jueves, mayo 13, 2010

Robin Hood


Una mezcla entre "Gladiator", "Braveheart" y "Salvar al soldado Ryan". Con ustedes, Robin Hood de Ridley Scott, en Notodo.com:

Olvidaos de todo lo que hayáis visto antes. Esto no es un nuevo remake de la clásica leyenda de Robin Hood. Para no repetir lo ya contado mil veces, Ridley Scott se ha inventado un nuevo universo, alejado de la leyenda y de la historia. Eso puede desesperar a muchos puristas y no les faltará parte de razón pero a la vez constituye un motivo para ir al cine a ver la película: ¿Qué demonios habrá hecho el mago de Blade Runner, Alien o Thelma y Louise a sus 73 años? Robin Hood es una película de aventuras y guerra que no envidia nada a otras adaptaciones semi-históricas del tipo Gladiator, Braveheart o incluso Salvar al Soldado Ryan, cuya escena del desembarco de Normandía se ve aquí prácticamente calcada. La sangre, el agua, los frágiles barcos a la deriva... Algo de amor hay, pero el justo.

Robin Longstride no es un ladronzuelo avispado. Ni siquiera va de verde y desde luego no lleva ningún sombrerito con plumas. No es un pícaro con un cierto sentido social sino un héroe nacional. Hay que aclarar que la película se presenta como un previo a la leyenda, es decir, nos explica de dónde salió Robin Hood antes de establecerse en el bosque de Sherwood y atacar al Sheriff de Nottingham. De dónde salió el personaje y de dónde salió su sentido de la justicia y la igualdad entre los hombres. Para ello, Ridley Scott lo coloca junto a Ricardo Corazón de León en las Cruzadas, como arquero dentro del ejército inglés. Tras la muerte de Ricardo y el advenimiento al poder de su hermano Juan, Robin se hace pasar por un caballero de Nottingham también muerto en Francia para luchar contra el nuevo rey y sus impuestos, el rey francés y sus intentonas invasoras y de paso enamorar a Marian, la siempre excelente Cate Blanchett.

Con estos ingredientes, tenemos un nuevo universo de aventuras, batallas y conspiraciones que harán las delicias de los amantes del género. Olvidaos de prejuicios, tenemos que insistir en eso: según la leyenda, Robin jamás estuvo en las Cruzadas, Ricardo nunca murió volviendo a Inglaterra sino luchando contra los franceses en Limoges y así, el resto de referencias supuestamente históricas hay que entenderlas como el intento de establecer un contexto fílmico y narrativo, un enfoque distinto. Quizá molesta un poco que Russell Crowe se pase la película tan serio y que cada frase que diga Robin Hood parezca sacada de un tratado de filosofía política, pero un héroe siempre es un héroe, ya sabéis, no vamos a ponernos quisquillosos a estas alturas. Espadas, flechas y lava lanzada desde lo alto de un castillo, de eso se trata, y eso es lo que hay.