jueves, octubre 19, 2006

Cómo ser Joaquín Sabina

Me choca el tratamiento que se ha dado en la prensa a la retirada de la biografía de Sabina que ha escrito Javier Menéndez Flores. La mayoría de los titulares viene a resumir la cuestión en dos palabras "Sabina, secuestrado". Algún periódico con tintes sensacionalistas incluso se atreve con el mal gusto: "El nuevo gatillazo de Sabina".

Vamos a ver, la retirada de un libro por cuestiones editoriales -está por determinar si realmente Ediciones B puede publicar obras de Sabina sin consentimiento de Random House, la propietaria en exclusiva de los derechos de publicación del cantante- no es un "secuestro". Con "secuestro" se quiere decir que se está censurando la obra y así todo el mundo puede pensar en una represalia por el famoso chiste sobre Letizia Ortiz. Ridículo.

Se trata de un conflicto editorial, sin más, y, como mucho, una torpeza de autor y editorial por no consultar los contratos y compromisos previamente adquiridos así como los límites de la exclusividad.

Sin duda, a lo que se ve, las cosas se podrían haber hecho mejor, pero el escarnio es sorprendente, realmente sorprendente... O todo lo contrario, esperado, tristemente esperado.