viernes, abril 28, 2006

Apuntes mediáticos

Pequeña añadidura: llama mi madre y confirma que las fotos y el vídeo han salido bien. De la pericia -incontestable- del webmaster y el tamaño de los mismos depende que podamos colgar todo en www.guilleortiz.com . Esto no es una promesa, es sólo una esperanza.

Haremos lo que podamos, estábamos tan guapos...

Y, como yo me he negado a extenderme, y hay por ahí cronistas sociales que realmente valen para esto, aquí os dejo las dos crónicas externas de la presentación de ayer.

Una presentación soñada

Tengo la sensación de que el propio acto de escribir supone un extrañamiento del mundo, o, si se quiere, es el reflejo de un "sentirse extraño" en el mundo. "Desintonización", lo llamo en el principio de una novela que empecé a escribir y no sé cuándo terminaré.

El escritor, por ello, exagera su perspectiva y desconfía de las ajenas. De ahí que necesite plasmarla en el papel cuanto antes, con cierta ansiedad, con el miedo de que alguien haya contado ya lo mismo antes, con la seguridad paranoide de que "nadie le entenderá", con el estupor en forma de sonrisa idiota cuando se da cuenta de que sí es entendido.

Extrañamiento, ansiedad, falta de "pertenencia"...

Curioso que todo esto lo diga un escritor que ayer se vio rodeado no sólo de su familia más directa -Pancho y Gloria, sí, pero también los dos Luises y Jose- sino de lo más cercano a una familia que ha tenido nunca , de una familia que sé que me adoptaría sin ningún problema si yo me dejara un poco más y de los que, ellos mismos, en palabras de su Sumo Sacerdote -ese Rafa al que todos queremos como un padre responsable- se consideran familiares.

Cuatro familias, así, de repente. Imagínense qué Nochebuena me espera.

Podría hablar, como periodista, de las partes y estructura del evento, pero sería ridículo: había que estar ahí. Sentir las voces que vibraban, los murmullos, los silencios, las miradas, los dedos pasando por las cuerdas de la guitarra, los abrazos y las lágrimas a punto de brotar en cada instante.

No fue un desastre, no. Todo lo contrario. Recrearse en ello, de hecho, sería una manera de estropearlo, así que baste con una palabra:

"Gracias".

jueves, abril 27, 2006

La dialéctica del amo y el esclavo

A NEWTON ARVIN

Verbier, Suiza
15 de octubre de 1962

Queridísimo Sige,

Hay personas con las que se puede ser el más íntimo, tenaz y afectuoso de los amigos y aún así le pueden echar a uno para siempre de sus vidas sencillamente porque obedecen a algún raro modelo psicológico. Un tipo de personas que sólo escribe cartas cuando las recibe, que sólo telefonea cuando les llaman. Es decir, que si uno no les escribe ni les llama, nunca más van a saber de él. He conocido a mucha gente así, y esta peculiaridad suya, esta extraña mentalidad del ojo por ojo, siempre me ha maravillado.

(...) El invierno pasado, cuando te llamé desde Nueva York, me dijiste: "Justo estaba pensando en ti. Me preguntaba si volvería saber de ti algún día". ¿Y por qué no era yo quien debiera haber sabido de ti? ¿Por qué. con la gente como tú, la iniciativa tiene que venir siempre del lado contrario? No hago estos comentarios con mala fe. Tan sólo me gustaría saber qué hace que la gente como tú y Phoebe y Jack os comportéis de este modo. Y estoy convencido de que escribirás para decírmelo: siempre eres muy meticuloso a la hora de contestar cartas.

Truman Capote. Un placer fugaz. Cartas

Bien, ¿y qué vamos a hacer ahora que lo sabemos?

miércoles, abril 26, 2006

Sensiblero, que no sensiblón

Cuando aparece un disco con calidad pero suficientemente comercial, todos estamos contentos. El artista, de entrada, porque sin renunciar -o renunciando lo mínimo- a sus principios va a poder ganarse bien la vida. El productor y la discográfica, porque, sin adquirir mala fama, van a poder vender la mercancía sin problemas. Por último, el periodista, que puede hacer su reseña o su entrevista sin tener que caer en elogios forzados o en críticas despiadadas que desembocan irremediablemente en enemigos.

Algo así sucede con Nena Daconte, que han provocado una especie de entusiasmo generalizado en la industria. Mai Meneses "limpia" su nombre de la enorme mancha de OT, Universal se vuelca en una promoción desaforada y yo puedo decirles que sí sin comprometer en absoluto mi independencia. Lo dicho: todos contentos.

Su disco merece mucho la pena. Se parece un poco a mi libro: es sencillo, pero trabajado. Algo sensiblero, quizás, pero no exactamente sensiblón (como James Blunt), dura poco (35 minutos frente a 110 páginas en edición de bolsillo) y tiene alguna frase memorable.

No es falsa modestia, pero las suyas me gustan más. Por ejemplo: "Engáñame a mí también, siento envidia de sus celos", estribillo de una enorme canción.

Una de entrevistas

Cualquiera que me conozca sabe que mi adjetivo favorito es "entrañable" y que lo utilizo indistintamente para todo tipo de personas, incluso las más dispares entre sí. Por ejemplo, Kitty Fitzgerald, autora de "Pigtopia", con sus colores chillones y su aspecto de abuela inglesa y su esfuerzo por pronunciar de la manera más delicada posible para que se le entendiera todo.

Sobre la obra ya he hablado, y no pienso cebarme. Definitivamente, no se lo merece.

Y "entrañable", también, es la última palabra del artículo sobre una chica definida en otros ámbitos como "claramente duéndica". Con razón.

Se masca la tragedia

No sé si debería decirlo aquí o allí, pero tengo unas ganas terribles de acabar con todo esto. Menos de 48 horas para la presentación y no tenemos presentador. Ni siquiera sé qué invitados vendrán y temo que al final no sean ni 30 ni 20.

La buena noticia: tocaremos a más coca-colas y cervezas, los que estemos.

Es la maldita ausencia de tiempo. La imposibilidad de estar pendiente de todo: ni siquiera he hablado con el dueño del Colonial desde el pasado jueves. Enrique Redel es tan entrañable que soy capaz de perdonarle todo, pero es que de 24 horas a esta parte son todo cancelaciones.

Yo lo escribí, yo lo edité, yo lo presentaré y quizás mi cara en el espejo del fondo de la barra sea la única que se vea. Sería un bonito final.

Obviamente, esto es una exageración. Sea como sea, supondrá un final. Creo que las cosas, en general, han ido muy bien. Aún no he podido pararme a hacer recuento. Paso demasiado tiempo en Correos.

martes, abril 25, 2006

"¿A quién quieres más...?"

