jueves, agosto 31, 2006

De cine y entusiasmo

No sé mucho de cine, pero sé algo de entusiasmo. No espero, por supuesto, que todo el mundo acoja mis fobias y mis filias como verdades universales. Harán bien en no hacerlo, soy tremendamente caprichoso. Puede que, después de todo, "Tu vida en 65 minutos" sea una película mal hecha, facilona, llena de trucos, con un guión pésimo...

Puede. Ya digo que yo no sé de cine.

Me limito a constatar que me entusiasmó. Con reseña y entrevista a María Ripoll incluídas.

miércoles, agosto 30, 2006

Amor y crueldad en Coetzee

La sensualidad y el erotismo en "Esperando a los bárbaros", casi de manera inesperada y por la puerta de atrás. Un relato perplejo, perfectamente conexo y coherente; perfectamente turbador. Escenas de amor donde el amor parece imposible, donde nadie está buscando amor, sino recuerdos. Los caballeros las prefieren jóvenes y bonitas.

¿Y ellas? Un resumen:

"- Todos fueron amables conmigo cuando supieron que me habían abandonado. Dormí en la posada mientras mis pies se curaban. Un hombre cuidó de mí. Ya no está aquí. Atendía a los caballos.- También menciona al hombre que le dio las botas que llevaba puestas cuando la conocí. Le pregunto si hubo otros hombres-. Sí, hubo otros hombres. No tenía elección. Fue como tenía que ser."

Me pregunto si Coetzee y yo llegaremos a ser buenos amigos. Me gustan tanto sus personajes...

A un amigo desconocido aún

No tengo una lista de favoritos por una cuestión estética y de comodidad. Ahorro de espacio, en pocas palabras. Sin embargo, es todo un honor que gente con más talento para esto se tome la molestia de incluirme a mí en su lista del margen derecho.

Como, por ejemplo, el amigo desconocido Arturo J. Paniagua.

Gracias y un saludo

Que se mueran los feos

Pongo Cuatro en estado alerta para ver si es verdad lo que dicen de "Supermodelos 2006". He oído cosas como que gritan a chicas de 16-17 años, las hacen sentir gordas e inútiles y ellas acaban sistemáticamente llorando. Es el mundo de la moda, de acuerdo, pero... ¿sería igual si se tratara de supermodelos?

Hablan de pruebas en las que se caen y se hacen daño y el instructor las grita al estilo "La chaqueta metálica". Un mundo de gimnasio y anorexia puesto ante todas las adolescentes como motivo de competición y éxito.

Sin embargo, encuentro poco más que un programa tremendamente insulso, de futuro incierto, con una presentadora patética y unas concursantes con una tendencia al lloro que no supera la de Fresita, por poner un ejemplo.

Así que mi atención pasa a La Sexta, donde Eva González co-presenta un programa aún más absurdo en el que una pareja tiene una cita a ciegas y uno de los dos tiene un pinganillo y le dan órdenes y tienen que hacer el ridículo para superar pruebas...

De alguna manera, es una especie de venganza catódica: en este programa -no me he quedado con el nombre- son los guapos los que se ríen de los feos.

martes, agosto 29, 2006

Tu película en 37 minutos

Los nervios, claro. Nervios antes y una sensación extraña después, como abrumado. Mucha gente cree que escribo aquí para fardar, pero es al revés, escribo aquí porque tengo que soltar lo que me agarra dentro, como un niño pequeño que enseña el autógrafo de su futbolista favorito.

Por ejemplo, charlar más de media hora con María Ripoll, la directora de mi película favorita en mucho tiempo. Los dos escudriñando cada escena, comentando cada diálogo, hablando del Barça y de Messi, si es preciso.

Saber por qué Kamchatka, por qué Cuenta Conmigo, por qué los dos finales, discutir qué es mejor y qué es peor, hablar del futuro... Odio las entrevistas por móvil, pero si no queda más remedio... Tamara Arias prefiere el email. Yo prefiero mirar a los ojos, pero no siempre es posible. Adaptarse, en eso consiste.

Casualidades y ciclos. Cierto bloqueo a la hora de recordar nombres tan simples como Isabel Coixet, negociaciones para el futuro. Mucho, mucho orgullo, desde luego. 37 minutos charlando con una de las grandes. Privilegios de ser valiente.

¿Nos vemos en San Sebastián?

Empresariado y deporte

Los pequeños y medianos empresarios son gente inteligente -tienen que serlo- y con mucho instinto. Por eso, anuncian grandes regalos y promociones si España gana el Mundial de fútbol, pero no lo hacen cuando llega el de baloncesto.

Una cuestión de sentido común.

Se podría apelar a los recursos ofensivos de Gasol y Navarro como clave del éxito de la selección española, pero son las pequeñas cosas las que marcan la diferencia. Con "pequeñas cosas" me refiero a saber jugar al baloncesto. Algunos creen que jugar al baloncesto consiste en hacer como Rakocevic o Macijauskas, es decir, tirar bien a canasta.

Ni mucho menos. Antes de tirar, hay que botar, pasar, saber cuándo debes lanzar, dónde están tus compañeros, aguantar la presión, tener claro el concepto de equipo... Véase, Carlos Jiménez, Jorge Garbajosa, José Manuel Calderón y esa gran sorpresa que está siendo Rudy Fernández.

Hablar del oro es una exageración. Ser el mejor del mundo no es algo que se pueda exigir como si nada. No regalan ser semifinalista, de entrada. Mucho menos, ser campeón. Lo importante es llegar a ese momento en el que aunque no seas el mejor lo parezcas. Lo suficiente como para que las tiendas de electrodomésticos se piensen dos veces sus ofertas.
Creo que esa es suficiente alegría, por ahora.

lunes, agosto 28, 2006

La aventura minimalista...

Conocí a María Ángeles Vázquez igual que conocí a Pedro Martínez: por un ataque de valentía. Ella co-dirigía por entonces la revista Babab y colaboré con una serie de reportajes sobre Bret Easton Ellis, Ray Loriga y José Ángel Mañas, una trilogía asequible. Un par de esos artículos incluso llegaron a ser nombrados como bibliografía recomendada en Babelia.

El caso es que, aunque ella se fue a la revista Omni-bus y yo dejé de colaborar -pereza intelectual-, la relación profesional la seguimos manteniendo. El año pasado, Ómni-bus fue de las pocas en incluir una reseña de "Vampiros, ángeles, viajeros y suicidas" y este año han tenido la gentileza de incluir la primera reseña crítica -aunque tremendamente amable- de "Pequeños Objetivos".

Gracias a María Ángeles y gracias a Óscar Godoy, ese desconocido obligado a seguir la carrera de otro desconocido.

