sábado, julio 22, 2006

Un sábado cualquiera

Primeras reflexiones de un sábado por la mañana:

- Una avalancha de público en el recital de The Pixies marca la primera noche del FIB .- Me tranquiliza. La infelicidad ajena, en general, me tranquiliza. A veces pienso que debería estar allí y eso me llena de ansiedades y angustias. Los Pixies, además. Una de las razones para no ir a Benicassim fue que ya les había visto en el Festimad de 2004 -¿no crees que nuestra vida va a cambiar a partir de ahora? preguntaba con su coquetería deliciosa Marta, mientras buscábamos el coche para volver de Móstoles-.

"El Mundo" avisa en su edición impresa que el 54% de los abonos se vendieron en Gran Bretaña. Otra razón para no ir, otra razón para la tranquilidad. Odio juzgar al todo por la parte, pero pensar en decenas de miles de británicos borrachos a las tres o cuatro de la mañana me horroriza. Y lo dice un hombre que piensa vivir en Londres unos cuantos años de su vida.

- Tossato se apunta la decimoctava etapa y Pereiro acaricia el triunfo al amarrar el maillot amarillo de líder .- Con mucho, el titular más desconcertante del día. Un reflejo cristalino de lo que es ahora mismo el periodismo digital. Toda la prensa sabe que el Tour se juega en la contrarreloj de hoy y que es muy probable que los españoles no ganen: "Libertad Digital" pensó que la etapa decisiva era la de ayer. Su manía de vivir en el pasado, o, simplemente, un copiar-pegar equivocado de una nota de agencia.

Lo sorprendente es que lleve casi 24 horas en portada.

Hablando del trato que recibe Pereiro en la prensa española: el "Marca" se volcó con él desde el primer día y acertaron. Contra todo pronóstico: la baza hubiera sido Sastre de no ser por su natural "amarrategui" que paralizó a su equipo en la lucha contra Landis. En "El Mundo" se dice del gallego que "tiene en la contrarreloj su asignatura pendiente". Sensacionalismo o ignorancia. Pereiro es un contrarrelojista más que aceptable. Y un prologuista excelso, habitual entre los cinco primeros en carreras menores.

Garzón se pelea con Garzón y ahora es Marlaska .- Como titular es soberbio. Lo podría haber firmado yo. Muy propio, por cierto, del periodismo digital... sólo que aparece en "El País", empeñado en combatir estos tics internautas desde el principio de los tiempos. Lo verdaderamente extraño de la historia: la relación Garzón-Marlaska. Hasta hace un mes, Garzón era el malo para el PP y Marlaska, el bueno. Ahora, "El País" parece distinguir: Garzón= mal rollo, Marlaska = buen rollo.

Y, a la inversa, para Libertad Digital, ahora Marlaska es un frívolo.

Sobre Marlaska, de hecho, creo haber oído de todo. En ESD, por ejemplo, llegaron a sacar información "confidencial" de su marido. Supongo que, en su mayor parte, inventada.