"El 80% de los niños ven a sus padres como un ejemplo a seguir", titula hoy un gratuito madrileño -en el autobús no he acertado a averiguar cuál-. Es una manera de titular que deja en segundo plano el dato más importante de la encuesta: "El 20% de los niños no ven a sus padres como un ejemplo a seguir".

Uno de cada cinco, no está nada mal.

El Torito, descodificado

Tengo algunos problemas con Víctor Pérez de Albéniz. Su blog de elmundo.es, "El Descodificador", a veces me parece que se excede. La pretensión de querer ser siempre gracioso e irónico puede con él en demasiadas ocasiones: las críticas se convierten en exageraciones, las reflexiones en tópicos y las amonestaciones a determinados profesionales rozan el insulto.

Ahora bien, eso sucede a veces. El resto de las veces es mordaz, penetrante... no es que vea cosas que los demás no vemos, sino que las explica con una claridad pasmosa.

Su última batalla con Telecinco por ese lamentable personaje -creado por City TV pero asimilado gustosamente por la cadena- llamado Torito nos ha dejado un post sencillamente memorable. Enhorabuena.

Aunque lo realmente vergonzoso y pornográfico es que se sigan emitiendo los "Aquí hay tomate", "Salsa Rosa", "A tu lado", "El programa de AR"... Espacios todos ellos donde la persecución y el acoso (casi) criminal se entiende simplemente como una profesión.

Y, en algunos casos, durante el horario infantil. El odio se puede sembrar de muchas maneras.

lunes, abril 24, 2006

Aguas tranquilas

Entre mis dos blogs -gusto por la esquizofrenia- he publicado en la última semana 18 artículos -19, con este- para un total de 1 comentario y 1 comentarista. Parece increíble pero me llena de serenidad pensar que pudiera no leerme nadie.

En ocasiones, me autocensuro. A menudo, lo que digo no es toda la verdad.

Supongo que no es así y hay datos que lo atestiguan. Mi artículo de Elsemanaldigital.com lo han leído hoy más de 9000 personas. Es mi récord personal y estoy contento porque es un buen artículo. Eso sí, nadie ha comentado nada. Ni un triste e-mail. Antes, en los buenos tiempos, cualquier referencia a Melendi o Fernando Alonso hubiera generado una catarata de insultos.

Ahora las aguas bajan tranquilas. Tanto, que es difícil saber a qué distancia estamos de la orilla o si, directamente, hemos encallado.

Una cuestión de método

Varios periódicos nacionales y el propio Ministro del Interior insisten en el proceso de verificación. No es una actitud nada científica. Una proposición no es aceptable por los muchos casos en los que se cumple, sino si no hay ninguno que la invalide. Esto es, falsación.

Una tregua falsada es una tregua falsa, nos pongamos como nos pongamos. Lamento mi pesimismo antropológico.

domingo, abril 23, 2006

Monty Python´s Flying Circus

And now for something completely different... chess-boxing.

El enigma Zapatero

Las victorias de Bush y Merkel se consideraron como fracasos de Zapatero. Por la misma razón, las de Prodi y Ferenc Gyurcsány podrían considerarse éxitos personales. Hay algo así como el "espíritu Zapatero" que recorre Europa y es absurdo negarlo.

El éxito de un hombre cuyo balance de legislatura es "No devolverán la estatua de Franco a su pedestal" y apela a una canción de Melendi para resumir sus dos años de gobierno me resulta incomprensible. Quizás el problema esté en la distancia. A lo que se ve, gana mucho de cerca: todos hablan de su capacidad de convicción y de su atractivo personal. También gana bastante de lejos: es un referente indudable de la izquierda europea y americana. Sus decisiones invitan a ello.

Con motivo de los dos años de Gobierno hemos asistido a algunas de las críticas desmedidas que son ya habituales y a algunas hagiografías curiosas -"es el único político liberal de este país", asegura el Conde de Godó en el siempre complaciente "El País". Como se entere el presidente...- pero queda el enigma de cómo se va a desenvolver en la distancia que da las victorias electorales. Esto es, la distancia media.

En su empeño por gustar, Zapatero corre el riesgo de convertirse en una moda. La volatilidad del PSOE en los sondeos así lo apunta. Hace dos meses, estaban perdidos. Ahora mismo, coquetean con la mayoría absoluta. Puede que sea un problema de la ciudadanía -lo es, sin duda, su falta de compromiso serio con la política roza el escándalo- pero también lo es de la propia acción de gobierno.

Hasta ahora, los mayores réditos del PSOE se los da el PP metiéndose en charcos. Igual que hizo Aznar en el período 1996-2000, el Gobierno se destaca por ser oposición de la Oposición. Es un mal síntoma, pero entonces la cosa acabó muy bien. ¿Por qué cambiar?

Hay riesgos, sin embargo. El primero, que la propia Oposición -y sus millones de votantes- se sientan acorralados: eran culpables de todo en el Gobierno, perdieron las elecciones y ahora son culpables de todo en la Oposición. El segundo, que ese acorralamiento degenere en paranoia, y que lo que es un problema político se convierta en un problema social.

Trinidad Jiménez, conocida hagiógrafa, dijo hoy en Vistalegre: "(Zapatero) ha hecho que la gente recupere la confianza en los políticos". Obviamente, debe de tratarse de un chiste. Si los dos años de Zapatero tuvieran que resumirse con una frase, sería precisamente: "No confíe en los políticos, confíe en mí".

Quedan dos años para hacer balance. Escribir de más es tontería.

Los riesgos de ser pesimista

A Dios rogando... y con el mazo dando

sábado, abril 22, 2006

La dura vida del chico lector

Quizás hacía demasiado tiempo que no leía y por eso me he vuelto tan crítico. La palabra es desconfiado.

El problema de Beigbeder no es que no sea brillante y divertido nunca, es que pretenda serlo siempre. Obviamente, no lo consigue. En el camino quedan una colección de frases memorables. Eso está bien en un "blog". Incluso en una colección de artículos... Pero una novela es otra cosa.

Problemas de gente que no sabe escuchar.

En cuanto a Kitty Fitzgerald y su "Pigtopia", estoy pensando seriamente en plantarme el próximo martes delante de ella y de la representante de Mondadori con una sola pregunta: "¿por qué?"

Y no me haría falta ni traductor.

viernes, abril 21, 2006

El dúo calavera

Mi tío y yo formamos un buen equipo, aunque sea un equipo atípico. Él me hace todos los bloqueos y yo intento entrar hasta la cocina. Divertido.

Presentación del último libro de Benjamín Prado en La Casa de América. "Es probable que veas a Almudena, a Luis, a Rioyo y a Joaquín, así que si quieres, llévate los libros y se los das en mano", me dijo, ayer, cuando me anunció que B. nos invitaba a los dos. Era una descortesía. Ir con un libro a la presentación de otro libro, sea cual sea la distancia entre los dos escritores, tiene un punto retador.

