sábado, agosto 11, 2007

Sergio García vuelve a hacer el ridículo


La rueda de prensa de García después de perder el British Open ante un rival al que sacaba seis golpes en la última jornada y siendo el único entre los primeros que acabó su vuelta sobre par fue ridícula. Una apología del egocentrismo. "No he tenido suerte", "no he fallado un golpe", "no me he puesto nervioso".

Menos mal. Ni un mínimo margen a la autocrítica.

En esas se plantó en el PGA Championship y repitió la historia: grandes comienzos y cuando estaba ahí arriba, desplome. Desplome en la primera jornada, en la segunda y en la tercera... con el agravante de que, además, hizo trampas y le descalificaron. Ridículo. En el hoyo 17 su compañero le apuntó un par cuando había hecho bogey -en golf, tu compañero de partido es el que apunta tu resultado-, al darse cuenta se lo dijo a García, pero pasó y firmó el par dándolo como bueno y desapareció de la escena.

"Intenté avisarle varias veces de que volviera a solucionarlo pero no supe nada de él", se excusa su rival. Le daba igual. No es un hombre preocupado por las formas, desde luego. Detrás de él va quedando una leyenda algo desastrosa.