jueves, abril 12, 2007

La vida es un bar

Jesús Malia demuestra no ser un tipo rencoroso. Hice todo lo posible por retener su nombre, por darle un lugar en este blog y por devolverle mínimamente el gran rato que me hizo pasar ayer con Lara.

Sin embargo, pese a que toda su referencia se quedó en un patético "el amigo poeta", es capaz de mandarme hasta cuatro veces un email para invitarme a participar en una antología que está preparando bajo el sugerente nombre de "La Vida es un bar" y que está dedicada a Malasaña. Teniendo en cuenta que yo he vivido casi la mitad de mis noches en Malasaña, reconozco que el corazón me da saltitos.

Ahora sólo queda que mis manos estén a su altura. Gracias.