Sí podía hacer otras cosas: por ejemplo, palabrería. Y algún efecto visual. Allí entró Hache, con sus impagables carteles promocionales de la presentación, que fueron pasando de mano en mano. Parecíamos vendedores de enciclopedias. Surrealista. La táctica era simple: mi tío se acercaba a Chus Visor, o a su mujer, y hablaba con ellos. Luego me presentaba: "es mi sobrino Guillermo, es escritor".

La palabra "escritor" generalmente les ponía a la defensiva, pero aún así preguntaban: "¿y qué haces, novela o poesía?" Creo que, en la representación múltiple de esta escena -Almudena Grandes, Felipe Benítez Reyes, los citados Visores- nadie preguntó por el relato, y, sin embargo, lógicamente, esa fue siempre la respuesta.

"No deberías ser tan modesto", decía Benjamín con su sonrisa habitual. Soy modesto porque no puedo ser otra cosa, le explicaba a Pancho. Soy modesto porque he escrito un libro muy modesto. Cuando diga "he escrito una maravilla", la gente se lo creerá en seguida. Ese es el acuerdo. Ellos me escuchan. Yo no les miento.

Terriblemente divertido, en cualquier caso, ya quedó dicho: charlar con A. como si nos conociéramos de toda la vida, hacer planes para la Feria del Libro, recopilar direcciones para enviar los libros. Promesas de asistencia consensuadas: "Si estoy en Madrid, seguro que voy". Cierta desconfianza. Sabina ni siquiera vino a la Casa de América y eso que había confirmado su asistencia...

... Sería un espectáculo verle en la Ronería. Al menos, eso sí, tendría caña (o refresco) gratis. Estamos que lo vendemos, señora.

Más sobre Laura

Desde luego, esta vez se han lucido. "Amo a Laura" llega hasta el diario "El Mundo" y la proponen como canción de verano. Muy bien. No es que antes fuera un premio muy prestigioso pero desde que los ganadores son creativos de publicidad -"tengo gambas, tengo chopitos, tengo del pita, pita del"- el encanto se ha perdido por completo.

Puede que siempre se haya tratado de productos pre-fabricados, pero al menos antes no se les veía la etiqueta.

Hay cosas que, como broma, están bien. Pero sólo como broma...

miércoles, abril 19, 2006

Nos gustan los conciertos gratis

Si el Malaespina sacara una tarjeta de cliente, la mía, a la fuerza, tendría que ser de oro. Me encuentro con Sandra y Álex Martínez en el Kilómetro 0 -sitio ideal para quedar ahora que el Ministerio de Fomento ha tenido a bien vaciar toda la zona de coches, colapsando por completo el resto de la ciudad- y nos acercamos al bar con la boca seca y ganas de tosta de chorizo, aunque no sé si es bueno hablar con un artista con los dedos manchados de grasa, así que me limito a pedir una Coca-Cola.

La gente de Vicious tiene un punto en común: son todos tremendamente entrañables. Se lo curran, además. Está bien, me recuerdan a mí en algunos aspectos y, después del día de rechazos, referidos más abajo, pues a uno le alegra que le digan lo bien que están las entrevistas y lo mucho que les gusta leerme, etc.

Como si de la portada de un disco se tratara, Álex viene con su guitarra enfundada: tiene que grabar en O´Donnell, después de la charla, en el nuevo disco de Paco Cifuentes.

Es una charla, y no una entrevista, porque cualquiera que lea este "blog" sabe que no tengo tiempo para tanto. Me fastidia, de alguna manera. Los siguientes objetivos deberían ser: editar de una vez a Christina Rosenvinge -¿la volveré a ver mañana?-, cerrar lo de Nena Daconte y en medio colocar a R4dio. Cuando Maike Lüdenbach acabe su disco, volveremos a Vicious.

De todas formas, a Álex no le importa, y tampoco le importa que no hablemos casi de su disco, sino de mi libro, o de encuentros pasados con el Flaco y con Rojas, o de mi tío y de Paquito Bastante... Se le ve relajado y contento, y, ya lo he dicho antes: eso, en este momento, se agradece mucho.

Hablamos de una amiga común, desaparecida hace un tiempo: Lara Moreno Martín. Al parecer, ha publicado un libro de relatos y está, ella también, "En el camino". Bienvenida. Publicar un libro de relatos, si no se lo ha autoeditado, es un auténtico acto de heroísmo. También hay tiempo para algo de política lingüística, fanatismo cultural, bandos demasiado enfrentados... el espíritu del tiempo, en definitiva.

Cuando la camarera ucraniana ya ha llegado y saludado con su sonrisa habitual y compruebo que no me va a dar tiempo a escribir y traducir y ese largo etcétera, nos despedimos y quedamos en ir el lunes al concierto del Galileo. Estupendo. Chica Portada estará encantada. Nos gustan tanto los conciertos gratis...

Es curioso, pero todos tenemos un aire de familia. Habrá que vernos dentro de diez años. Al menos, ahora, tengo la excitante sensación de formar parte.

Aún no sé de qué.

Una semana antes de la presentación

Creo que va a ser una presentación très amusante. Somos cuatro y ni siquiera hemos hablado todavía entre nosotros. Mi plan ahora mismo es pedirle a Álex que ponga "So long, farewell" y la Chica Portada la baile durante 45 minutos. No creo que el público pueda aguantar mucho más.

De lo contrario, habrá que hablar y empiezo a cansarme. La promoción es divertida hasta que todo el mundo te dice que no tienes ninguna opción y sí, parte del orgullo te pide que le demuestres al mundo que se equivoca y parte del cansancio te pide que descanses un poco y duermas más y no pases las noches dándole vueltas a las cosas.

Un término medio, supongo. Claudia Bernaldo de Quirós, mi primer intento serio de conseguirme una agente literaria me preguntaba hoy para qué quería que me representara. Es una pregunta que hacen mucho los psicólogos, también. Realmente tienes tanto que contar que no sabes por dónde empezar. Una buena respuesta sería: para no tener que llamarte.

Media mañana estudiando y la otra media ensobrando y enviando emails a todo tipo de editoriales, agentes y al menos una actriz-presentadora. Un correo de vuelta, de momento.

Propuestas de traducciones descomunales. Invitación de Benjamín Prado para la presentación de su libro: "por supuesto, puedes venir con quien quieras", pero no hay tanta gente alrededor. Quizás el problema es que he dejado de mirar y ya sólo pienso en sobres y sellos y en por qué algunos de los envíos pesan 164 gramos y otros 165...

A petición popular

Una manera como otra cualquiera de hacerse publicidad.