Televisión para pajeros

Que la cultivación social del onanismo -especialmente, si no de manera exclusiva, masculino- se ha convertido en una auténtica obsesión para publicistas, estudios de cine, programadores de televisión, casas discográficas, editoriales y todo lo que, con cierta autosatisfacción, se da en llamar "el mundo de la cultura" es algo ya sabido y comentado en este mismo blog .

Bueno es, en cualquier caso, que Cuatro nos lo recuerde con tanta vehemencia.

domingo, agosto 27, 2006

Grandes objetivos, sin duda

Hache avisa de que la Mala Rodríguez tiene nuevo disco. Fantaseo con que la entrevistemos juntos, con ella haciéndome de intérprete.

Junto a la Mala, Fito. Ronda de e-mails y llamadas, de nuevo. Promesas e ilusiones de algo que fue precioso en su momento y no tiene por qué dejar de serlo. Me imagino su sonrisa cuando explique: "No, en realidad, no soy periodista, soy escritor...".

Haciendo leña del árbol caído

Bien, una polémica como Dios manda encontrada en un día, por lo demás, bastante soso -si exceptuamos el baloncesto, fútbol, automovilismo, etcétera...-. Todo empieza navegando por las páginas de elmundo.es, unas declaraciones de los Estopa asegurando que "Suspender conciertos es de cretinos". Dos pensamientos. El previsible: se refieren a los Stones. El arriesgado y morboso: se refieren a Sabina, que canceló en Algeciras hace tres días para acabar tocando hace dos.

Pues no. Se refieren a Melendi. Parece ser que el hombre del "chocolate que más me pone" anda suspendiendo galas por la Comunidad de Madrid. Yo mismo me cebaría con Melendi -tuve un ataque virtual masivo de adolescentes hace relativamente poco por limitarme a recoger lo que Lichis pensaba de él- pero me parece tan absurdo...

No sirve de mucho pensar que Melendi te copia. Lo mejor, en general, es olvidar a Melendi y si te vas a enzarzar en una polémica, hacerlo con los que están por encima. Véase Sabina o los Stones. Si hay que escupir que sea hacia arriba, tiene mucho más estilo, desde luego...

Tampoco es que los Estopa sean un prodigio de originalidad. En cualquier caso, son buenos chicos.

Aforismo algo tonto

Aprender a escribir es aprender a borrar. Aprender a vivir es aprender a callarse.

O eso creo.

viernes, agosto 25, 2006

Táctica y estrategia

Lo malo de trabajar solo es que uno tiene que acudir a tácticas envolventes algo desagradables. Véase Bebe. Conseguir teléfonos de managers, enviar mensajes a través de terceras personas, tener la sensación de que estás rodeando a alguien que odia que la rodeen. Manejar los tiempos con habilidad y prudencia.

La entrevista a María Ripoll ha quedado en nada, o eso parece. Tuve una buena oportunidad, pero se quedó corta. "Tu vida en 65 minutos" agoniza por los cines de Madrid y Barcelona sin que nadie haga nada por evitarlo. Sin que ellos hagan nada por evitarlo, al menos, y así nos va.

Mai no es optimista. "Lo vas a tener muy difícil", dice, refiriéndose de nuevo a Bebe, con la que compartió escenario en Pollensa. Reconoce sentirse un poco abrumada por "los inicios de la popularidad", pero sigo pensando que se lo merece, así que todo bien.

A veces, la popularidad -o sus inicios- son un recurso muy importante. Por ejemplo, para conseguir entrevistas. Por ejemplo, para no tener que sentirse como un espía en los ventanales de Cheever, quiero decir Bebe, quiero decir María, quiero decir...

Alas de algodón

Corren tiempos de Iván Ferreiro y Nacho Vegas, y yo respeto mucho a Iván Ferreiro y, sobre todo, a Nacho Vegas, tanto como él respeta a Leonard Cohen o a Vainica Doble, entre otras cosas, porque yo crecí con Leonard Cohen y Vainica Doble cuando aún creía que sería como el Barón Rojo, un héroe de la aviación...

Sin embargo, me da un poco de pena que nadie se acuerde de Cohen o de Carmen Santonja. Falso. Me da pena que nadie les conozca, como si eso limitara mi capacidad de empatía o, al menos, de conversación.

Por no hablar de Paul Simon -"she said maybe these emotions are as near to love as love will ever be... so I agree"- condenado a las cursilerías garfunkelianas y sin que nadie quiera saber nada de "Hearts and bones".

Leonard Cohen, Vainica Doble y Paul Simon. Empecemos por lo básico. Si vamos a ponernos tristes y mirar lavadoras, que la banda sonora sea la original.

jueves, agosto 24, 2006

En torno a Herrmann Tertsch

Me gustaría poner aquí el enlace del artículo de hoy de Hermann Tertsch en "El País", pero no lo he encontrado. Puede que se deba a mi torpeza, puede que se deba a que es de pago, puede que el periódico haya decidido no colgarlo de Internet.

En cualquier caso, no creo que Tertsch tenga mucho futuro en el grupo PRISA, cada día parece más acorralado, más incrédulo de lo que aparece en las demás páginas del periódico.

Hay algo en él que me recuerda mucho a Arcadi Espada: su mutuo desencanto con lo que un día pensaron que era la verdad y su necesidad común de denunciarlo, de avisarnos de lo que dice "El País" es mentira, o al menos, dudoso.

Es un empeño algo innecesario, visto desde fuera, visto, al menos, desde un no lector de "El País". Sí, mienten. Todo el mundo miente. Trabajé en un periódico en el que se mentía muchísimo, con una vocación asombrosa. Se mentía en la otra dirección, pero se mentía. El periodismo actual se ha convertido en publicidad: se vende un producto mediante un eslogan y se busca una serie de caras conocidas que acompañen. Eso es todo.

Es normal que les desilusione, pero no deberían cebarse tanto. Es un mundo cruel, pero el lector de Tertsch, como el de Espada ya sabe desde hace tiempo lo que hay.

Impresiones subjetivas

En La Sexta celebran que el España-Angola de ayer tuvo un 33% de audiencia y lo repiten varias veces, llenos de orgullo. Olvidan que el 67% de los espectadores a las 6 de la mañana prefirió ver otra cosa.

miércoles, agosto 23, 2006

Más de lo mismo

El socio madridista enfocó en el Ser Superior toda su ira y decidió acabar con todos los residuos de su política megalómana. El nuevo presidente -directivo de la misma junta que adoraba al tal Pérez- decidió recurrir a la demagogia y captar el espíritu del tiempo: se presentó como un trabajador que se limitaría a cumplir órdenes y nunca darlas.

