animalkingdom-3


Estamos acostumbrados, más o menos, a las historias de familias del hampa que se dedican a destruirse entre sí. Mucho menos, a historias de familias cuyos miembros, incapaces, con evidentes retrasos mentales o al borde de la locura al estilo William Faulkner, llegan a reinar durante un tiempo gracias a alguna maquiavélica mente que consigue poner orden en el caos pero se van autodestruyendo a sí mismas, fruto de diversos aciertos policiales y de las propias carencias, descuidos y una sensación errónea de poder.

“Animal Kingdom”, como decía, tiene mucho de novela de Faulkner: cuenta la historia de J (Josh) a partir de la muerte de su madre por sobredosis y su inclusión en el poco convencional mundo de sus tíos que dirige su abuela con una sonrisa en la boca y formas de dama australiana. Lo que se omite tiene tanto valor como lo que se cuenta, y mantiene al espectador pegado al asiento sin necesidad de presentarse como un jeroglífico. Cada personaje tiene un punto evidente y otro punto indescifrable, lo que provoca que nadie se pueda fiar de nadie y ni siquiera nosotros sepamos quién es el bueno y quién es el malo o cuándo cada uno se va a portar como tal.
animalkingdom

La película, una de las cimas australianas de 2010, avanza a base de trapicheos, abusos de poder, violencia contenida y expresa, diálogos cortos y el retrato, diapositiva a diapositiva, de una familia que se hunde, asfixiada, mientras sus abogados-consiglieri intentan a veces con éxito y a veces sin él sacarlos del filo del abismo. Por supuesto, esto no sería capaz sin unos actores soberbios, empezando por la enigmática Madrina –Jacki Weaver- y siguiendo por el impresionante Ben Mendelsohn y los más que solventes miembros de la familia Cody: Joel Edgerton, Luke Ford y Sullivan Stapleton. James Frecheville, el supuesto protagonista, aquel niño supuestamente indefenso que queda huérfano en el minuto uno de la película, cumple en un personaje complicado por su ambigüedad constante. Guy Pearce parece ligeramente desaprovechado como policía representante del bien. Al menos, no es el típico poli tonto y eso se agradece.

animal4

En definitiva “Animal Kingdom” es una película sobre drogas, crímenes, poder, familias desestructuradas y persecuciones policiales. Una buena película de género que recuerda a los mejores clásicos modernos con un puntito de cine social en la dosis justa y no empalagosa. Gran recomendación para este Año Nuevo.