Sólo que más divertida.

"Amo a Laura", curioso...

martes, abril 18, 2006

Cuatro días después...

Primer rechazo. La Editorial Destino escribe que no le interesa "Pequeños Objetivos" menos de una hora después de haber recibido el PDF.

O el libro es realmente malo o su curiosidad intelectual está bajo mínimos. Mañana será otro día y tengo dos folios llenos de direcciones, teléfonos y e-mails.

Las estimaciones de la presentación apuntan a unas 30 personas. Creo que es un número más que razonable.

viernes, abril 14, 2006

Cuando iba de Festivales...

Al final, he conseguido (aunque no del todo) encontrarme:

San Sebastián 2003 (1), (2), (3), (4)

San Sebastián 2004 (1), (2), (3), (4)

Valladolid 2003 (1), (2), (3)

Profesionales en paro

Triki, el manager y cantante de R4dio tiene toda la razón: somos "profesionales en paro" y no debemos dejarnos intimidar por el "establishment". Un tipo que es capaz de decirle "vete a la mierda" en la cara a un directivo de DRO es un tipo capaz de cualquier cosa y me gusta rodearme de gente así.

Estamos en la misma lucha: hacerlo cada vez mejor, llegar cada vez a más gente, llamar cada vez a más puertas, no desesperarse si no se abren lo suficiente. El muy entrañable Eduardo escribe preocupado: me aconseja que contemple el fracaso como una posibilidad. El fracaso es no intentarlo, eso ya quedó dicho. Todo lo demás está siendo terriblemente divertido.

Leyendo las cartas de Capote a uno le entran aún más ganas de "formar parte": peleas con los editores, con las agentes, plazos incumplidos, orgullo, rabia y muchísima fragilidad. Una preocupación exagerada por la opinión de los demás combinado con un mostrarse continuo, lo que no podía acabar demasiado bien...

"No puedo soportar que todos creáis que mi libro es un fracaso". 26 años y su tercera obra publicada, un buen montón de premios importantes detrás, un medio divorcio y al menos quince meses en Sicilia... Apechuga como un hombre, pero llora como un niño. Eso está bien.

Todos tenemos plazos y entregas, me gustaría pensar. Temarios que tienen que acabar de perfilarse, entrevistas que concretar, reportajes aún no editados... El truco está en no rendirse y valorarse pese a todo, pese a la evidencia, incluso, si hiciera falta. Somos profesionales, sí. Nadie va a pillarse los dedos con nosotros.

Nos veremos muchas veces. Espero.

jueves, abril 13, 2006

Canciones para entender a una generación (I)

Sensibles... a volar

¿Un profesor sin alumnos sigue siendo un profesor?

Pensé que ofrecer un curso de blogs sería adelantarse a toda la competencia y ganarse fácilmente unos cuantos euros. Me equivoqué: de fácil no tiene nada. El tema es casi inabarcable y de momento la acogida no está siendo precisamente un éxito. Todavía estáis a tiempo. Cualquiera que me siga desde hace tiempo, sabe que sería un buen profesor.

Por dios, he sido un buen profesor incluso de informática...

Al menos, he conseguido hacer un temario interesante, completo y con estilo. El esfuerzo, además, ha tenido recompensas arqueológicas como esta.

miércoles, abril 12, 2006

El show de Cándido

Madrid está lleno de carteles de La Sexta. Paradas de autobús y de metro cubiertas con promoción de un nuevo canal que prácticamente nadie puede ver. Al principio, la publicidad consistía en una cara conocida sosteniendo una camiseta de fútbol con su apellido y el número 6. Original, teniendo en cuenta que coincidió con el anuncio de la compra de los derechos del Mundial.

Debajo de la foto del personaje en cuestión, aparecía entre exclamaciones la palabra "Fichado". El afán por ofrecer nombres propios al público les hizo incluir en la promoción a Emilio Aragón, que no es un fichaje... sino el presidente de la cadena.

De ahí pasamos al eslogan "Pon la sexta", que representa como nadie el gran Pocholo Martínez-Bordiú -de hecho, su anuncio alarga la "a" final para dejarlo en Pon la Sextaaaaa, de manera que leerlo y pensar en su mochilaaaaaaa son todo uno-. Fútbol y Pocholo, un resumen en dos palabras de la imagen que da La Sexta de sí misma.

Como se conoce que esa no era la idea de sus directivos -o no del todo-, ha sido necesario añadir a estos anuncios una tercera promoción: "La televisión de los que nos gusta ver la televisión", o algo parecido, la gripe me tiene un poco limitado... Debería ser una garantía. José Miguel Contreras, gurú de Globomedia, se ha cansado de decir que ellos no iban a hacer telebasura "porque no saben hacerla".

Ante lo cual uno concluye que se la van a hacer otros. De momento, esta mañana, el casting de "El Show de Cándido". Algo parecido a OT pero con muñecas hinchables, chistes dudosos, preguntas del tipo "¿te bajarías los pantalones en directo si te lo pidiera?" o "¿me harías un strip-tease?". Calidad en estado puro, en otras palabras.

La nota de prensa me deja más tranquilo. En realidad, lo que pasa es que es un concepto tan revolucionario que no lo he entendido: “El show de Cándido es un reality pero es también un programa de humor. A mitad de camino entre la telerrealidad y la comedia de enredo, sus
participantes se verán envueltos en una serie de intrigas y desencuentros que les enfrentará a situaciones curiosas."

Muñecas de plástico con tetas enormes, disminuidos contando chistes, redactoras preguntando si los concursantes la tienen muy pequeña... situaciones curiosas para los que les gusta ver situaciones curiosas.

Pepe, un purito

"Dio vueltas durante varios días a la muralla romana de Lugo para exigir que fuera considerada por la UNESCO patrimonio de la Humanidad...", afirma el periodista (ejerciente) de la SER para presentar a su invitado. Desde el estudio, Joseba Larrañaga, presentador temporal de "El Larguero" le escucha silencioso. "... Años después, por fin el organismo internacional la reconoció como tal".

Un claro caso de causa y efecto, nadie lo puede dudar: "Jesús no hace nada sin motivo", esa es la conclusión a la que se llega en las ondas antes de que el entrevistado entre en antena.

Bien, veamos lo que hace Jesús que merezca una entrevista en uno de los programas más oídos de la radio española. Entrecomillo de la página web de la propia Cadena SER: "Hablamos con Jesús García Juárez, periodista no ejerciente, después de andar 1.000 kilómetros en 16 días tirando de un carro en una pista de atletismo donde llevaba todo lo necesario para dormir durante su gesta."

"Su gesta". Empeñados en regalar protagonismo, regalemos también adjetivos.

