jueves, septiembre 24, 2009

Cortogenia post-vacacional


Nacho Vigalondo está a la salida del "Blue Note" hablando por teléfono. Paro, le saludo, cuelga y hablamos del viaje de vuelta de San Sebastián en el que coincidimos cinco minutos en la estación antes de que yo me pusiera con el ordenador y él, por lo que dice, cayera absolutamente derrotado y dormido en su asiento. Se va a Texas, a Austin en concreto, a una exposición de armas o algo así. Vigalondo en Austin es una autoridad. Vigalondo y Lance Armstrong. "Yo me voy a Cortogenia", digo, agitando mi invitación impresa en un folio, "que más o menos es lo mismo". Nacho se ríe un poco y se mete para dentro a seguir trabajando en un proyecto.

Lo bueno de Cortogenia es que todo son caras conocidas en un espacio muy limitado. Supongo que eso podría ser malo también pero ayer en concreto fue bueno. Cortogenia no es San Sebastián, con sus castas y sus fiestas privadas y su pelea constante de acreditaciones al vuelo. Cortogenia es más de andar por casa y eso se agradece. Los cortos de hoy son "Recuerdos a Wifly", que me resulta bastante incomprensible, "Ya no voy a hablar más", que me resulta comprensible pero no me dice nada, "Mañana", una comedia muy divertida con el encantador Dani Pérez Prada como chico protagonista y una excepcional Pepa Rus de co-protagonista femenina y "Pulsiones", de José Manuel Carrasco, corto del que ya hemos hablado tantas veces aquí que mejor no insistir. Ya saben que me encanta.

En fin, después de los cortos el encanto del Larios Café cuando no está abarrotado y todo el mundo tiene una invitación: Borja Crespo, Millán, Pepa, Dani, Javi Frutos -viejo compañero de Sofres seis años atrás y ahora montador de cortometrajes, aún recuerdo cuando yo fichaba con su tarjeta para que se pudiera ir antes a dormir y llegar a la ECAM el día siguiente-, una chica canaria escandalosamente preciosa, Marko Mihajlovic, Nacho Casalvaque, el propio José Manuel, Nico Matji... No es exactamente petardeo ni famoseo, es otra cosa, porque ni somos petardos ni somos precisamente famosos.

Pero somos.

Y una vez al mes mola recordarlo.