lunes, abril 10, 2006

El asesino, a veces, no es el mayordomo

Sería curioso que el Gobierno inglés también hubiera errado en la atribución de los atentados del 7-J en Londres y sería curioso que su error consistiera exactamente en el contrario del que cometió el gobierno español el 11-M.

Sería curioso que, después de todo, Al Qaeda -como tal- no fuera tan poderosa como el pánico colectivo imagina.

Por no hablar del hecho de que, a veces, atribuir grandes planes y grandes inteligencias a los asesinos puede llevar a investigaciones muy absurdas. El asesino no siempre es el mayordomo. El mayordomo, a veces, no es tan inteligente. La inteligencia, a veces, no es necesaria para cometer un crimen, por muy brutal que sea.

Hay que escuchar un poco, con eso suele bastar.

Si este hecho -de confirmarse- sirviera tan sólo para que la gente entienda que tan imprudente era atribuir desde el primer momento (Acebes) la autoría a una banda terrorista como lo fue después atribuirsela sin más a esa entelequia multiforme llamada Al-Qaeda (Zapatero, Rubalcaba...) habríamos dado todos un paso adelante.

No lo creo, en cualquier caso. Aquí, "llevar la razón" prima por encima de cualquier intento serio de investigación. Y eso se ve en los dos lados: tanto en el obsesivo empeño de que "todo está explicado" como en la delirante teoría conspiratoria que viene a colocar al PSOE detrás de los atentados.

Ojo, llamar "imprudente" a una teoría, no quiere decir que sea "falsa". Quiere decir que, el que la enuncia, no sabe lo que está diciendo.

De lo que no se sabe hay que callarse, dijo Wittgenstein. Nadie le escuchó. Ni los compañeros ni los opositores de su traductor, Enrique Tierno Galván.

Un poco de prudencia, insisto, nos sentaría tan bien a todos...