Resumen: la radio no se distingue tanto de la pantalla, si uno se fija. De hecho, en la cínica televisión de hoy en día nadie presentaría a Jesús como un héroe ni hablaría de su "gesta". Se limitarían a reírse de él. El gusto por la heroicidad absurda que tanto rezuma "El Larguero" desde que José Ramón de la Morena empezó a ser José María García ni siquiera se acerca a la cursilería de Iñaki Gabilondo, aunque está inspirada en ella.

Entre Iñaki y José Ramón de la Morena hay todavía muchos años de periodismo y mucho talento de por medio -unos 1000 kilómetros de talento, lo que, tirando de un carro, ya hemos visto que no es poco-.

Menos mal que a los futboleros aún nos queda Paco González...

martes, abril 11, 2006

El cazador cazado

Por cierto, dicen los del Ulivo que Berlusconi reformó la ley electoral para que le beneficiara en esta convocatoria. Conociendo al personaje, no resulta una hipótesis nada descabellada. Sin embargo, el resultado ha sido justo el contrario y no por ello menos absurdo: la Unione tendrá durante los próximos cinco años la mayoría absoluta del Congreso y el Senado... habiendo conseguido, en total, menos votos que la CDL en la suma del Congreso y el Senado.

Se lo dicen a los niños: no es bueno jugar con fuego.

Ché dolor, ché dolor!

Claramente, podría ser peor. Podría ser Italia.

Pongo la RAI por satélite a las 3 de la tarde esperando sondeos, análisis, entrevistas... y encuentro a una chica guapísima en un programa que se parece mucho a "A tu lado" con un tono casposo que recuerda a "Cine de barrio". Debería de haberlo imaginado. Los resultados, además, no parecen buenos para el Gobierno, así que...

La chica guapa y sus invitados -algunos verdaderamente insólitos- sonríen, se van sentando en sillones y dan paso a interesantes vídeos sobre parejas que llevan juntas 60 años, sobre amores a pesar de la distancia o la enfermedad, sobre la vida en el campo comparada con la ciudad... En un momento dado, cortan a un plató de informativos y dan el resultado de lo que en italiano llaman también "exit polls" y que resultan estar tan bien hechas como las "exit polls" americanas: triunfo cómodo, casi aplastante de la Unione.

Conectan con la sede de la DS. Aún no han aparecido los responsables de prensa. "Tenemos que cortar", afirma el presentador a los cinco minutos de haber empezado el informativo. Vuelve el programa de la chica guapa, que acaba a la media hora, dando paso a otro programa presentado por una chica guapa -otra chica guapa- y que se parece a "Gente".

Empiezo a entender por qué en Italia es obligatorio votar.

Me desentiendo de las elecciones, doy a Prodi por ganador y cuando vuelvo -más bien tarde- resulta que la cosa está en empate técnico. En la RAI no están dando ningún programa de José Luis Moreno sino que están en el debate político. Por llamarlo de alguna manera. La mitad del país ha votado a uno, la otra mitad ha votado al otro. La duda está ahora mismo en saber qué mitad es ligeramente más numerosa.

En el plató, las cosas no están tan divididas: cinco tertulianos sostienen a la Unione, tres apoyan descaradamente a la Casa della Libertà. Es imposible entender nada: se interrumpen, se gritan, se acusan, se insultan...

El presentador sonríe. Prodi confirma su victoria. Berlusconi no la reconoce. Queda el Senado, dicen en la CDL. Decidirá el voto de los italianos en el extranjero. Me parece muy normal que haya muchos italianos en el extranjero y, visto lo visto, también es lógico que sean ellos los que decidan.

En la mañana del martes, la ventaja de la CDL es de un solo escaño. A las once, las previsiones ya dan un Senado de centro-izquierda. A las doce, Prodi vuelve a anunciar su victoria. En la RAI consiguen tener a ocho tíos que hablan a la vez. El presentador -otro presentador- sonríe. "Se nos ha acabado el tiempo", dice, antes de que se sepan los resultados finales.

Pasan a un programa de cocina. Servicio público, lo llaman.

El talentoso egocentrismo de la Chica Portada

... O cómo hacer arte de uno mismo

El difícil término medio

No sé por qué siempre que voy a "La Fábrica" llueve o se levanta un viento horroroso y acabo pasando los días siguientes metido en casa con Paracetamol, Lizipaína, una camiseta anudada a modo de pañuelo en torno a la garganta, una manta que me acompaña a cada lado y una toallita de baño para secarme el sudor que me provoca la fiebre.

Ayer, esperando a Camino, la responsable editorial de la revista Eñe, recordaba aquel relato que escribí sobre una Lucía que bajaba a saltos la calle Huertas, probablemente concebido camino de Alameda.

Siempre es un placer encontrarse con gente que sabe más que tú, que tiene más inquietudes que tú y, por qué no decirlo, que tiene una posición cultural mucho más elevada dentro de lo que podríamos llamar "el sistema", aunque sea un sistema de difusión independiente. Es el caso de Camino, mi jefa durante dos años en los que me pateé festivales de cine y de música, y colaboré mensualmente con unos dudosos reportajes sobre canciones -"Temazos", lo llamaban ellos, y espero que no se molesten si digo que la palabra da cierto repelús-.

Explicar una vez más mi trayectoria y mis objetivos y explicar, también, en confidencia, que estoy harto de explicarme y que lo que quiero, de una vez, es ponerme a escribir otra vez y dejar de promocionarme como si acabara de salir de "Operación Triunfo".

Sólo que promocionarse parece inevitable en estos tiempos. Hay que ser muy bueno para pasar de puntillas sobre ese aspecto de la "literatura", y yo no soy tan bueno.

A veces me entra un poco de miedo: ¿estoy haciendo bien dándole tanta difusión a unos relatos que, al fin y al cabo -yo lo sé- no valen tanto?, ¿qué es lo que esperan los demás?, ¿se lo tomarán también como algo divertido, sin pretensiones, una manera como otra cualquiera de empezar, pero en ningún caso la estación de llegada? Imposible saberlo.

Hay mucha gente que escribe mejor y mucha que escribe mucho peor. En eso estamos de acuerdo Camino y yo: será difícil que los que vengan por detrás nos quiten el trabajo, hasta los currículums llegan con faltas de ortografía. No sé si estoy preparado para llegar, no sé si algunos de los que han llegado realmente merecen estar ahí.

Hace frío, tengo una camiseta que me aprieta el cuello y empiezo a sentir cómo sube la fiebre.

lunes, abril 10, 2006

Torpeza entrañable

E-mail a cientos de contactos. Presentación multitudinaria que, probablemente, se quede en unas decenas -si llega- de amigos y familiares. Eso ya estaría muy bien. De momento, las primeras confirmaciones de asistencia no podrían hacerme más feliz porque son de gente a la que realmente quiero.