Como resultado, el madridismo no sólo no ha eliminado el problema -el entrenador se ha convertido en un nuevo Ser Superior infalible- sino que además ha perdido su propia capacidad de decisión, pues ¿cómo culpar a un presidente que reconoce que no toma decisiones?

martes, agosto 22, 2006

Agosto en Madrid

La empleada de Correos me pregunta si soy actor. Es una buena pregunta y por un momento estoy pensando en contestar que sí. De algún modo, esa respuesta me convertiría en actor y así entraríamos en una especie de ciclo "Epiménides, el cretense".

Sin embargo, digo que no, que soy periodista y que voy a ir al Festival de San Sebastián acreditado. A la empleada de Correos le gustan más los periodistas que los actores, así que dice que "por ser tú" me va a cobrar menos. De hecho, le gustan más los periodistas modestos que los poderosos y matiza que "si fueras Mariñas también te cobraría más".

Agosto en Madrid, un poco menos de calor y una cómoda sensación de sentirse en casa.

Pero la pregunta sigue ahí, y toda buena pregunta consiste en abrir posibilidades. Pienso en que quizás cuando actúo, es decir, cuando seduzco, es decir, cuando miento, es, a su vez, cuando mejor escribo y que, si voy a escribir un libro este año, tiene toda la pinta de que voy a pasarme mintiendo gran parte de los siguientes doce meses.

Lo cual, supongo, me convierte en una amenaza mayor. Especialmente para los funcionarios.

Un enorme error táctico

La llegada de Rubalcaba al Ministerio de Interior fue recibido con un poco disimulado entusiasmo por parte de las fuerzas nacionalistas vascos y catalanes. La razón de este optimismo residía en que, por fin, el verdadero artífice del "proceso de paz" quedaba al mando de las operaciones desde el propio Estado.

Sin embargo, olvidaban una cosa. Quitar a Rubalcaba del segundo plano para colocarlo en el primero, aunque sin duda pretendía ser una declaración de intenciones en cuanto a la negociación con ETA se refiere, también implicaba necesariamente colocar en segundo plano esa negociación.

Cargar de responsabilidades extra a Rubalcaba, convertirlo en lo que se podría llamar "Ministro de Actualidad", es decir, el responsable de prácticamente todo lo que pasa cada día en este país, fue en realidad un error táctico enorme. Ahora, Rubalcaba, ni puede estar en una cosa ni está, desde luego, en la otra.

Habría que pensar, incluso, que en los constantes comunicados de ETA haya una necesidad de llamar la atención a su antiguo interlocutor. Algo así como "Alfredo, no nos olvides", sólo que Alfredo estaba en Senegal.

Si todo esto (y que cada uno ponga a "todo esto" el sustantivo que le agrade más) acabara mal, la Oposición apelaría a diversísimas razones para culpar al Gobierno. El Gobierno -o su presidente, más bien- ya sabría por donde empezar su autocrítica.

sábado, agosto 19, 2006

Revelaciones pre-electorales

La difícil convivencia del nacionalismo y la democracia. Una cuestión de conceptos, como queda claro al oír (leer) al secretario general de Unió Democrática de Catalunya, Josep María Pellegrí: "No tiene sentido que personas que no hablan nuestra lengua, que no conocen nuestra cultura ni nuestra identidad puedan votar en las elecciones de Cataluña".

Si se entienden bien, en toda su amplitud, las palabras de Pellegrí, lo que viene a decir es que aquellos que no sean nacionalistas, que no sientan a Cataluña como su nación, con todos los elementos que los nacionalistas han adornado el concepto, no tienen derecho a votar, pero él negaría una interpretación así, y es que, a lo que se ve, sus palabras se refieren a un hecho muy concreto y de "actualidad", esto es, la discusión sobre si los inmigrantes legalizados pueden votar o no en las elecciones.

En un análisis muy somero, podemos decir que la reivindicación tiene cierto sentido. El derecho al voto es una piedra angular del concepto de ciudadanía. El concepto de ciudadanía a su vez es la base de cualquier democracia. El voto no depende de la pertenencia o no a una comunidad nacional -como pretende el señor Pellegrí- sino del empadronamiento, así de sencillo.

Aquellas personas que deciden convivir en un determinado entramado social cumpliendo una serie de leyes y obligaciones que afectan a todas por igual, independientemente de su raza, religión o lugar de nacimiento pueden considerarse ciudadanos. Todo ciudadano debería tener derecho a votar. La negación de ese derecho en nombre de la cultura (acepción pangermánica, en este caso) no es sólo una trama electoralista: revela lo que es en esencia todo nacionalismo. Es decir, una negación.

viernes, agosto 18, 2006

Nuevos planes, idénticas estrategias

Cambian los nombres, quizás las miradas. No cambia el esfuerzo, eso es lo que se mantiene. Llamadas a productoras, distribuidoras, peticiones de entrevistas vía email, conversaciones con road-managers, agenda sobrecargada de números a los que quizás nunca llame –o quizás sí-.

No son cantantes –la mayoría-, son cualquier otra cosa. Es, por ejemplo, Dani Mateo apareciendo por sorpresa en La Primera y empiezo a temblar ante la idea de que se convierta en una auténtica estrella –podría serlo, perfectamente, le sobra talento- antes de que consiga entrevistarle y su éxito haga imposible la entrevista.

Son María Ripoll y Tamara Arias, pero aún no sabemos cómo son: si son unas líneas en un correo electrónico, si son una voz al otro lado del hilo telefónico o si son una presencia sólida al otro lado de una mesa y un café o similar. Eso depende de Alta Films y de ellas y supongo que en cierto modo de mí.

En esta cadena, a menudo me siento el eslabón más débil.

Por las mañanas, con el mar de fondo, aquí en Castelldefells, se me ocurren ideas absurdas y las escribo como proyectos de guiones chanantes: Doctor Alce y Señor Cabeza hablando sobre Raquel Meroño. Luego llega B. y me baja los humos, aunque es cierto que no todo el mundo tiene el mismo sentido del humor.

A veces, pienso en las expectativas. Con el verano ya agonizando, empiezan las ansiedades del otoño. Pero el otoño suele pillarme en forma, así que no le tengo demasiado miedo.

Y es bueno notar que, en ocasiones, el entusiasmo sigue ahí.

Relato futbolístico con final incierto

Cúmulo de torpezas: una Federación torpe que coloca el amistoso de su selección dos días antes de la Supercopa que ella misma organiza, un seleccionador torpe que convoca a dos jugadores de uno de los equipos que juega dicha Supercopa, un entrenador torpe que alinea con alevosía a esos dos jugadores apenas un par de días después de haberse perdido la convocatoria alegando una lesión.

