jueves, noviembre 30, 2006

Coetzee, sus novelas luminosas...

No quiero seguir dándole vueltas al tema, tratemos esto como algo no personal... pero es que no me puedo quitar de la cabeza qué es una "novela luminosa". ¿Sonrisas y lágrimas? Pienso en novelas luminosas y me vienen a la mente prados y sol y vacas pastando y Heidi con Pedro... Lo dicho: inevitable pensar en imágenes.

Luego vuelvo a Coetzee y lo que me encuentro es más bien oscuro, de interiores y resignación, sufrimiento y pasión, personajes torturados por dentro y por fuera. Lo siento, Coetzee es terriblemente opaco, por lo poco que he leído.

Me gusta. Yo, que quizás un día fui un escritor luminoso -relatos de jóvenes paseando por las calles de nuestra ciudad y ese largo etcétera- estoy tendiendo peligrosamente a lo oscuro, lo psicológico, lo truculento... No quiero decir que eso sea particularmente bueno, digo que es distinto. Y con ese poco me conformo.

Quizás le pega a un libro que se llama "Gente rara".