Lo he dicho varias veces: todo esto no sirve de nada sin la gente que estaba antes. "Todo esto" no es tanto, por otro lado, por mucho que me empeñe en vestirlo de seda.

Ahora bien, mi e-mail de "chico escritor" tenía un error algo entrañable. Hacer promoción de la marca equivocada. En este caso, de la página equivocada. Si alguien ha llegado aquí después de intentar acceder a mi página personal se debería haber dado cuenta de que algo iba mal.

Un exceso de eles, simplemente. El enlace correcto a mi página web es www.guilleortiz.com

Con dos eles es suficiente.

El asesino, a veces, no es el mayordomo

Sería curioso que el Gobierno inglés también hubiera errado en la atribución de los atentados del 7-J en Londres y sería curioso que su error consistiera exactamente en el contrario del que cometió el gobierno español el 11-M.

Sería curioso que, después de todo, Al Qaeda -como tal- no fuera tan poderosa como el pánico colectivo imagina.

Por no hablar del hecho de que, a veces, atribuir grandes planes y grandes inteligencias a los asesinos puede llevar a investigaciones muy absurdas. El asesino no siempre es el mayordomo. El mayordomo, a veces, no es tan inteligente. La inteligencia, a veces, no es necesaria para cometer un crimen, por muy brutal que sea.

Hay que escuchar un poco, con eso suele bastar.

Si este hecho -de confirmarse- sirviera tan sólo para que la gente entienda que tan imprudente era atribuir desde el primer momento (Acebes) la autoría a una banda terrorista como lo fue después atribuirsela sin más a esa entelequia multiforme llamada Al-Qaeda (Zapatero, Rubalcaba...) habríamos dado todos un paso adelante.

No lo creo, en cualquier caso. Aquí, "llevar la razón" prima por encima de cualquier intento serio de investigación. Y eso se ve en los dos lados: tanto en el obsesivo empeño de que "todo está explicado" como en la delirante teoría conspiratoria que viene a colocar al PSOE detrás de los atentados.

Ojo, llamar "imprudente" a una teoría, no quiere decir que sea "falsa". Quiere decir que, el que la enuncia, no sabe lo que está diciendo.

De lo que no se sabe hay que callarse, dijo Wittgenstein. Nadie le escuchó. Ni los compañeros ni los opositores de su traductor, Enrique Tierno Galván.

Un poco de prudencia, insisto, nos sentaría tan bien a todos...

domingo, abril 09, 2006

Noticias de domingo

Es un día más bien anecdótico.

Rectificación

E-mail de rectificación de Ana Montemayor:
"Reconocemos que ayer nos pasamos criticando tu trabajo, Guillermo. No queríamos ofenderte ni tirar por tierra tu profesión, pero nos pilló algo "idos de la olla". Sobre todo pedimos disculpas por las formas de nuestras palabras.

La verdad es que los catalanes estamos muy hartos de los mensajes que se lanzan en nuestra contra desde hace tiempo, que sólo hacen que la gente se confunda y se llene de odio. No decimos que sea tu caso, pero así nos lo pareció cuando leímos la entrevista que le hiciste a Dani Flaco.

En todo caso, haya paz. No tenemos ningún interés en molestarte a tí específicamente, porque ni siquiera te conocemos.

Esperamos que aceptes nuestras disculpas."

Disculpas aceptadas.

sábado, abril 08, 2006

Cultura catalana

Recibo, a altas horas de la madrugada -lo que no implica necesariamente que fuera enviado a altas horas de la madrugada- un correo electrónico acusándome de anti-catalán, periodista propio de "El Mundo" o el "ABC" y despreciador de la cultura de Catalunya ("con ny y sin acentos, por si no sabes escribirlo", me avisan).

Aunque el correo está enviado por una sola persona, utiliza el plural, así que supongo que habla en nombre de una comunidad. Quizás una comunidad cultural o una comunidad lingüística. En cualquier caso, se siente (se sienten) atacado(s).

No hay motivos. La entrevista a Dani Flaco no es una entrevista política. La única referencia que se hace mínimamente polémica es el hecho de que tenga problemas para que le emitan las canciones porque están en castellano. Pero eso no es algo que me lo invente yo, es algo que surgió en la conversación sin necesidad de que lo preguntara.

Tampoco digo que Dani no sepa hablar catalán, sólo aseguró no haberlo hablado nunca, que son cosas muy distintas.

En cualquier caso, no sólo es que admire lo que se está haciendo culturalmente en Cataluña -aunque llamarlo sin más "cultura catalana" como una especie de compartimento estanco ya me parece una manera de empobrecerlo- sino que al menos dos de los seis músicos a los que he entrevistado son catalanes y otro vive en Terrassa porque estaba hasta las narices de Madrid.

Es más, me fui hasta Terrassa para poder entrevistarle y créanme que el billete de avión no me lo pagó nadie.

No hablo catalán en la intimidad más que para vacilar a la Chica Enigma. Tampoco creo que necesite justificarme. Andar con este tipo de insultos y amenazas, simplemente, me preocupa. Espero que no sean una expresión del tiempo.

Nice to meet you

Segundo encuentro -totalmente fortuito, en esta ocasión- con Ray Loriga. En una calle de Chueca, muy cerca de Gran Vía, tras el fantástico concierto de R4dio. Muy de noche, andando con Christina y con el entrañabilísimo batería de su banda, Steve Shelley, ex-componente de "Sonic Youth" -el nuevo sonido de Christina tiene muchísimo de Sonic Youth y eso la diferencia en mucho de Nacho Vegas, por ejemplo- que me da la mano, me sonríe y me dice "nice to meet you".

Dos apretones de manos y dos besos. Felicitaciones por el concierto y por un disco que cada día es más grande. Una sonrisa enorme. "Me alegro de verte". Eso está bien, soy un chico escritor.

Mucho más después de las horas pasadas en la editorial Funambulista con el indescriptible Enrique Redel. Tengo un serio problema: trabajo para un grupo editorial pero publico con otro. No es serio que alabe a Kokoro y critique a Grupo Búho ni viceversa. Así que lo dejo en indescriptible, pero él sabe que...

viernes, abril 07, 2006

Ambigüedad calculada

Que este es un Gobierno de gestos no lo duda nadie. De gestos y de eslogans. El último podría ser "La paz y la guerra son cosa de hombres". Rubalcaba, a Interior; Alonso, a Defensa.

En Educación, Mercedes Cabrera: la reducción de la mujer a una cuestión estadística.

Tengo algo bueno que decir sobre Rubalcaba: es del Rácing de Santander. Lo demás sería hablar de política y yo, de política, no hablo.

