lunes, septiembre 04, 2006

Rubianes en el Teatro Español

El polémico y ambiguo caso Rubianes. Hago breve resumen: un cómico afincado en Cataluña, empeñado en convertirse en una constante caricatura de sí mismo, aprovecha una entrevista en TV3 para "mandar a tomar por culo a los putos españoles" y desearles que "les explote una bomba en el culo y se les queden los huevos colgando".

Como disculpa, tanto la televisión pública como el humorista apelan al "histrionismo". El chico es así, no sabe distinguir entre persona y personaje.

Por ello, surgen dudas cuando la persona, el director en este caso, pide que se represente su obra de teatro sobre la muerte de Lorca en Madrid. Surgen dudas porque, claro, no es bonito que te deseen esas cosas y luego te pidan favores. La oposición aprovecha para criticar a Gallardón, el alcalde que ha decidido "ceder" (como si los teatros fueran también propiedad de los políticos) el recinto a Rubianes. Un recinto que, además, lleva el nombre de Teatro Español.

Las ganas de revancha son comprensibles y me llenan de dudas. Quizás sea verdad que alguien que no es capaz de dejar de comportarse como un gilipollas con tal de caer bien, de agradar, está incapacitado para desdoblarse como artista y dirigir una obra sensata. Quizás no se merezca atenciones de ningún tipo.

Pero, también es verdad que la obra de un gilipollas no es necesariamente una gilipollez y que, si él es capaz de pasarse unas semanas aquí en Madrid, entre putos españoles, comprometiéndose a no colocarnos una bomba en el culo, en el fondo seríamos nosotros los que nos castigáramos al censurarnos una obra que puede (o no) merecer la pena.

Mis sentimientos al respecto son ambiguos, lo reconozco. Por una cuestión de instinto, tiendo hacia la defensa de la obra de arte independientemente del artista y, ya que estoy, defiendo al alcalde de su propio partido. Pero sólo por una cuestión de instinto, la verdad, no crean que estoy del todo convencido...