No hay que ser demasiado optimistas con respecto a la solución de todo este embrollo.

Lección de anatomía

He llegado tarde a Cheever y quizás sea lo mejor. Cheever y Carver a la vez hubieran sido demasiado y en dosis pequeñas y espaciadas me harán el bien justo. Curioso, el empeño de los relatistas norteamericanos en no acabar sus relatos. A Benjamín le deberían desesperar, aunque algo me dice que no es el caso.

Ascensoristas y clase media-baja urbana. Apartamentos en los que las historias –las vidas- se cruzan, cuadros pintados en forma de viñetas, muchos nombres, siempre con sus apellidos –la importancia del apellido en la narrativa estadounidense, herencia quizás de Chejov y compañía-, muchas tramas que se van explicando con detalle pero con una distancia insalvable.

Una distancia casi aséptica. Lección de anatomía.

Un cuadro que explica mostrando, sin mayor intención. Las cosas son así. No hay final, no hay cazuela de oro al final del arco iris. Eso es todo. Disfruten las vistas.

martes, agosto 15, 2006

Running over the same old grounds...

"Yo no quisiera molestar en dosis apreciable a los periodistas. Entre otros motivos, porque tal vez yo no sea otra cosa que un periodista. Pero es ilusorio cerrarse a la evidencia con que se presenta la jerarquía de las realidades espirituales. En ella ocupa el periodismo el rango inferior.

Y acaece que la conciencia pública no recibe hoy otra presión ni otro mando que los que le llegan de esa espiritualidad ínfima rezumada por las columnas del periódico. Tan ínfima es a menudo, que casi no llega a ser espiritualidad; que en cierto modo es antiespiritualidad. Por dejación de otros poderes, ha quedado encargado de alimentar y dirigir el alma pública el periodista, que no sólo es una de las clases menos culta de la sociedad presente, sino que por causas, espero, transitorias, admite en su gremio a pseudointelectuales chafados, llenos de resentimiento y de odio hacia el verdadero espíritu.

Ya su profesión los lleva a entender por realidad del tiempo lo que momentáneamente mete ruido, sea lo que sea, sin perspectiva ni arquitectura. La vida real es de cierto pura actualidad, pero la visión periodística deforma esta verdad reduciendo lo actual a lo instantáneo y lo instantáneo a lo resonante.

De aquí que en la conciencia pública aparezca hoy el mundo bajo una imagen rigurosamente invertida. Cuanto más importancia sustantiva y perdurante tenga una cosa o persona menos hablarán de ello los periódicos y, en cambio, destacarán en sus páginas lo que agota su esencia con ser un "suceso" y dar lugar a una noticia.

Habrían de no obrar sobre los periódicos los intereses, muchas veces, de sus empresas; habría de mantenerse el dinero castamente alejado de influir en la doctrina de los diarios, y bastaría a la Prensa abandonarse a su propia misión de pintar el mundo al revés.

No poco del vuelco grotesco que hpy padecen las cosas -Europa camina desde hace tiempo con la cabeza para abajo y los pies pirueteando en lo alto- se debe a ese imperio indiviso de la Prensa, único poder espiritual." (José Ortega y Gasset, Misión de la Universidad, 1930)

domingo, agosto 13, 2006

Jóvenes rebeldes

Uno de los pilares sobre los que se asienta el totalitarismo en cualquiera de sus formas es el dominio del lenguaje. Eso lo vio muy claro George Orwell en los años 30 y 40, pero el mérito de Orwell no residía en una especial perspicacia para adelantarse a los hechos -su capacidad de asombro ante determinadas cosas, reflejadas en "Homenaje a Cataluña", resulta de una inocencia desoladora- sino de ser capaz, pese a ese estupor, de dejar constancia para la historia.

El lenguaje es la mejor arma contra el enemigo. Un enemigo sin conceptos es un enemigo tremendamente debilitado, desde luego. Un enemigo incomunicado. La propaganda ahorra un buen número de policías.

Por ejemplo, las primeras palabras de Fidel Castro tras su operación, recogidas en exclusiva por el periódico "Juventud Rebelde". El hecho de que un dictador de 80 años elija dicho medio para anunciar muchos más años de dictadura es un buen indicador de la rebeldía que inspira a los jóvenes redactores de la revista.

Si los jóvenes rebeldes en Cuba son los que apoyan al Estado, a sus poderes, a su política, a sus instituciones, a sus paranoias, a su Ejército, sus espías, sus confidentes, sus represores... ¿qué nombre queda para los que se rebelan contra todo ello? Ninguno. En eso consiste. Su única alternativa lógica -en términos de filosofía del lenguaje- es no existir.

El dominio de los medios de producción, decían. Pero sabían que con eso no bastaba. Neolengua. Doblepensar. Y un largo etcétera...

sábado, agosto 12, 2006

Reflexiones ajenas sobre el periodismo actual

Arcadi no siempre es bueno, pero pedir tanto es absurdo. Lo que le hace diferente y envidiable es que, cuando es bueno, es el mejor.

Joaquín Sabina (y otros) en Santander

Me gustaría pensar que me fijo en detalles en los que no se fija nadie más, como si eso me convirtiera en alguien especial, aunque para el resto resulte simplemente “raro”. Me gusta mirar al público desde mi rincón del escenario e intentar encontrar parejas, borrachos, tensiones, caras conocidas...

Mi vida –o mi visión de la vida- está llena de instantes que tienen sentido por sí mismos pero que son difíciles de engarzar en una historia completa, de ahí mis frecuentes frustraciones como escritor, de ahí mi incapacidad para la novela.

Por ejemplo, tres guardias de seguridad amenazando a una pareja de la primera fila en La Magdalena mientras los amenazados corean “Mucha, mucha policía”. La total indiferencia de todos los que están al lado, como contrapunto al gesto desencajado del amenazante; ellos, siguiendo con sus saltos, sus sonrisas y sus banderas argentinas. Por ejemplo, una chica que intenta salir como puede entre centenares de personas y el chico que la acompaña va detrás, queriendo excusarse, la cabeza hacia abajo.

Cuando el espectador conoce ya un espectáculo –dos horas y cuarto, no todo el mundo ofrece tanto- prefiere poner sus ojos en otros lados –a menudo, los demás espectadores- o se empeña en distinguir detalles a partir de los cuales pueden salir excelentes relatos o no, o al menos eso le explico a Dani Flaco muchas horas después, sin que parezca poder entenderlo del todo, porque nuestras fascinaciones son radicalmente distintas y eso nos hace tan compatibles.

