domingo, diciembre 27, 2009

Spanish Movie



Sólo como fenómeno industrial, "Spanish Movie" ya es interesante porque desmonta un mito: el cine español no le interesa a nadie y solo puede vivir a base de subvenciones injustas. Pues parece que no. Sea lo que sea "el cine español", que sería un debate eterno, sí que da la sensación de que puede llegar a interesar y que esas subvenciones han valido para algo. Para sacar a grandes cineastas que han conectado con el público. La  gente ya no huye cuando oye "película española". Al contrario.

Con el único reclamo del refrito y unos cuantos nombres televisivos minoritarios -Carlos Areces, Joaquín Reyes, Alexandra Jiménez...- el éxito de la película ha sido total: número uno en pleno mes de diciembre. No hacía falta ni Miguel Ángel Silvestre ni Hugo Silva ni Amaia Salamanca. Confirma el excelente momento que vive ahora mismo el cine español: solo en los Cines Princesa, sin necesidad de fijar por ley una cuota de pantalla ni nada de eso, había cuatro producciones de nuestro país.

Y recordemos que se trata de unas salas pensadas para películas en versión original subtitulada.

El público manda y el público reconoce: "El orfanato", "Mar adentro", "Abre los ojos", "Los lunes al sol", "Los otros", "Volver", "REC", "Alatriste" y "El laberinto del fauno", con algunos guiños a "Pagafantas". Amenábar y Almodóvar, pero no sólo Almodóvar y Amenábar. Si uno lo piensa bien, dentro de un año podrían hacer una segunda parte y reunir "Fuga de cerebros", "REC 2", "Ágora", la propia "Pagafantas" y el estreno primaveral taquillero que corresponda.

Solventada la primera ecuación, la de la cantidad, quedaba por resolver la segunda: la calidad. No todas las películas mencionadas son buenas aunque todas hayan sido taquilleras. Me parece intrascendente. No todas las películas italianas son buenas pero no hay un debate al respecto, se da por hecho. El asunto era saber si "Spanish Movie", aparte de reflejar algo que pedantemente podríamos llamar "el espíritu del tiempo", además era una película divertida.

Todo el mundo decía que no, y aún no sé por qué: a mí me gustó. Es exactamente lo que esperas. El refrito, las imitaciones, los cameos, algunos chistes fáciles y algunos muy currados, mucha postproducción, mucho absurdo, un montaje delirante... yo no digo que ese cine tenga que gustar, solo digo que se ha convertido en un género y que esta película no desmerece. Confirma además algo que sí es uno de los innegables puntos fuertes del cine español: tenemos excelentes actores y actrices. Prácticamente todos están perfectos y prácticamente todos se han curtido en la televisión.

Quizás sería momento de dejarse de prejuicios y afrontar la posibilidad de que el paradigma ha cambiado y punto. Al menos para la comedia, desde luego.

Cuando te permites el lujo de tener a Carmen Ruiz para que aparezca solo dos minutos es que la cosa va muy bien. Y creo que es para alegrarse. Por cierto, y hablando de secundarios, lo de Michelle Jenner es un escándalo. Si no saben a qué me refiero, que lo dudo, lean esto.