No hablo, pero escucho. Por ejemplo, a Bono: "No me voy por el Estatuto de Cataluña. A mí de la política no me echan las dificultades. Lo que piense de ese Estatuto es irrelevante". ¿En qué quedamos? ¿Dimite o le "echan"?

Y si no son las "dificultades" -precioso eufemismo-, ¿quién le echa?

Tirante el Blanco

El cartel de la nueva película de Vicente Aranda, o el empeño en convertir lo que un día fue estilo en una simple caricatura.

No falta ni Victoria Abril, por cierto.

jueves, abril 06, 2006

El caso Portman

Tengo curiosidad por ver el reportaje que anuncia Canal Plus, "La fama y su séquito". El perfil de sus protagonistas ya dice bastante: Fran Perea, Andy y Lucas, Sergio Ramos, Lluvia Roja y la top model Eugenia Silva.

Todos son buenos chicos, sonrientes y de imagen impoluta. El motivo del reportaje es averiguar cómo ha afectado la fama a los menores de 30 años. Bien. Lo normal sería que hablaran de vértigos, de ansiedades, de "amigos" inesperados, de fiestas y chicas fáciles, de camellos con cuentas siempre pendientes, de excesos continuos "porque somos guapos y a los guapos se nos permite todo".

Pasó desapercibida hace unos meses una investigación de Telecinco en la que aparecían varios componentes de "Los Serrano", prácticamente todos menores de 30 años, entrando compulsivamente en los cuartos de baño de una discoteca. El reportaje insinuaba que no era un problema de vejiga, yo no diré tanto. Pasó desapercibido, entre otras cosas, porque era un ataque de Telecinco a Telecinco que fue inmediatamente sofocado. Ahora me queda la duda: ¿qué Fran Perea veremos en el reportaje de Canal Plus?, ¿exactamente cuántos de sus amigos de la serie formarán su "séquito"?

Sin embargo, espero poca cosa. Espero un Perea, un Andy, un Lucas, una Eugenia Silva, contando cómo todo eso existe pero que ellos jamás, que nunca, que no se atreverían, que hay que tener la cabeza encima de los hombros... y espero un tratamiento bastante moralista por parte de la cadena. Estos chicos son un ejemplo. ¿Un ejemplo de qué? Si los jóvenes necesitan ejemplos, que busquen en otro lado, por favor.

Si, por otro lado pretenden ser serios y sacar a la luz una realidad demasiado evidente, quizás se decidan a contar las cosas como son. Dejemos las cosas en tablas: tampoco voy a cebarme, al menos hasta que vea el reportaje.

Pero este pesimismo está justificado. Basta con echar un vistazo a la portada de este mes de la revista musical del mismo grupo empresarial. En la "Revista 40" Natalie Portman aparece desafiante, desarreglada, rodeada por un montón de símbolos y pintadas anarquistas hechas a base de Photoshop y con un titular demoledor: "Nunca me he acercado a un gramo de droga en mi vida".

Portman tiene menos de 30 años, así que podría salir también en el reportaje de Canal Plus y explicárnoslo.

Obsérvese el matiz moralizante del titular. Decir "nunca he consumido un gramo de droga en mi vida" es una cosa. Yo puedo decirlo. Otra cosa es decir: "Nunca me he acercado a un gramo..." Esa propia indignación moral del comentario -sea de la propia Portman, sea una exageración del periodista, cosa difícil siempre de certificar- refleja su falsedad. Natalie, es imposible que no hayas visto un gramo de droga en tu vida. La excusatio es tan exagerada que se convierte -aunque petita- en una manifiesta acusatio.

Hace cuatro-cinco meses, la misma revista publicaba unas palabras similares de Robbie Williams en páginas interiores, pero como reclamo en todos sus anuncios. Es una revista de música, recordemos, no una hoja parroquial.

Si ahora quieren hablar de jóvenes famosos y sus séquitos, está bien, que lo hagan. Pero conozco demasiados séquitos de famosos como para pensar que se puede multiplicar por seis el dudoso caso Portman.

Lo importante son las intenciones, no los resultados

"En general, podemos decir esto: tanto respecto de los enunciados (y, por ejemplo, de las descripciones) como de las advertencias, etc. -concediendo que realmente enunciamos o advertimos, o aconsejamos, etc. y que teníamos derecho a hacerlo-, puede plantearse la cuestión de si enunciamos, advertimos o aconsejamos correctamente . Pero no en el sentido de preguntar si nuestro acto fue oportuno o conveniente, sino en el de preguntar si, sobre la base de los hechos, del conocimiento de ellos y del propósito que nos guió al hablar, etc., lo que dijimos fue lo que correspondía decir.

Esta doctrina es totalmente distinta de la que han sostenido los pragmatistas, para quienes verdadero es lo que da buenos resultados, etc. La verdad o falsedad de un enunciado no depende únicamente del significado de las palabras, sino también del tipo de actos que, al emitirlas, estamos realizando y de las circunstancias en que lo realizamos." (J.L. Austin. Cómo hacer cosas con palabras)

O el eterno debate entre Capello y Cruyff -Menotti y Bilardo para los lectores argentinos-. Toma nota, chica portada.

Esa clase de chico

¿Se puede?, ¿de verdad se puede?

Nada más entrar en "La Casa Encendida", Ray está charlando con un grupo de gente. Fuman, o eso me parece. No puedo abrir bien los ojos porque ha empezado a llover más fuerte y necesito meterme dentro lo antes posible. Pasando el patio interior y girando a la izquierda llego al mostrador y recojo la invitación.

Me encanta ir invitado a los sitios, ¿lo he dicho alguna vez?

Hago levantar a toda una fila por entrar del lado contrario y me siento en uno de los pocos sitios libres que hay. Al rato entra Ray, anda un poco perdido por el pasillo, como si buscara a alguien y acaba sentándose un par de filas a mi espalda. En el asiento de mi izquierda hay un chico que va de listo y hace comentarios graciosos.

Sí, esa clase de chico.

Apagan las luces y sale la banda, encabezada por Christina. Sonríe muy tímidamente, como una rutina forzada por los años; nada natural. Se sienta al piano y empieza a tocar. Todo lo de antes -que no ha sido poco- y lo de después -que va a ser mucho- deja de existir: mentalidad horizontal. Realmente, sólo la música es capaz de conseguir eso. Y, en mi caso, concretamente, el piano.

Cuando llega "Tok, tok" me estremezco y el público aplaude a rabiar. El pasado miércoles, al hablar con ella, se sorprendió de que me gustaran más sus canciones en castellano. Son más creíbles, simplemente. Por lo que se ve, no soy el único que lo piensa.