Aunque antes, bastante antes: un Cercanías que parece no querer llegar nunca a Atocha, una crisis de ansiedad, una furgoneta llena de talento y conversaciones, un conductor entrañable que resulta ser el road-manager de Bebe –el mundo es un lugar pequeñísimo-, un viaje eterno, una comida impagable, un paseo desde el hotel a casa de mi padre, otro paseo a la bodega La Pirula, en plena Peña Herbosa, un taxi hasta el recinto de La Magdalena.

Creo que lo he dicho aquí mismo, pero fue hace mucho tiempo, así que lo recordaré: por cuestiones que nada tienen que ver con la sangre, yo soy medio santanderino. He estado viendo conciertos en la Plaza de toros desde que tenía diez años. Ya entonces, me fijaba en las caras de los policías cuando llegaba “Pacto entre caballeros” y sonreía.

Con todo, este año es diferente porque el escenario no tiene nada que ver. La luna está llena y naranja y queda justo a la altura de los micrófonos y conforme oscurece el mar se va convirtiendo en un abismo negro en el que aparecen y desaparecen luces de manera aleatoria.

Hace mucho frío. Soy muy bueno resfriándome, además.

Cristina, y sin Cristina,¿qué sería de nosotros? , ¿qué sería de ellos, sobre todo? Abrir la puerta a Dani y a Ester y a mi padre y charlar con Quique González –uno de esos nombres ubicuos, pero, a la vez, lleno de humildad- en el camerino. Dani y yo haciendo equipo, como siempre, y sacando fotos y Pancho se tiene que ir pero antes nos abrazamos y decimos “Hemos hecho un buen trabajo, ¿no?”.

Sí, y no era fácil. Los dos sabemos por qué.

Joaquín abunda en lo que todos sabemos del libro: está muy bien editado y tiene unas fotos preciosas. De momento los elogios me esquivan como balas silbantes y dan de lleno a los otros dos grandes artífices: FD Simón y Enrique Redel.

Un coche que va de madrugada a la Plaza de Cañadío, un bar en el que hay mucha más gente fuera que dentro, como en los viejos tiempos, un dueño que sigue sonriendo pero que habla mucho menos. En el camino, alguien ha perdido algo, pero creo que no he sido yo. Dani me regala metáforas pero, sobre todo, me regala complicidad. Juega a entrevistarme. Es un juego divertido: soy mucho mejor entrevistado que entrevistador. Nunca serví para periodista.

Ester, que va a pedir otra ronda pero es tarde. Al día siguiente, a las 9 empiezo nueve horas de viaje a Barcelona, hoy han sido seis y media hasta llegar aquí, una ciudad preciosa a pesar de estar llena de gente. Ellos van a pedir un taxi, yo me pongo a andar hasta la calle Magallanes. Algunos grupos, por la acera, cantan las canciones que yo no he escuchado.

Satisfecho, en cualquier caso. Sé que he hecho todo lo posible por que los demás las escucharan a gusto.

Y muchas gracias, claro.

jueves, agosto 10, 2006

El tema del tema

Uno de los grandes tópicos en torno a la publicidad es que nos crea ciertas necesidades. Yo diría más bien que se limita a recordárnoslas.

Estrés nocturno

Nuevas vacaciones. Quedar con Pancho y viajar a Santander para un nuevo concierto y hacer lo posible para que Dani Flaco se sienta en mi casa, porque, en parte, Santander es mi casa y la casa de mi padre, y eso provoca un sospechoso estrés de madrugada.

Planes para ver a Mai en Barcelona, a partir del día posterior -ocho horas y media de viaje en autobús, para abusar una vez más de la hospitalidad de B.- , correos electrónicos a Arcadi pidiendo entrevistas que no parecen llevar buen camino...

No conozco a nadie que viva el mes de agosto con tantas preocupaciones. Porque hace tiempo que no distingo agosto de enero ni el martes del viernes y parece que quiero decidir mi vida en cada minuto. Como un equipo grande en puestos de descenso o un equipo modesto en la final de una competición con la que jamás habían soñado.

Elijan metáfora.

miércoles, agosto 09, 2006

Autoexplicativo

ESTUDIA UNA DECISIÓN SIMILAR PARA LOS 'ÑETAS'

La Generalitat de Cataluña legaliza a los 'Latin Kings' como 'asociación cultural'

Mezquindades

Dice Arcadi el martes que "De aquí a unas horas el Partido Popular será formalmente acusado de quemar los bosques catalanes y gallegos" y al día siguiente publica un post que viene a demostrarlo.

Desgraciadamente, no es algo nuevo. El año pasado la oleada de incendios me pilló en Orense y, para algunos, los culpables eran, sin duda, los revanchistas del PP.

Sin embargo, hay en todo ello una especie de necesidad de agravio que no se entiende bien. El Partido Popular no está quemando los bosques, si alguien piensa eso, de verdad, tan convencido como para formularlo o insinuarlo de manera que quede suficientemente claro, no veo por qué habría que hacerle el menor caso.

Lo que verdaderamente subyace a todas las cenizas gallegas es la mezquindad. Pero la mezquindad no es algo nuevo ni algo de lo que tengamos que escandalizarnos ahora. La mezquindad es tanto insinuar que los incendios parten de determinados intereses (políticos) como asegurar que parten de una falta de planificación (política).

Lo único que cambia es el político y el partido que asegura, pero su talla moral se revela en cada caso. No puedo creer que haya políticos que deseen quemar bosques ni políticos que deseen no apagarlos. Por supuesto, eso es de lo que se acusan los unos a los otros, pero ¿merece la pena que sigamos escuchando?

martes, agosto 08, 2006

Agosto

Da gusto ver cómo la realidad se adapta rítmicamente a la ficción que se adaptó a la realidad y después de la boina amarilla de polución, llega San Lorenzo y todo parece tener algo más de sentido.

lunes, agosto 07, 2006

Las razones del Imperio

Excelso reportaje en el Canal Historia sobre la fortaleza de Guantánamo y sus residentes. Las comparaciones con los campos de concentración nazis son fáciles pero falsean el propio horror americano. Simplemente, Guantánamo no está a la altura de Auschwitz, lo siento, ni siquiera de aquellos hermosos "gulags" soviéticos donde la gente moría de agotamiento, congelación, hambre...

Como en muchas otras cosas, los estadounidenses han copiado lo mejor de la herencia europea y han creado un producto nuevo con ello. La humillación, la tortura, la impunidad... en el siglo XXI sólo podría ser razonablemente tolerada en forma de fortaleza ilegal.

O quizás no. En este debate de Guantánamo hay como mínimo dos posturas a analizar. La primera, lógicamente, la más sangrante, la de los propios americanos. Los campos de concentración nazis se crearon para exterminar a los enemigos raciales sabiendo que eran enemigos raciales, los campos de trabajo soviéticos se crearon para exterminar a los enemigos políticos cuando había evidencias de que eran enemigos políticos.

