viernes, octubre 01, 2010

Machete

Reseña para la revista Neo2, que también publicará varias cosillas mías en octubre y noviembre. Como siempre, aquí tienen el enlace al original con fotos chulas y aquí la versión escrita:


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MACHETE NO MANDA SMS
Seguramente haya algo más en la vida que chicas y coches y mucho más que chicas y armas de repetición. Eso no quiere decir que en determinados momentos y con determinados directores y actores la fórmula no funcione. Robert Rodríguez nos trae en “Machete” exactamente lo que prometía en el tráiler de 2007 para el Proyecto Grindhouse: una historia algo enloquecida sobre lealtad, justicia, vencer a los malos y crear una leyenda del bien a base de tiros y explosiones. Machete es un tipo duro que trabaja para la policía mexicana luchando contra el narcotráfico, pero cae en una trampa y tiene que empezar de cero, sin familia ni medios, en el otro lado de la frontera. La injusticia inicial –y las que le siguen- justifica todo tipo de reacción. Cuando jodes a un tipo duro sabes lo que te espera y eso es así desde los tiempos de Santa Ana y El Álamo, amigo. Rodríguez no se salta ni un paso en la serie afrenta-venganza-persecución-nueva afrenta-nueva venganza-nueva persecución… y hace bien.
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Danny Trejo es el actor ideal para el personaje y no se puede decir que no se lo merezca, lleva una larga carrera de secundario esperando un momento así. Por supuesto, lo borda. Puede que sea fácil poner cara de “no me jodas y yo no te joderé” (en palabras de Jessica Alba durante la película) y disparar a diestro y siniestro mientras te desgarra un conflicto interior, pero hay gente que se ha hecho millonaria con algo parecido a eso y poco más. Si no, podéis ver “Los mercenarios” y comprobar. Muchos criticarán el uso excesivo de la violencia para crear comedia. El momento en el que sacarle las tripas a un tío y colgarte con ellas por una ventana resulta divertido. Cada cual tendrá su posición al respecto, en cualquier caso es algo con lo que cuentas al entrar a ver una película de Robert Rodríguez y ya estamos mayores para escandalizarnos. No sólo consigue hacer reír mediante la violencia sino que se ríe de la violencia continuamente precisamente a través del exceso. Estética de Serie Z. Estética, más bien, de videojuego.
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La duda que teníamos todos era cómo iba a alargar ese tráiler fantástico de tres minutos para convertirlo en una película de más de hora y media. La idea no parecía dar para mucho. Uno sabe que va a haber “punch lines” memorables, que Trejo va a estar fantástico y aterrador y que va a haber unas chicas impresionantes desnudas o semidesnudas o con pantalones ceñidos y top prieto. En este caso, Michelle Rodríguez, Jessica Alba y Lindsay Lohan. Chicas con metralletas, el sueño recurrente de una generación. Rodríguez traza como hilo de conexión una historia algo exagerada pero con un punto real: el drama de los “espaldas mojadas” que llegan a Estados Unidos por la frontera con Texas. Eso lo hemos visto mil veces, vale, pero en pleno debate sobre las leyes de inmigración en Arizona, que permiten expulsar a cualquier inmigrante ilegal sin proceso judicial previo, el tema gana actualidad.

Hay algo raro en Robert Rodríguez: no habla español en público, él mismo es estadounidense, sus conceptos de la justicia y la redención son propios de John Wayne… pero a la vez sabe perfectamente dónde están sus raíces. Se ha convertido en el rey del Tex-Mex: burritos, latinas impresionantes, peleas a puñetazos y Steven Seagal repitiendo “puñeta” con esa cara de boxeador sonado que le han dejado los años. Machete no pretende ser un héroe de los inmigrantes, es decir, no hay nada en el personaje que nos invite a pensar que quiere ser mexicano por encima de ninguna otra cosa. No. Sólo cree en la justicia y en ayudar a los pobres.  Y en esta historia, los pobres y perseguidos son inmigrantes, así que está justificado. No sé qué impacto causará en Estados Unidos ver a un montón de lavaplatos y jardineros armados hasta las cejas y persiguiendo a senadores y policías federales, pero a Jessica Alba le parece bien. Estoy dispuesto a aceptar cualquier cosa que a Jessica Alba le parezca bien.