lunes, mayo 22, 2006

La gran esperanza blanca

Dejo constancia de que hay una chica madrileña que acaba de graduarse en la prestigiosa universidad de Berklee, en Boston. A sus 26 años ha completado las carreras de piano y composición en el Conservatorio de Madrid antes de instalarse durante tres años en Estados Unidos y especializarse en bandas sonoras.

No sólo "acaba de graduarse", sino que lo ha hecho con su propia música -ganó el concurso de composición de la escuela- y recibiendo el diploma de manos de Aretha Franklin.

Cuando, dentro de algunos años, la veamos recoger Goyas o ser nominada a Oscars, acuérdense de que aquí oyeron hablar de ella por primera vez. Aunque, antes de graduaciones y carreras, ya había sido cosas muy importantes, no se crean: encabezó un insidioso grupo ultra de animadoras de equipos de baloncesto de distrito e incluso llegamos a protagonizar juntos un relato precioso.

El verano pasado -éramos tan jóvenes- fantaseamos con la idea de crear juntos una revista, mezclando su dinero y mi talento. Comoquiera que ni su dinero ni mi talento dan para tanto y están ya suficientemente dispersos, poco a poco hemos ido abandonando el proyecto.

Mañana, martes 23 de mayo, si no nos ha engañado -a veces lo hace- Inés Thiebaut estará aquí, y un post personal no valía, había que institucionalizarlo de alguna manera. Hablamos de una estrella con mayúscula y no una estrella "adquirida" sino una estrella de las que uno puede decir con orgullo: Es complicado que pueda llegar a querer más a alguien.