En este caso, hay una doble aberración: Estados Unidos ni siquiera se ha molestado en asegurarse de que los enemigos que aloja en su fortaleza son sus enemigos. No hay juicios, no hay abogados, no hay nada. Ni siquiera valdría apelar a que ningún criminal merece ser tratado así, es que ni se plantean la cuestión de si han cogido a los culpables o no. Les da igual.

La segunda cuestión -la que nos afecta más de cerca- es dónde queda la Unión Europea en todo esto. La transformación de Europa de imperio a colonia en tan pocos años es indudable. Tanto, que ha escogido a Gandhi -que luchaba contra Europa- como su referente político. Ahora mismo, la UE no parece sino una trama de culpabilidades y olvidos en la que cada uno mira al suelo siempre y está dispuesto a obedecer siempre. Todo con tal de no evitar problemas.

Cuando un político europeo dice "pedimos la paz", lo que quiere decir es "haced lo que queráis, pero a mí no me metáis en esto". Si Estados Unidos es imperio, gran parte de la culpa la tenemos nosotros: primero, matándonos entre nosotros, segundo, abdicando de todas nuestras responsabilidades de siglos en el resto del mundo, tercero, siendo incapaces de adoptar una sola posición de fuerza responsable y creíble.

Como último ejemplo, de nuevo, Guantánamo. Decenas de ciudadanos europeos en el limbo de la legalidad. Reacciones: escasas. Sí y amén. La culpabilidad y el miedo atenazan tanto a los políticos europeos que uno piensa si no sería mejor votar cada cinco años a los mejores psicólogos para atenderles.

Europa es un estado de ánimo y ahora mismo es un estado muy triste. Ante el terrorismo islámico, ante el nacionalismo étnico, ante el abuso militar, ante la ilegalidad manifiesta, ante cualquier forma de poder o demostración de fuerza, su reacción es agachar la cabeza. Difícil pensar que se está construyendo algo nuevo, más bien parece que estamos ante el final de una muy larga etapa.

Una historia de balas que silban

La esquizofrenia constante entre la admiración y el temor. Por un lado, los impresionantes resultados en toda clase de disciplinas deportivas, ante la exaltación del Secretario de Estado. Por otro lado, los continuos escándalos que involucran una y otra vez a médicos, masajistas, deportistas españoles en temas de dopaje, ante la preocupación evidente del mismo Secretario.

De momento, oímos las balas, eso quiere decir que no nos dan. Incluso, nos sirven para ganar algún Tour. Eso está bien.

Ahora, que incluso los abogados de Landis sean españoles tiene un punto cómico. Phonak, su equipo, siempre con director deportivo español y médico español de por medio -como la gran mayoría de los equipos ciclistas del pelotón-, lleva años sumando positivos y expulsiones de corredores. Cuando, en un gesto cara a la galería, los responsables se escandalizan y rompen el contrato de Landis, ¿a quién recurre el americano? A un grupo de abogados españoles, especializados en defender a deportistas dopados.

Sin duda, el dopaje es una industria muy rentable en España, algo así como un cuarto sector.

¿No debería eso preocuparnos y poner en duda algunos de los resultados de nuestros deportistas, por lo menos en aquellas especialidades en las que nuestros médicos han demostrado su valía, es decir, las de resistencia? Nadie se atreve a decirlo. Parece que estemos esperando un escándalo a la griega, con Kenteris y Thanou corriendo delante de la policía.

La excusa para cerrar los ojos parece estar en que ningún gran deportista español se ha visto aún afectado. No es del todo cierta: tenemos a Roberto Heras, tenemos a Alberto García y no deberíamos olvidar el insólito caso de "Juanito" Muehlegg, el triple campeón olímpico que acabó desposeído de todas sus medallas.

Le trajimos, le cebamos y le olvidamos. Así funcionan las cosas.

domingo, agosto 06, 2006

Nostalgia ochentera

Agosto se presta a pocas emociones fuertes. Apagón informativo, lo llaman desde algunos ámbitos. Ayer, visitando Ávila, hablaba con Gure sobre la necesidad de ese silencio mediático. Puedo estar de acuerdo, no tanto en que sea el Gobierno el que lo pida. Hasta donde yo sé, en un estado de derecho, el ejecutivo no tiene como competencia decirle a la prensa lo que puede y no puede publicar.

Para eso está Cuba, tan de moda últimamente.

Las palabras de la vicepresidenta han sido muy bien acogidas también por "El País", desde luego, y con su parte de razón. Lo malo de las hemerotecas y el tiempo libre es que uno se pone a releer en plena nostalgia ochentera los anuarios del periódico de 1983, 1986... y encuentra artículos de Juan Luis Cebrián, director entonces de la Institución, criticando los intentos de censura de Felipe González, precisamente en torno a la lucha antiterrorista de los tiempos de los GAL.

Los tiempos han cambiado, desde luego: las peticiones de censura se convierten en declaraciones de autocensura y las mejores firmas huyen a otros medios. Aún así, la hemeroteca de "El País" durante años sigue siendo una referencia imprescindible.

Como imprescindible es, en tiempos de memoria histórica, el libro de Rafael Borrás Beltriu, editor de Planeta, Plaza y Janés, Alfaguara, Ariel... y lo que le echaran por delante. Lo que destaca de las memorias de Borrás no son sus opiniones -en ocasiones, discutibles, pero sinceras: marcadas siempre por un izquierdismo republicano de influencia POUM- sino su preocupación principal: el respeto por las opiniones ajenas.

Borrás publicó libros a Areílza, Fraga, Miguel Primo de Rivera, Vizcaíno Casas, Ángel Palomino, Ricardo de la Cierva, media familia Franco... en una editorial dominada por Lara, no precisamente un revolucionario. Gracias a él y a su capacidad de escuchar a unos y a otros, tenemos documentos sobre la Guerra Civil, el franquisimo y el primer juancarlismo que hace un poco ridículo el empeño en seguir revisando y revisando y revisando.

Aterroriza pensar en el momento en que Borrás y todos sus publicados -anarquistas, socialistas, comunistas, monárquicos, franquistas de base, falangistas, demócratacristianos...- hayan muerto y nadie tenga interés en reeditar sus libros. Entonces, toda la memoria quedará en manos del Congreso de los Diputados, cuyo interés en la verdad se ha mostrado nulo como poco desde que yo tengo uso de razón.

De momento, para aprender sin odios, sin fanatismos, con un rencor comprensible pero no exagerado, atendiendo a "las razones de los otros" como el propio Borràs reconoce, lo mejor seguirá siendo acudir a las fuentes. Hasta que se sequen.

viernes, agosto 04, 2006

Al caer el sol

Que Víctor Alfaro esté haciendo con 23 años todo lo que yo estoy intentando hacer con 29 me produce una envidia infinita.

