domingo, junio 07, 2009

El PP gana unas elecciones europeas más bien sosillas

No hubo revolución. Uno siempre está esperando esas cosas y nunca llegan. Tampoco quiere decir que eso sea necesariamente malo. En Europa se han visto unas revoluciones algo peligrosas en determinados países y aquí se ha optado por lo conservador. La mayoría de los del PP han votado al PP, los del PSOE al PSOE. El poder establecido.

Para mí, es una pena. Casi una tragedia. Le pedimos a los partidos capacidad de autocrítica, pero también hay que pedirle algo a los votantes. Por supuesto, era una buena oportunidad de castigar al gobierno Zapatero por la situación económica y al PSOE en general por una campaña infame, pero también hubiera sido maravilloso castigar al PP por su falta de rumbo, su obsesión por la anécdota y su elogio constante de la corrupción cuando aparece.

Sin embargo, no ha sido así: entre los dos 44 de los 50 eurodiputados en juego. ¿El gran consuelo? Se ha duplicado el número de votos en blanco: 220.000 en estas elecciones, más del doble que hace cinco años.

Ambos tienen razones para estar tristes y contentos. El PP puede estar triste -Losantos está que trina- porque no ha habido tal revolución. Vamos a ver, tampoco es fácil. Hace sólo un año perdieron por 3,5 puntos y hoy han ganado por casi 4. Eso es un vuelco de 7,5 puntos en catorce meses. A mí me parece bastante. El PSOE puede estar contento por minimizar las pérdidas, pero no deja de ser cierto que han perdido casi cinco millones de votos en este período y que, bueno, nos pongamos como nos pongamos, han perdido las elecciones y por una diferencia que, en unas generales, podría significar casi 20 escaños...

Algo parecido pasa con los partidos intermedios. IU y la coalición CIU-PNV-CC se mantienen en porcentaje y en escaños. Para los nacionalistas es un alivio casi, después de haber sido desalojados -al menos vascos y catalanes- del poder recientemente. Podría haber habido desplome y no lo ha habido. Para IU es un desastre mitigado. Sigue siendo el tercer partido más votado de España, pero con casi medio punto que en 2004 y 50.000 votantes menos. Con respecto a 2008, la sangría es de casi 400.000.

Si la izquierda cree en un proyecto alternativo para salir de la crisis era el momento de demostrarlo en las urnas. Obviamente, no lo ha hecho. Ni aquí ni en toda Europa.

UPyD ha triunfado, pero le pasa lo mismo que al PP: no ha conseguido la revolución. Pasa del 1,2% de las generales al 2,9% y gana 150.000 votantes con casi la mitad de participación. Muy buenos resultados. Sin embargo, el caramelito del segundo diputado estaba ahí, tan a la mano... Tiene margen de crecimiento, por supuesto, pero de momento sólo parece seriamente establecida en Madrid. En el País Vasco, sus resultados han sido decepcionantes: la mitad de votos y un punto menos de porcentaje, aplastados además por la aparición de Iniciativa Internacionalista. Con estos resultados, no hubieran tenido representación, pues no llegan al 3% en Álava.

De los demás... bueno, destaca la aparición de la propia II. Demuestra que la izquierda abertzale sigue teniendo cierta capacidad de movilización. 116.000 votos son muchos votos en unas elecciones así. De hecho, son los mismos que el PP. Vale que era una oportunidad que no podían dejar escapar y que habrán ido a votar todos, pero me disgusta profundamente que haya tanta gente dispuesta a validar un proyecto claramente pro-terrorista y hasta cierto punto pone en entredicho la mayoría no nacionalista del PSE-PP. Con estos resultados, obviamente, el PNV seguiría en el poder.

Grandes desastres: bueno, el principal es el de Ciudadanos-Libertas. Y eso que tenían a Intereconomía volcados con ellos. Se han quedado con 22.773 votos en toda España y 6.981 en Cataluña. Eso es lo que queda de Ciutadans. Un 0,36% del total.

Todo queda demasiado en el aire como para que se produzca cambio alguno: el PSOE verá "brotes verdes" en esta derrota y Rajoy no se puede ver legitimado a pedir una moción de censura que además perdería. UPyD sigue a la espera e IU sigue despeñándose, pero tan lentamente que casi ni se nota. Los nacionalistas siguen donde estaban: suman los mismos escaños en circunscripción única que en las generales, es decir, un 6% aproximadamente (en el Congreso, ocupan en torno al 6,5%).

Hasta dentro de dos años no habrá más elecciones. Aquí nos quedamos. Esperando a Godot.