lunes, diciembre 04, 2006

Ciutadans y la prensa

Creo que si puedo hablar de un periódico y de un partido, puedo hablar de ese periódico y ese partido. No porque ahora mismo pertenezca a ninguno de los dos, pero he trabajado en uno y he apoyado al otro y en ambos tengo buenos conocidos e incluso amigos.

Por eso, puedo decir que no me creo lo de Albert Rivera. De hecho, el titular es absurdo, parte de una premisa no válida: Albert Rivera no ha sido elegido candidato para las elecciones municipales, difícilmente se puede rebatir su candidatura.

Si uno se detiene en el artículo, la única información veraz y comprobable es un comentario de Arcadi Espada en su blog en el que consideraba que Rivera no debió ocultar su militancia en el PP... pero reconocía que, de saberlo, no podría haber sido el candidato de Ciutadans.

Demasiada ropa en el armario como para ser creíble desnudo, venía a decir.

Ahora bien, de ahí a que se haya abierto un proceso de caza y captura contra Rivera hay un trecho. De entrada, Arcadi, aunque formó parte de la fundación del partido no ocupa ningún cargo dentro de él. La base de su credibilidad está en que pueda criticar a "El Mundo" teniendo una columna en el periódico y que pueda criticar determinadas cuestiones de Ciutadans habiendo creado el partido.

Basándose sólo en eso, el periódico en cuestión, en el que yo trabajé un año y pico, inventa una noticia apelando a "varios dirigentes", "fuentes que apuntan a...". Falso. Hasta donde yo sé, ningún dirigente de Ciutadans se molestaría en hablar con nadie de ese periódico y nadie de ese periódico se ha preocupado nunca de contrastar una noticia que tuviera que ver con Ciutadans.

El truco está en editorializar pero haciéndolo en tercera persona y con entrecomillados anónimos. Un truco perverso pero muy eficaz. Sirve para contar cualquier mentira. Y cuando la casualidad o la estadística les da la razón, pasan a llamarse a sí mismos periodistas. En eso consiste.

El principal problema de Ciutadans con la prensa es que ésta no se toma en serio al partido. Jiménez Losantos lo apoya para hundir a Piqué, la prensa de propaganda lo critica para salvar a sus jefes y patrocinadores. Nadie escucha, en una palabra. Al menos, no todos inventan.