Es inevitable: poco a poco, lo horizontal se va convirtiendo en vertical. Más o menos, a mitad del concierto, o lo que yo entiendo que debe de ser la mitad del concierto. Los problemas del pasado y el futuro se cuelan por debajo de la puerta del auditorio y lo único que se me ocurre es que muy mal voy a poder solucionar nada si no soy capaz ni de acercarme a Ray Loriga e imagino mil maneras de abordarle sin resultar grosero ni parecer un loco. Todas las frases empiezan por "soy el sobrino de Panchito". Es una manera muy poco egocéntrica de entrar en escena y se trata de asumir un perfil bajo.

Saludan, sonríen y se van. A los dos minutos vuelven ella y la violonchelista. Tocan "Teclas negras": "no hace mucho que empecé a tocar el piano pero hay algo de lo que una se da cuenta en seguida, las teclas blancas a veces se tocan, pero las teclas negras nunca. Son tímidas y sus sonidos casi no se escuchan, como si estuvieran poco seguras de sí mismas. Las teclas blancas, sin embargo, -y entonces toca bruscamente un acorde-, son prepotentes y escandalosas. No me gustan."

Lo imperdonable, tarde o temprano se perdona. Ya no serás tan guapo ni yo soy tan mona.

Se encienden las luces, le busco con la mirada. Cuando él se levanta, yo me levanto y ando por el pasillo hasta colocarme justo en la fila anterior a la suya, que ya está vacía. Lleva un tatuaje enorme en el brazo y no aparenta 39 años, desde luego. Me coloco a su altura, alargo la mano y digo, en voz baja, "¿Ray?"

Es decir, una vez más: se puede. Y a partir de aquí, crecemos.

miércoles, abril 05, 2006

Otros chicos flacos

Un tipo realmente entrañable.

A buen entendedor...

Dicen que estoy más delgado. Es normal, ser un "chico escritor" no es fácil. Menos si el escritor de referencia parece cada vez más Henry Miller.

Pienso en posts sobre el cariño que das y el que recibes como metáfora de todo lo que sucede en el mundo. El error de Beigbeder: escribir un libro sobre el amor. El amor es en sí mismo otra metáfora. Habría que buscar una perspectiva global, pero ¿desde dónde?

Una pegatina en la puerta de salida del autobús: "No blasfemes. No debes hacerlo." Lleva días inquietándome. ¿Estaba escrito en serio? En realidad nada hace pensar lo contrario, salvo lo "fuera de época" del mensaje ¿alguien cree todavía en un mundo moral y religioso que excluye la blasfemia? Si es así, ¿cómo estarán viviendo la caída del mundo que crearon y en el que creyeron ciegamente? Pienso, a veces, en mis abuelos. Me estremezco ante la televisión viendo las caras de los feligreses en una iglesia.

No le doy tanta importancia a la necesidad. Prefiero la creación, sin duda. El único error del "creacionismo" fue, de hecho, colocar en la cima del proceso a Dios. Nietzsche corrigió con éxito. No diga "Dios", diga "el hombre". Todo mundo es un mundo creado. A partir de determinadas necesidades o límites, de acuerdo, pero creado.

La realidad adopta un punto estético a poco que uno se descuide.

"No debes hacerlo". Me parece mentira que aún alguien utilice esa expresión, lo de la blasfemia como caso concreto pasa inmediatamente a un segundo plano. Estoy más delgado y no pienso en los resultados sino en las intenciones. Eso es estética, también.

Mónica me pasó los teléfonos de Juan Cruz y Juan José Millás. Falso. Me pasó los teléfonos de los que podían conseguirme sus teléfonos. Está siendo un trabajo muy duro y no siempre es divertido, pero casi siempre, y eso basta.

Carmelo promete una reseña y se muestra tremendamente amable. No es partidario de las autoediciones y no me atrevo a contradecirle: Todo "auto-..." es una forma de creación y de eso iba este post.

De mí y de mi libro, como todos los demás.

lunes, abril 03, 2006

Optimismo permanente

Hablaba ayer de optimismo y pesimismo con Mónica, mi hermano y mi primo y esta mañana despierto con esto . Lo que viene a confirmar:

- Que la gente es optimista en cuanto tiene oportunidad.

- Que las elecciones no son más que plebiscitos de aceptación o rechazo a la política de los sucesivos Gobiernos.

- Que, por lo tanto, si estás en la Oposición, conviene no hacer demasiado el ridículo y no armar tanto ruido. La táctica "lo hacen todo mal" se puede poner en tu contra en cuanto los votantes contrarios tengan la sensación de que su gobierno ha hecho algo bien. Y es estadísticamente imposible no hacer nada bien.

- Que la volubilidad de la opinión pública es, en ocasiones, tan desesperante, que los analistas políticos tenemos que acabar hablando de deporte.

El talento y el valor (parte II)

Todo esto nos lleva a que sigo estudiando por las mañanas y el calendario ha querido que fuera semana de bibliografía y al leer a Austin he subrayado las siguientes frases:

- "Por ejemplo, ¿es necesario que mi interlocutor acepte el obsequio para que pueda decirse que le he obsequiado algo?"

- "El problema consiste aquí en saber hasta qué punto los actos pueden ser unilaterales"

-" Una expresión realizativa será hueca o vacía de un modo peculiar si es formulada por un actor en un escenario, incluida en un poema o dicha en un soliloquio"

-"La palabra falso no sólo se usa respecto de enunciados"

- "Debemos aprender a correr antes de poder caminar. Si nunca cometiéramos errores, ¿cómo podríamos corregirlos?"

Claramente, la filosofía del lenguaje no era algo tan aburrido. Me rendí antes de tiempo.

El talento y el valor (parte I)

Creo que hubo un momento en el que, ante la imposibilidad de discernir exactamente qué hacía bien, decidí hacer muchas cosas. Un triunfo de la cantidad frente a la calidad, como asumiendo que, aunque la mayoría de la gente muestra un enorme respeto al número, sólo una minoría es capaz de valorar la intensidad.

A veces, el talento parece mayor cuando se reparte por distintas habitaciones y no se ven tanto los huecos.

Si hubiera tenido un poco más de confianza en mí, si hubiera sido capaz de mantener mi atención fijada en una sola cosa sin miedo a que jugarlo todo a una sola carta supusiera, precisamente, perderlo todo, quizás me hubiera quedado en la Universidad y ahora sería como mínimo Doctor en Filosofía, quien sabe si profesor o investigador o cualquier cosa parecida.

Hablar de lo que alguien puede hacer me parece ridículo. Cuenta lo que hace. Una de las frases que más utilizo es "conozco a gente que consigue cosas sin talento, pero no conozco a nadie que lo haga sin valor". En ese sentido, pensar que alguien podría hacer algo si tuviera el valor para hacerlo cuando, en realidad, carece de ese valor, es absurdo.

"Hacer algo", en esencia, lleva implícito "tener el valor de hacerlo".