo malo es que es más técnica, más abrumadora, menos gráfica. En eso, Moore no tiene competencia.

Así que al final los que quedamos somos María y yo cenando tostas de salmón o tomando copas de vino y hablando de lo imposible, es decir, de Estados Unidos, porque Estados Unidos no existe, ya lo dije en su momento, aquel mismo verano de 2009: lo que existe es "América", como ellos lo llaman o un continente inmenso con una bandera, un himno y en ocasiones un idioma como punto en común. Las dificultades para cambiar lo que no existe. Habría que construirlo. Así, Obama.

En cinco días voy a Nueva York, insisto, pero eso no sacará a nadie de dudas. Nueva York no es Estados Unidos, es Nueva York. Nada es Estados Unidos, quedó dicho. El hecho de que un país que no existe domine el mundo es la prueba más clara de que vivimos en un mundo místico, en el mejor de los casos, metafísico.