domingo, septiembre 23, 2007

Prisas y vértigos

Espantosa primera hora de "Reclaim your brain", una comedia alemana sobre la posibilidad de cambiar el mundo de la televisión y consecuentemente la sociedad. Espantosa no por la película sino por mi ubicación: penúltima fila de la parte de arriba del Kursaal, lo más arriba que he estado desde los tiempos de la azotea de Inés.

Así que vértigos, ataques de pánico, sudoración, sensación de que me iba a caer... hasta que le cogí el truco y empecé a intentar disfrutar. Justo entonces, paradójicamente, la película fue a menos.

El tema de la televisión es un poco cansino. Me pasa como con Irak. Sí, vale, todos sabemos que la televisión es una caja tonta que no hace sino idiotizar a la gente y que todo deberían ser programas documentales sobre Historia, pero... basar dos horas de película en un argumento tan irrebatible... Por supuesto, tiene partes divertidas y personajes peculiares, pero a veces me asusta la tendencia del cine alemán a regocijarse en lo obvio.

Lo dicho, el vértigo puede influir.

Y si buscamos explicaciones, las podemos encontrar en las prisas, en la necesidad de hacerlo todo para que este año sea tan especial como el pasado -cuando es imposible, cuando no todos los años pueden ser años especiales-. Ayer, en la parte de arriba del Principal por primera vez en estos cuatro años para ver a Tommy Lee Jones, hoy, lo mismo, para ver la peli alemana.

Porque a veces se nos va la mano y las fiestas las acabamos demasiado tarde. Que conste que procuro ir a pocas fiestas y cuando voy procuro que me inviten a las copas. A veces lo consigo. Pero, claro, uno se pasa horas y horas en el cine y para cuando se quiere dar cuenta de lo que pasa ahí afuera, resulta que pasa demasiado tarde.

Un Ballantines con Coca-Cola cortesía de Technicolor en la terraza del Bataplán, mirando las olas, la arena casi a mis pies y con Odón Elorza pidiéndome permiso para coger una silla. Yo, con mi chaqueta de hombre bohemio elegante y mi camisa de chico guapo, bailando "I will survive" en medio de la pista y acordándome de ti. Pasó Julio Medem varias veces pero ni Roberta ni yo nos atrevimos a decirle lo que pensábamos sobre "Caótica Ana".

Era una fiesta, recuerden.

Así que ahora, corriendo camino del Principal, para poder coger sitio y ver "The Hoax" con Richard Gere y comprobar si es verdad que este tipo se merece un Premio Donostia. Porque en lo que a mí respecta es como si se lo dieran a John Travolta. Y que cada uno juzgue méritos.