miércoles, julio 26, 2006

Pena, penita, pena...

Le tengo mucho cariño a Ana Torroja, no puedo evitarlo. Crecí como fan de Mecano y cuando tenía cuatro años ya cantaba "Bebiendo, fumando y sin parar de reír...". Años después, mi madre y mi tío colaborarían con ella en su carrera profesional.

Precisamente por eso me da un poco de pena (o un mucho), verla otra vez de negro, con minifalda y "cantando a Mecano" en una gira. No es una cuestión de moral -aquí nos prostituimos todos- sino de estética: ella lo intentó y ¿en qué ha acabado? Cantando "Yo soy uno de esos amantes" patrocinada por los 40 Principales.

Hubo otro que quiso ser compositor de óperas y acabó saliendo en "Al Salir de Clase".

La fama es terrible, eso está claro. Como cualquier otra adicción. Y muy cara, a lo que se ve.