Porque, cada día, yo me levanto pensando "¿y si todo esto lo hubiera hecho yo algunos años antes?"

Probablemente, lo hubiera hecho peor, también. Creo que a cada persona le corresponde un ritmo y eso conviene respetarlo. Mucho ánimo, chaval...

Los pastores del odio

Un hijo tiene problemas con su padre y va a contarlos a un programa de televisión. No sabe dónde está y teme, directamente, que haya muerto. Lo dice con esas palabras y un aire circunspecto pero en el que no se vislumbra ninguna culpa. Los periodistas, primero, no le creen. Luego pasan a culparle: "si es verdad, ¿por qué no le ayudas?". El hijo se defiende como puede, pero parece ausente.

Azuzado por los gritos de la directora del programa que se repiten en el pinganillo, uno de los periodistas le viene a acusar de querer matar a su padre: "Le han prohibido ver este programa para no oírte porque eso podría ser el punto final. ¿Esa es tu manera de apoyarle?, ¿te das cuenta de lo que haces?"

El hijo ni siente ni padece. Se limita a apelar a su infancia y llama a su padre drogadicto, alcohólico y maltratador en poco más de cinco minutos. Dice sentirse tranquilo. Parece tranquilo, de hecho. En una de las pausas publicitarias, mientras los periodistas hablan por el móvil, él sale fuera del estudio a encenderse un cigarro.

Cuando vuelven, siguen los ataques pero por otros flancos. Él no responde a ninguno de ellos. La productora escribe en pantallas mensajes que nadie ha mandado pero que sirven para que otros se decidan a contestarlos. La directora está más tranquila. La entrevista se acaba y todos sonríen porque han hecho un buen trabajo mientras se van quitando los auriculares de la oreja y una maquilladora les quita el sudor con cuidado.

El hijo que sufre porque su padre es un alcohólico, un drogadicto, un maltratador e incluso es probable que en cualquier momento aparezca muerto recibe la promesa de que recibirá el ingreso en su cuenta en un par de días -el mes de agosto es terrible- y piensa inmediatamente en qué se lo va a gastar.

La presentadora, inexistente a ratos, histriónica la mayoría de las veces, duerme intranquila, pensando en si la audiencia habrá respondido o no, cuándo le informarán de ello y si servirá para, de una vez, conseguir afianzarse en la programación.

En algún lado, un espectador despistado sigue enviando mensajes a 1,03 euros el SMS, emocionado porque ya tiene a alguien más a quien odiar.

Enhorabuena. De eso se trata.

Elogios y contradicciones

El sábado 5 de agosto se celebrará en San Martín de la Vega del Alberche el Festimol 2006. Todo lo que puedo decir del Festimol es bueno, empezando por su propio título. Es la cuarta edición y, por lo que parece, también me la perderé. De cuatro, sólo he podido ir a una, pero mereció la pena, desde luego.

El Festimol toma su nombre de un molino junto al río Alberche, propiedad de uno de mis tíos, quien lo cede anualmente para el uso y disfrute de músicos, diseñadores, aspirantes a cineastas, etc. Es, de entre lo que yo conozco, la iniciativa más original y valiente que puede hacer un grupo de veinteañeros con pocos medios.

Si el mundo fuera mejor, todos nos atreveríamos a hacer Festimoles por todas partes y en todos los meses y no hablaríamos de los demás sino que los demás hablarían de nosotros. La contradicción en todo este asunto es obvia: mi incapacidad para asistir si eso implica viajes y complicaciones y avispas y pozas y todo tipo de excusas absurdas para enmascarar lo que parece un ataque claro de sociofobia.

En otras palabras, cada uno sirve para lo que sirve y en mi caso, parece, lo que se me da bien es arengar. Participar, eso ya es otra historia...

jueves, agosto 03, 2006

Dudas razonables

A estas alturas resulta evidente que desconfío de mí. Dentro de poco lo que es una preocupación derivará en una obsesión y esa será mi capacidad para escribir mi siguiente libro.

Hay algo que temo por encima de todas las cosas: que sienta la necesidad de agradar (agentes, editores, prologuistas...) por delante de la necesidad de contar lo que quiero contar y a mi manera.

Es decir, que al talento le abandone por completo el valor. Me ataré como Ulises al mástil de mi procesador de textos y evitaré cualquier concesión. Antes era más divertido: no había expectativas. "Gente rara" tiene que ser un libro raro o no ser en absoluto. Le moleste a quien le moleste.

miércoles, agosto 02, 2006

Buenas intenciones

El término "bienintencionado" se utiliza despectivamente. Es algo que nunca he entendido. Lo que cuenta, sin duda, son las intenciones, no los resultados. Cuando todo confluye, perfecto, tenemos una obra maestra. Muy cerca de eso queda "Tu vida en 65 minutos".

Es una manera como otra cualquiera de empezar este resumen barcelonés: un cine del Paseo de Gracia a las 4 de la tarde, haciendo tiempo para que salga el tren. Barcelona, de 1 a 6 de la tarde, en agosto, es un lugar insoportable, casi tanto como Madrid... pero yo no lo sabía.

Una película que B., mi anfitriona (understatement) durante estos cuatro días, ya ha visto, pero que "no le importa volver a ver". Un comienzo extraño, un actor que oscila entre Daniel Guzmán y Juan Diego Botto y al principio resulta molesto pero luego lo entiendes. Buenos diálogos. Buen manejo de las pausas. Si en algo destaca el cine catalán con respecto al resto es en el manejo de las pausas. Influencia francesa, quizás, pero en ese caso, el alumno ha superado con mucho al profesor.

Un transcurso normal, incluso frívolo a veces, hasta que aparece Tamara Arias y toda la sala se siente en la obligación de enamorarse de ella. Pocas veces un personaje cambia tanto una película. Enamorarse de "Cristina" es enamorarse de "Dani", también, como si fuera imposible separar una cosa de otra, y al final, de lo que se habla es del amor y de la vida y hay momentos de video-clip y momentos, directamente, de anuncio de Balay.

Pero es un anuncio tan bonito.

Pelos de punta, lágrimas a punto de brotar... "Es una película que hace que uno no quiera morirse nunca". ¿Cuántas obras artísticas merecen una frase así? Podría ser mejorable, claro que sí, pero hay que fijarse en el estado del cine español.

Si algo nos puede ofrecer nuestro cine, a diferencia de cualquier otro, es cercanía. Cuando la cercanía cae en arenga se convierte en propaganda, cuando cae en una complicidad burda se convierte en chiste casposo. Quiten la propaganda y los chistes casposos del cine español y quedarán muy pocos directores. La mayoría, siento decirlo, catalanes.

