lunes, diciembre 08, 2008

Almería en Corto VI. Heterosexuales y casados

Cuando uno se acostumbra a emitir muchos juicios, es inevitable que acabe formando una red de prejuicios difícil de abordar. Llámese, también, pereza. Por ejemplo, cuando el presentador anuncia un corto sobre la guerra civil con Marisa Paredes, el crítico bufa como los caballos. Cuando anuncia una animación con niños, directamente se sale y aprovecha para ir al baño (el crítico ha convertido sus días en una sucesión de botellas de agua mineral de medio litro y las consiguientes excursiones al retrete).

En definitiva, la sesión de las cinco fue dura -innovadora, dijo Óscar-, pero la de las nueve volvió a ser excelsa. Yo reconozco que, en parte, veo los cortos porque tengo muchos conocidos trabajando ahí. Por ejemplo, Marian Álvarez, que sale unos diez segundos en "No se preocupe", la divertidísima recreación de un día de rodaje en casa de una sorprendida vecina. Fue una noche de comedia con excepciones, cuyo plato fuerte se suponía que iba a ser "Le Festival", pero a mí, honestamente, me pareció exagerada y típicamente francesa, con demasiados guiños privados.

"Tiempo prestado", española y cruel, no desentonó en absoluto.

Pero lo mejor del día fue "Heterosexuales y casados", en la secretaría del festival, cortesía de Samanta. Y es que Almería en Corto te da la posibilidad de ver cualquier vídeo de cualquier corto en programa y no sólo eso, sino que además nadie utiliza ese servicio, así que probablemente mañana me dé un buen atracón. En fin, el corto de Vicente Villanueva es una maravilla. Con algunos puntos exagerados, vale, pero con una ironía en todos los aspectos -el continuo uso del "le" es hilarante, las reflexiones sobre Parla, Móstoles, Getafe...- que sorprende de nuevo, más un montaje vertiginoso, estilo documental, que ya utilizara en "El futuro está en el porno".

Y qué personajes... brutales. Nunca mejor dicho.

Por la mañana hizo calor y por la noche hizo frío. Yo me moví entre unos algodones extraños durante todo el día. Pero me moví, al menos, que no estaba nada claro. Perdonen que ahorre explicaciones.