viernes, marzo 20, 2009

Cosas insignificantes


No sé de dónde sale el tremendismo mexicano. Esto no es una reflexión, sino la puesta en evidencia de mi incultura. Supongo que habrá estudios al respecto y que datarán el fenómeno en la época pre-hispánica, pero para mí todo esto empieza con Iñárritu, Arriaga y "Amores perros", ese cruce de historias truculentas en el D.F., donde la burguesía y la clase baja compartían sufrimiento, dolor y crueldad llevada al extremo.

Algo de eso hay en "Cosas insignificantes", la enésima producción de Guillermo del Toro -algo así como el Carlos Jean del cine- y cuyo estreno en España se anuncia para las próximas semanas. Quizá la crueldad no es tan impactante como en el cine de Arriaga, pero está la soledad en la ciudad enorme, está la diferencia social salvada por el sufrimiento común, están los niños y los ancianos y las chicas guapas y las chicas feas. La incomunicación, los problemas, el llanto, el ruido de los coches...

La película de Andrea Martínez Crowther se deja ver y va mejorando con los minutos. Además, consigue reducir el dolor a una hora y media, que se agradece. Al principio, cuesta entrar en los personajes y en la narración. Algunos diálogos son francamente mejorables y en ocasiones el dramatismo resulta francamente exagerado. Si hay que sufrir, se sufre, pero sufrir para nada es tontería.

Poco a poco, gracias sobre todo a las excelentes actuaciones del reparto -fantástico una vez más Carmelo Gómez, aunque eso no es ninguna novedad-, el espectador va entrando en juego y reconociendo el estilo y la historia. El denominador común es: todo lo que puede ir mal, va a ir mal, vete preparando, aunque en general, los finales -los diversos finales, tantos como historias cruzadas- son esperanzadores.

Curioso ver a Lucía Jiménez con acento mexicano, aunque en general es una actriz que parece que no explota todo su talento. Parece que lo tiene, pero también da esa constante sensación de guardárselo.

Demasiada tristeza, en general.

Al menos para un viernes de sol por la mañana.