Después de "Encadenados" de Juan Carlos Fresnadillo y de "7:35 de la mañana" de Nacho Vigalondo, esta noche otros dos cortometrajes españoles pujarán por el Oscar de Hollywood: "Binta y la gran idea", de Javier Fesser y "Éramos Pocos..." de Borja Cobeaga. Dos de cinco candidaturas, un reflejo de lo que es la industria del cortometraje español en el mundo.Con todo, el impacto ha sido casi nulo. Todo el mundo habla de Penélope Cruz e incluso en la pasada gala de los Goya, los cuatro premios a cortometraje se los ventilaron deprisa y corriendo y que no molesten demasiado.
Se trata de dos escuelas distintas, emblemáticas de lo que es el corto en España. Por un lado, Javier Fesser ha abierto camino desde hace años con "Aquel ritimillo" o "El secdeto de la tdompleta", ambos, si no me equivoco, ganadores de Goyas. Además, gracias a notodofilmfest.com ha impulsado -y subvencionado- numerosas iniciativas ingeniosas y válidas.
Por otro lado, Borja Cobeaga representa la escuela vasca del corto, de donde han salido Borja Crespo, Koldo Serra e incluso el cántabro Nacho Vigalondo. Otra manera de mirar, muy basada en la televisión y el cómic, casi a partes iguales, con gusto por lo excéntrico y lo sorprendente.
En pocas horas sabremos si el cine español tiene un Oscar más en sus vitrinas. Porque los cortometrajes, se empeñen o no, también son cine.
Entradas