"Tu vida en 65 minutos" quizás no sea una maravillosa película. No es demasiado consistente, por ejemplo, y desvía demasiado la atención. Pero te hace querer salir del cine, en el mejor de los sentidos. Todo eso sin artificios, sin ñoñerías, sin lágrima fácil. Con talento. Con valor. Enhorabuena. Era la mejor película que se podía ver en esa ciudad.

El mérito estaba en hacerla.

Talento y valor en la calle Provença

Maike Lüdenbach es un personaje tan singular que es imposible que no triunfe. Consideren "triunfo" lo que ustedes quieran, pero va a conseguir lo que se proponga y eso es algo que no todos podemos decir. Una presentación interesante en las oficinas de Vicious Records: Sandra dice "este es Guillermo, el que escribe esos artículos tan bonitos..." y el jefe de la discográfica responde "eso está muy bien, es necesario que alguien apueste por los músicos nuevos, las compañías nuevas...".

Sí, eso está muy bien, pero se le olvida una cosa: Aún queda que alguien apueste por mí.

Estoy pensando en modificar la línea de entrevistas que tenía para el año que viene y convertirla en un cajón de sastre llamado "El valor y el talento" y que no recoja sólo actores, cómicos y presentadores sino a cualquiera que me apetezca. Las ventajas de hacer las cosas gratis. Parte de la culpa es de Tamara Arias, eso ya quedó dicho. La otra parte es de Maike. Se merece una entrevista.

Pero también tenemos a Joaquín Reyes, y a Dani Mateo, incluso a Ignatius Farrey, por qué no a Nacho Vigalondo... allí hay un filón por explotar, y quizás pueda hablar con el manager de Bebe, y recuperar a Paz Gómez o que Manuela Velasco conteste los emails... hay una generación que viene y ellos tienen que arengarme a mí tanto como yo a ellos. Ya no tengo nada que explicar: mi mala conciencia de periodista quedó subsanada ayer mismo, cuando mi correo de Elsemanaldigital.com desapareció junto al resto de mis recuerdos.

Si yo soy Trotski, ¿quién es Stalin?, ¿qué dice esa comparación sobre él? En cualquier caso, puedo decirlo bien alto. Aunque sea por exclusión, soy escritor.

Aunque, de momento, agosto de 2006, una terraza y una conversación sobre música -siempre hablan sobre música, da gusto-. Dani y Maike de un lado y yo del otro, hasta que llega B. y mi tren sale en pocas horas y ella se merece esas horas, desde luego, así que nos vamos a comer y me permite incluso que ponga una sonrisa tonta al decir "Maike Lüdenbach me ha invitado a una Coca-Cola", porque estoy convencido, simplemente.

De los dos.

Joaquín Sabina en Sant-Feliu

Haciendo cálculos con B. nos salían diez años: un concierto en Santander con Los Rodríguez, Andrés Calamaro haciendo eses mientras cantaba (destrozaba) "Princesa". Otra vez en el escenario, viendo el perfil de la actuación y los enfados y las reconciliaciones y los técnicos corriendo de un lado a otro.

Repito lo que percibí en Salamanca: todo es mucho más calmado. Ni mejor, ni peor, más calmado.

El duque en su dominio. Un campo de fútbol de tierra con marcador de esos del Mundial ´82, donde se va cambiando el resultado con números escritos en cartulinas. Al principio, poca gente. Una prueba de sonido acelerada -consecuencia de los desmanes de El Prat-, varios bocadillos, recuerdos sentados en unas sillas junto a una mesa. La fingida distancia de Antonio García de Diego, siempre tan entrañable.

Lo que está claro es que Joaquín Sabina se ha convertido cada vez más en el nombre de un grupo. Creo que él está completamente de acuerdo en ello y le resulta un alivio. No sé si pasa lo mismo a su alrededor, desde luego no se percibe ningún nerviosismo. Son muchos años y los acordes no cambian, eso es una ventaja.

Paseos de dentro a fuera del camerino -un calor insoportable, de vestuario del equipo visitante- una visita fugaz a Joaquín, con muy buen aspecto, una sonrisa y un abrazo siempre dispuestos, al menos para mí y, por extensión, para B. Dos libros dedicados, uno para él, otro para J., creo que por una vez he conseguido estar brillante en las firmas. Alguien que firma 2000 libros no tiene por qué ser brillante, pero alguien que firma sólo 100... ¿No se le debe exigir algo de genialidad?

Mi eterna disputa con la genialidad y el talento.

Calor de Costa Brava. Un pueblo bonito, desde luego. Comida en un chiringuito-restaurante del paseo marítimo, habitación con vistas al mar. Ganas de quedarse allí para siempre. Hay veces que un concierto -veinticinco canciones, me refiero- es lo de menos. Abrazar a mi tío Pancho y oír hablar de Pete Townsend. Eso está bien, hay veces que se necesitan cosas así y todos los demás oropeles están para contarlos, pero poco más.

La voz, firme. La sonrisa, casi constante. El móvil, sin batería. Así debería ser siempre. El público acaba llenando el recinto, a 28 euros la entrada, y parecen divertirse. Hacen todo lo posible por divertirse. Ellos hacen todo lo posible por que se diviertan, es un trato justo. Trucos, muchos trucos, lo que se conocen como "tablas". Chicas premio que se hacen fotos. Anochece y alguien canta.

B. y yo sumamos 50 años, pero somos los primeros derrotados. Hay que desconfiar siempre de los jóvenes. Nos sentamos en la furgoneta y esperamos a que los músicos acaben de charlar con sus amigos. Hay algo bueno en ser escritor: tenemos muy pocos amigos. También es verdad que en ocasiones nos sentimos muy solos. Tan, tan solos que necesitamos irnos de gira.

Y dejar las habitaciones sin pagar, por supuesto.

Tontunas

Leo en "El Mundo de Catalunya", edición del 1 de agosto de 2006, justo de camino entre Barcelona-Sants y Madrid-Atocha, la siguiente expresión del obispo de Pamplona: "Los católicos deberían plantearse seriamente si pueden votar al PSOE".

Me pregunto por el escándalo que hubiera supuesto una frase a la inversa, es decir: "Los votantes socialistas deberían plantearse seriamente si pueden seguir siendo católicos".

Odio el anticlericalismo, pero es que hay veces que lo ponen tan fácil...

Drama adolescente

Creo que merecía la pena poner un enlace a esta noticia, aunque sea una noticia absurda para cualquiera que no tenga entre 25 y 35 años y una pasión (y una memoria) desbordante por el baloncesto.