lunes, junio 22, 2009

Ascensión y caída de El-Kum

Habrá mucha gente que no conozca a Daniel El-Kum. Lo supongo porque yo mismo no conocía a Daniel El-Kum hasta que leí la noticia de su suicidio en el periódico. En pleno ataque de locura, con la casa en llamas -de manera intencionada o no- Daniel salió a su terraza con su perro en brazos y se lanzó. Murió casi en el acto.

Hay un tipo de periodismo -nuevo, más que viejo- que se empeña en que odiemos a la gente que no conocemos del todo. Es el objetivo de la llamada prensa del corazón: ridiculizar a cualquiera que sea famoso, de manera que todos nos podamos echar unas risas a costa de ellos y decirnos mil veces: "Sí, pero nosotros somos mejores, nosotros somos los justos, nuestro será el reino de los cielos".

Generalmente, todo ese tipo de burlas y odios se producen cuando el conocido desconocido está vivo. A veces, muy matizadamente, y si es muy famoso y controvertido, incluso cuando muere. Esto que voy a colgar ahora me parece el límite, y para que nadie se ofenda cuelgo aquí el enlace:

"La televisiva España de los fines de semana. Tan triste como el vuelo desesperado de un Daniel El-Kum enajenado que convirtió su vida en un mal estilismo. Uno tiene que estar muy tocado para lanzarse al vacío abrazado a su terrier. Los medios nos saltamos a la torera en esta ocasión la censura que gira en torno a los suicidios porque la víctima es un famosillo.

Por lo visto, el morbo siempre queda por encima de cualquier tabú. Lo que nos quedará por ver y escuchar a lo largo de esta semana.

Los 'telecarroñeros' sobrevolarán en círculo sobre el cadáver de alguien que ha decidido 'autoapagarse'. El-Kum, último juguete roto de los 'realities'. Cuando la fama pasa factura y hace pedazos a sus 'elegidos', ocurren cosas así. Un tema como para tomárselo muy en serio. ¿Qué ocurre con estos programas que 'descolocan' a todo el que pasa por ellos? Y luego, algunos, esos 'genios' de lo catódico, lo llamarán neorrealismo... ¡Puagh!"

Otro mensaje que se autodestruye: un morboso que critica el morbo desde la utilización repulsiva del morbo. ¿Saben cuál es el título del artículo? Han acertado: "Ascensión y caída de El-Kum". Caída. ¿Lo pillan? Es bueno, ¿eh? Un tipo se lanza desde una terraza, muere, y el periodista hace coñitas empezando por el mismo título. No sólo eso, empieza la retahila: "mal estilismo" como metáfora de su muerte, un "tocado", "famosillo"... Por supuesto, el periodista no sabe quién es El-Kum. Sabe algo del personaje pero nada de la persona.Y la confusión entre estética y ética es peligrosa.

No sabe qué pasaba por su cabeza, ni hasta qué punto estaba tocado o no, ni sabe qué tipo de enfermedad tenía, si tenía alguna, y desde luego no tiene ni idea de si el programa en cuestión le "descolocó" o venía ya descolocado de antes, y en cualquier caso, "descolocó" me parece un eufemismo en todo esto.

Le diría al nuevo periodismo que cuando una persona muere, se olvide un poco del personaje. Que deje de machacarlo incluso cuando está frío. Que se acaben las bromitas y las coñas con todo, incluso con el suicidio y el sufrimiento mental. Quizás es que yo soy un moralista y eso es todo. Tan moralista como el tal Nico Rey, que dice aquello de "ahora los demás vendrán y..." como si el texto, el titular y la foto no fueran suyos, sino de "los demás", sean quienes sean.

Yo lo siento, pero me parece que cosas como estas cruzan límites y que hay que decirlo.