viernes, mayo 22, 2009

"Good" en Notodo.com

Tenía pensado un post sobre aspiraciones, algo así como "no queremos que Jorge Herralde nos publique, queremos ser Jorge Herralde". Es decir, no queremos favores, queremos asaltar el Palacio de Invierno, que siempre es una opción muy sugerente, casi a cualquier edad.

Pero el post se me fue de las manos y todavía creo que no puedo explicar realmente bien lo que quiero decir al respecto. Así que, a cambio, les voy a plantar aquí la reseña de "Good" que he publicado hoy en Notodo.com:



Hay películas que destacan por su originalidad y su imaginación y otras que lo hacen por su calidad y consistencia aunque el argumento tenga un punto algo sobado. Good pertenece a esta segundo tipo. Vicente Amorim, director de la irregular El camino en las nubes, nos presenta la historia de un pacífico profesor de literatura sumido en una caótica vida familiar, y que ve cómo poco a poco el nazismo se va colando por cada rendija de su cotidianeidad: los alumnos queman libros en la Universidad, sus amigos judíos son perseguidos, su suegro le insiste en afiliarse al partido para prosperar en su carrera profesional… Por supuesto, esto lo habíamos visto antes, pero pocas veces con tanta contundencia y a la vez tanta sutileza. Viggo Mortensen, espléndido como siempre en su papel protagonista, realmente hace creer al espectador que es “un buen hombre”, al que las cosas le pasan casi por azar. Deja a su mujer y se va con una rubia, aria, simpatizante de Hitler por amor, acaba colaborando en las SS para intentar cambiar las cosas desde dentro. ¡Si hasta le deja dinero a su amigo judío, hostigado, agredido y finalmente deportado a un campo de concentración! Eso son modales, sí señor.

La historia de Mortensen es la historia de la trivialidad del nazismo, de cómo el totalitarismo se fue adueñando de Alemania y el resto de Europa poco a poco, sin estridencias, como aquellos marcianos de Tim Burton que disparaban gritando “Somos vuestros amigos, no queremos haceros daño”. Un totalitarismo salvaje que se sirvió de toda esa “buena gente” incapaz de decir que no. Decir que no a una joven alumna, a un buen puesto en el departamento, a las fiestas y privilegios del poder. Negar incluso la realidad del parque y el barrio cercano. Negar las persecuciones, las detenciones, la minuciosidad del horror. Los muertos bien archivados. Todo es normal en Good. Todo ocurre por una razón. Tan normal que es absurdo. Horrible. El horror disfrazado de alucinación y las alucinaciones diarias del horror que se intentan hacer desaparecer cerrando los ojos, apretando bien fuerte.