martes, octubre 03, 2006

Fórmulas

... Con todo, yo fui periodista y seguramente lo siga siendo. "Periodista" es un término casi omnicomprensivo en estos momentos. Cualquiera es un periodista. El siglo de la comunicación es, inevitablemente, el siglo del periodista -mucho más que del publicista, diría yo, si es que realmente hay una diferencia de géneros.

En el periódico en el que trabajaba -y es una muestra de que incluso la palabra "periódico" se puede aplicar casi a cualquier cosa- instauré una fórmula que luego fue copiada a destajo por todos los demás trabajadores, especialmente mis superiores: dos términos, una conjunción y un tercer término.

Es una fórmula casi publicitaria, ya digo. Un ejemplo absurdo: "Fran Rivera, ZP y su extraño amigo de Alcobendas", es decir, dos nombres propios que capten la atención y un vínculo absurdo que haga que el lector pinche en la noticia y se trague el anuncio en cuestión. Es una fórmula perfecta cuando uno no tiene nada que contar, una manera burda de proponer enigmas, el periodismo dado la vuelta: el titular ya no informa, sino oculta.

Pero funcionaba, vaya si funcionaba.

Y se contagia con facilidad.